Capitulo 3

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—Buenos días, Junnie~

—Buenos días, BaekHyun hyung, ¿cómo amanece? —preguntó sin despegar su vista de los papeles en su escritorio viendo por su vista periférica al chico trajeado sentarse frente a su escritorio.

—¡Horrible! No pude dormir en toda la noche, hubo una fiesta en la casa de arriba y... ¡Ash! ¡Se escuchan los pasos, YeonJun! ¡Los pasos! Además, ¿a quién se le ocurre hacer una fiesta un miércoles? —rió subiendo la mirada cuando un crujido llegó a sus oídos.

—Le dije que ahí no le convenía, es muy sensible a la hora de dormir —rodó los ojos volviendo a las hojas luego de ver la manzana en la mano de su amigo, tomó un bolígrafo y firmó con despreocupación para organizar todo en una carpeta de color mostaza.

—Todavía no tengo el suficiente dinero para la casa que quiero —el peliblanco puchereó jugando con la manzana en sus manos.

—Es muy exigente —rodó los ojos con diversión ajustando los botones de su saco a la vez que se recostaba en su silla sintiendo su espalda baja crujir, al igual que la manzana del otro— ¿Tiene citas para la tarde?

—Solo dos, las demás son en la noche. Tengo tiempo para dormir —hizo un baile gracioso festejando por las horas de sueño— ¿Y tú?

—Tengo una en... —vio su reloj de muñeca— Diez minutos, luego no tengo más nada. Estos días ha ido todo relajado.

—Gracias a la luna, ¿ves esto? —Señaló su cabello blanco— No es tinte, son las canas que me nacieron la semana pasada, ¡estuve tan lleno de trabajo! —se quejó a pesar de querer mucho su trabajo.

—Inventa mucho, hyung —carcajeó, su hyung siempre lograba sacarle carcajadas en los momentos menos esperados— Adiós hyung, falta poco para que mi cliente llegue —el peliblanco movió sus cejas mientras ponía sus labios de manera extraña— ¡Yah, Baek! —el otro salió riendo mientras comía lo que quedaba de manzana. El pelinegro lo siguió con la mirada negando con una sonrisa cuando el mayor volteó haciendo señas extrañas hacía atrás, moviendo la mano que estaba libre en gesto de calor, luego lo perdió de vista ya que hasta ahí llegaba el vidrio de su oficina. Se levantó a abrir la puerta.

—Buenos días, adelante —dijo dejando pasar al vampiro, un nuevo cliente y por ende, un nuevo caso en su día de trabajo.

—Buenos días —saludó el otro tomando asiento. YeonJun volvió a su lugar, tras el escritorio— Choi SooBin —habló el otro extendiendo su mano.

—Choi YeonJun —el vampiro asintió juntando sus manos, los dos sintieron un estremecimiento, no por nada amoroso, claro que no, las manos del pelinegro estaban calientes y las del vampiro heladas, el choque de temperaturas les hizo soltarse rápidamente, YeonJun había aprendido que siempre sería así con esa raza— Lo siento si le molesta pero... ¿Usted no es el modelo de ropa juvenil?

—El mismo —el vampiro asintió juntando sus labios en una línea.

—Dígame su caso y como puedo ayudarlo —dijo esbozando una amigable sonrisa.

—Quiero reclamar una herencia —asintió prestando atención a las palabras del vampiro notando que era el más pálido que había visto hasta ahora, notando también los brillantes colmillos que resaltaban al hablar, sus labios tenían una forma peculiar pero no dejaban de ser llamativos, su voz era grave— Es... Algo complicado.

—¿Por qué lo cree así? —frunció el ceño— Diga todo lo que pasa.

Mi madre antes de morir dejó un testamento... Este decía que las empresas Min&Ho , cuatro millones de wones y ahorros de dos mil dólares, junto a las mansiones Min y sus autos, se darían a mi hermano mayor.

Vamp Laws || SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora