Caí al suelo y resoplé rendida. No podía seguir más, estaba agotada. Me quedé mirando el cielo rendida, quería despejarme por un solo segundo. Quería que todo esto no fuera real, quería pensar que me despertaría de un momento a otro y todo fuera un sueño. Baco se tumbó a mi lado mirando hacia el mismo sitio que yo.
-¿Qué miras con tanto ahínco?
-Simplemente miro el cielo, estoy agotada. Creo que ya me has pegado cuatro palizas seguidas y no tengo más fuerzas. -reí en un susurro y volví a expulsar todo el aire de mis pulmones.
-Dakota. -dijo de una forma más seria de la que el momento se merecía.
-Dime. -giré mi cabeza y miré su perfil. Su nariz era recta acabada en una puntera algo redonda.
-¿Estás segura de estar conmigo? -frunció el ceño un poco desconcertado- No soy gran cosa y no te puedo proporcionar apenas nada en la vida. Quiero hacerte feliz pero no sé si seré capaz.
-¿Qué dices? -giré mi cuerpo apoyándome con mi costado. Me dirigí completamente a él.
-Si tu hermano no quería que estuviera contigo era porque sabía que no te podría dar la vida que te merecías. Estaba celoso de Andrew porque yo nunca podré darte una vida acomodada como él podía darte tan solo con diecinueve años. -Baco parecía no poder mirarme, parecían avergonzarle sus propias palabras.
-Baco, mírame. -me miró con unos ojos apenados- Después de esta misión y quizá otra más vamos a ser libres. Podrás elegir qué ser y cómo ser. Yo no quiero influir en esa decisión, si dejé a Andrew es porque no quiero ir a lo fácil. En un principio es verdad que quería esa vida, pero después de descubrir tu mundo no quiero volver a vivir en la ignorancia. Quiero que superemos esto juntos. Baco, me importas muchísimo, aunque hayas aparecido en mi vida de esta forma. A veces desearía que esto solo fuera un sueño pero luego te miro y me doy cuenta que no quiero que tú seas un sueño. Tenía que pasar esto para que nos conociéramos.
Baco se incorporó para estar a mi altura y me besó de una forma lenta. Algo en mi estómago me hizo saber que esto era real, que esto se siente. No sé qué pasará en un futuro pero pensaba aprovechar cada segundo que estuviera a su lado.
Después de un rato jugando volvimos con el resto. Ahora decidiríamos cómo huir. Después de hacer el falso intercambio debíamos refugiarnos en algún sitio pero aún no habíamos sacado en claro dónde.
-Yo creo que lo del barco es una buena idea. En mitad del mar es muy complicado que nos encuentren. -dije sentándome en un sillón.
-Tenemos que alimentarnos, alguien nos tendrá que proveer. Así sería fácil encontrarnos, solo habría que torturar a uno de los proveedores para que cantara como un pajarito. Ninguno que no seamos nosotros puede saber dónde estamos.
-Ahí lleva razón Kayla. Ellos van a esperar que vayamos a un lugar pobre, demacrado. ¿Y si hacemos lo contrario? -intervino Baco.
-Vamos a un crucero. Ingresaremos en el crucero con nombres falsos, no van a imaginarse que hemos subido a un crucero. Allí hay muchísimas personas más y seguridad. Será difícil que nos ataquen allí. -sonreí satisfecha con mi idea. Baco me rodeo con el brazo y me estrujó contra su pecho.
-Estoy con la niñita. -mostró una sonrisa ladina.
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•[SIEMPRE mientras ESTÉ]• (COMPLETA)
Roman d'amourBaco es un chico al que desde los 7 años no han querido adecuadamente, necesita cariño y algo de normalidad en su vida. En su vida no ha tenido elección nunca, acabó trabajando para una sede que esconde más secretos de los que cree. Dakota piensa q...