18. UNEXPECTED

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  Me encontraba en mi habitación todo sudado, destapado y con la respiración agitada. No entendía por qué había soñado con eso. Suspiré, me dirigí al lavabo donde me refresqué la cara y la nuca mientras me miraba al espejo intentando asimilar lo que acababa de ocurrir.

  Después de que Dakota se fuera, hice que Anna se fuera a su casa porque necesitaba un tiempo a solas para poder pensar. Estaban ocurriendo demasiadas cosas en mi vida en este momento como para poder pensar en ella ahora. Por un lado el jefe me estaba presionando para que me largara de la ciudad durante unos días para recoger unas cuantas cajas de contrabando para después traerlas y proporcionarselas al comprador.

  El trabajo era cada vez más peligroso, intentaba darle largas al jefe pero parece ser que soy su único hombre para las misiones realmente arriesgadas. Además intento que esto no repercuta a Cameron, no quiero que haga este tipo de misiones. Él tiene familia, tiene a Dakota y no sé qué le ocurriría si a su hermano le pasara algo, la verdad prefiero no averiguarlo. Cameron es la única persona que le aporta un poco de normalidad a mi vida. Si no fuera por él todo serían drogas, alcohol, chicas, trabajo, armas y dinero. Tener a alguien como él cambió mi vida, hizo que apareciera una parte de confianza y cariño. Por eso es fundamental en mi vida, le debo demasiado como para negarle lo único que me ha pedido que es que no me acerque a su hermana bajo ningún concepto.

  Ya lo he arruinado dos veces, no he podido controlarme en dos ocasiones. En serio cómo hace esa niñita para volverme loco. Dakota no es alguien que destaque entre la multitud, no
tiene unas curvas increíbles ni tiene una cara esculpida por los mismísimos dioses como Anna, en cambio no puedo quitármela de la mente y este sueño solo confirmaba esto último.

  Esa niña estaba consiguiendo hacerse un hueco en mi vida. Eso era otro problema serio porque debía mantenerla alejada si quería salvarla. Si interpreto mi sueño me quiere decir que si me acerco de una forma sentimental a ella solo le haría daño y no quiero. Me niego a cagarla de nuevo, por una vez en mi vida pensaba analizar la situación. Ver los pros y los contras e intentar decidir con sensatez. Si hubiera llevado eso acabo más veces en mi vida quizá ahora mismo no estaría donde estoy, pero qué más da ya no se puede cambiar el pasado. Soy lo que soy gracias a todas las elecciones que he hecho a lo largo de mi vida y debo aprender de todos mis errores. Mentalmente hice una lista de pros y contras. Pros: podría tenerla cerca más veces, no tendría que verla cerca de ese imbécil de Andrew, me querría, por una vez no sería un estúpido y le demostraría a las personas que yo también tengo sentimientos. Contras:
Cameron dejaría de hablarme y me pegaría una paliza, la pondría en peligro por mi mierda de trabajo, mi pasado la atormentaría lo más seguro, jodería su mundo de color de rosa en
el que no existen las armas ni las muertes, la metería dentro de mi mierda de mundo y apagaría su luz. Creo que no tengo que pensarlo más, los contras tienen mucho más peso
que los pros. Casi todos los pros iban encaminados hacia mi felicidad no hacia la de ella ni hacia los de mi alrededor, no puedo ser así de egoísta porque ya he comprobado más de una vez que eso perjudica a todos los que me rodean.

  Suspiré y tras mirarme por última vez en el espejo fui a la cama de nuevo para intentar dormir otra vez sin tener una maldita pesadilla. Mañana tendría que decidir si aceptar el trabajo o no y debía estar despejado para elegir la opción correcta. Si iba me jugaba demasiado. Podría entrar en la cárcel de nuevo, al menos esta vez sería por contrabando de armas y no por asesinato.

  Exhalé varias veces para calmar mis nervios e intenté conciliar el sueño una vez más. Eché la bolsa de la ropa al maletero del coche, lo cerré y subí al coche para irme. Sabía lo que me jugaba pero creo que era más útil que fuera yo a que fuera cualquier otra persona. Realmente si me pasaba algo nadie sentiría un dolor inmenso, pues no tengo familia.

  Después de dos largas horas de viaje en solitario llegué a la ciudad. Bajé del coche e inspiré todo ese olor a humedad y sal que se olía en las ciudades de costa. Ese ambiente recargado me proporcionaba tranquilidad aunque ahora era casi imposible calmar mis nervios. Miré la dirección que me había dado mi jefe asegurando no haberme confundido de calle.

  Una vez que estuve seguro entré en el bloque de pisos. Era un edificio normal, no debió de haberle costado muy caro pero tampoco extremadamente barato. Al entrar en la habitación vi que en el suelo del salón ya había una maleta y la ducha se escuchaba.

-¿Hola? -agarré la pistola que llevaba en mi cintura y la desenfundé por si acaso.

  El grifo se cerró, después se escuchaban como quitaban el pestillo. En el marco de la puerta apareció mi rubia favorita.

-¿Pensabas que te iba a dejar encargarte de esto solo? -me acerqué a ella y la abracé levantándola del suelo.

-Eres una cabezona, este trabajo es muy peligroso a parte, ¿qué excusa le has puesto a Dakota? -me separé de ella que entró seguidamente al baño y entornó la puerta para poder cambiarse de ropa tranquila.

-Dakota no va a sospechar de nada, le he dicho que me iba unos días de vacaciones con mis primos. -salió con una camiseta larga y unas mallas de deporte.

-Que casualidad que los dos hayamos desaparecido del mapa a la misma vez. Se va a dar cuenta Carol.

-Dakota ni siquiera piensa que nos conozcamos, fingistes muy bien el día de la discoteca la verdad. -me reí recordando lo mal que iba.

  Saqué del bolsillo de mi chaqueta un cigarro. Lo encedí entre mis labios y le di una calada larga.

-La subestimas demasiado para ser tu amiga, ¿no crees? -abrí la ventana que había apoyándome en el marco.

-No la subestimo pero es una chica normal y no va a pensar que su mejor amiga pueda estar relacionada con un expresidario y con contrabando de armas.

-Sigo opinando que nos va a pillar. Y Cameron se va a cabrear porque está haciendo lo imposible para que ella no entre en esta mierda. -se colocó a mi lado cogiendo el cigarrillo de entre mis labios.

-De Cameron ya me ocupo yo. -me guiñó un ojo mientras le daba una calada al cigarro.

-Bueno, ya veremos. ¿Por dónde hay que empezar en el trabajo? -miré el punto donde el mar se juntaba con el cielo.

•[SIEMPRE mientras ESTÉ]• (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora