40. NO TODO CAMBIA

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BACO

Dakota llevaba razón. No podía enfadarme porque ella bese a otro tío. No somos nada a pesar de todo. Ella no me reprochó que me acostara con otra chica en sus narices, por lo tanto yo debería de comportarme de la misma manera. Tenía que pasar página de una vez por todas. Es cierto que yo siempre le insinúo cosas, pero es que cuando la veo tan hermosa me es imposible contener mis comentarios. Claro que tendría que tener en cuenta a Cameron y, sobretodo, sus sentimientos. Quizá ella sienta algo por mí, dado que dijo que quiso enfadarse cuando me acosté con la otra chica. Siempre me cuida y aunque nos peleamos casi siempre es solo porque ambos contenemos unos sentimientos frustrados dentro que nos hace tergiversar nuestros sentimientos. Pero eso no puede seguir así, hay que acabar de una vez por todas este tira y afloja porque sino Cameron acabará dándose cuenta.

Desde que volví de mi viaje a la sede para llevar el colgante no había hablado con Dakota, intentaba evitarla en la casa todo lo que podía.

Me levanté del escritorio cogiendo el teléfono. Marqué el número de Anna guiado por mi cabeza. Tras varios pitidos sonó la angelical voz de Anna.

-¿Baco? -preguntó algo desconcertada.

-El mismo. -intenté sonar tranquilo y habitual.

-¿A qué se debe esta llamada? -seguía estando confusa.

-¿Te apetece salir? -esperaba que siguiera colada por mí o por lo menos sintiera algo de afecto por mí.

-Claro, por qué no. -se lo pensó un poco antes de dar esta respuesta.

-Te recojo en veinte minutos. -colgué antes de que pudiera decir nada más.

Salí de mi habitación con los pies en pólvora. Necesitaba distraerme, cuanto antes mejor.

Dakota no desaparecía de mis pensamientos y por un momento me pareció buena idea sacar un clavo con otro clavo. Iba tan ensimismado con mis pensamientos que me choqué con Dakota. Esta impactó directamente con mi pecho. Me separé un poco por inercia y la miré serio.

-¿A dónde vas? -preguntó mirándome de pies a cabeza- ¿No te quedas a ver la peli con nosotros?

-¿Qué peli? -nadie me había avisado de que íbamos a ver una película.

-¿No te lo ha dicho Cam? -sonrió haciendo que tuviera que apartar la mirada. Negué con la cabeza- Pues hemos pensado que deberíamos de tener alguna tradición como micro familia, así que decidí que hoy inauguraríamos, "jueves de cine".

-Oh, bueno. Las tradiciones son importantes para una familia. -esquivé a Dakota para irme pero agarró mi brazo haciendo que me volviera.

-¿No te vas a quedar? -enarcó una ceja. Si no conociera a Dakota juraría que me había puesto pucheros- Es la primera vez que haremos el "jueves de cine" y tú formas parte de esta familia. ¿Tan importante es lo que tienes que hacer?

En ese momento me encontré entre la espada y la pared. Exactamente para mí era estar entre el cerebro y el corazón. Quería quedarme, podría aprovechar para acercarme a Dakota o para tenerla cerca sin que nadie sospechara. Por otra parte ya había llamado a Anna y si quería superar a Dakota no debía de mantenerme tan cerca de ella. La balanza se encontraba muy desequilibrada, obviamente a favor de quedarme pero entonces el culo de Cameron se sentó en el lado contrario. Él pesaba mucho más que todo aquello.

-He quedado con Anna. Lo siento, a la próxima estaré. -conforme iba pronunciando mis palabras la sonrisa de Dakota se iba apagando.

-Va. -soltó mi brazo después de esas secas palabras y se dirigió al baño.

Salí de la casa con un mal sabor de boca. A los 20 minutos llegué a la puerta de la casa de Anna, tal y como le prometí. Salió puntual como siempre. Se acercó hasta mi moto con una enorme sonrisa.

-No me esperaba que me volvieras a llamar. -posó un beso en mi mejilla.

-Ya ves, las cosas cambian. -apreté los labios y torné la comisura de mis labios hacia abajo.

-Cierto. -subió a mi moto y me abrazó por la espalda- Pero hay cosas que nunca cambian.

Sentir sus brazos comenzaba a agobiarme, no me encontraba cómodo en aquella posición con ella. Antes habría dado lo que fuera pero ahora era como tener un peso encima. Sin contestar a sus palabras arranqué la moto, aceleré para que el camino se hiciera más corto.

Conduje hasta un antiguo antro en el que antes Anna y yo siempre nos encontrábamos. Al llegar bajamos de la moto y entramos sin más dilación. Nos sentamos en la mesa de siempre. La camarera se nos acercó.

-Oh, mi pareja favorita. Me alegra que sigáis saliendo juntos. -puso una hoja en blanco en su libretita para apuntar nuestro pedido- Aposté por vosotros.

-Que amable es usted. -sonrió satisfecha Anna- Lo cierto es que ya no somos pareja.

-Podríais volver. -nos guiñó un ojo.

Me mantuve serio ya que no me hacía ninguna gracia la conversación tan absurda que mantenían.

Anna estuvo hablando durante toda la comida. Parecía un papagayo, no se callaba. No recordaba que hablara tanto, de sí misma. Los minutos se me estaban haciendo eternos. Cuando acabé de comer me levanté y dejé el dinero sobre la mesa. Le hice una señal a la camarera para que viera que había dejado el dinero allí. Anna se levantó tras de mí. De nuevo la llevé a su casa. A la hora de despedirse tenía la intención de besarme pero tras un frío "adiós" me fui de allí antes de que pudiera actuar.

Entré a casa agotado mentalmente. Necesitaba un descanso. Al entrar me encontré a Cameron y Dakota sentados en el sofá. Ambos estaban durmiendo, Carol había dejado una nota sobre la mesa diciendo que se iba. Mostré una sonrisa ladina ante aquella estampa. Eran realmente tiernos, ojalá mi hermano me quisiera la mitad de lo que Cam a su hermana.

Subí a mi habitación y me acosté.

A la mañana siguiente mientras desayunaba mi teléfono comenzó a vibrar.

-¿Sí? -dije llevándome a la boca una cucharada de leche con cereales.

-Baco, tengo una nueva misión. -bufé cansado.

-Prosigue. -fui cortante.

-Ahora os envío la dirección de una cochera. Debéis de entrar sin que nadie os vea y sacar tres cajas. No las abráis bajo ningún concepto. Son bastante pesadas llevaros algo para poder sacarlas. Necesito que las consigáis para mañana sin falta. Id armados, no sé si habrá alguien supervisando la puerta.

-De acuerdo. -colgó después de contestarle.

•[SIEMPRE mientras ESTÉ]• (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora