CAPÍTULO ONCE

4.4K 405 27
                                    

JULIANA
__________________

Sostuve mi bebida un poco más fuerte mientras miraba a Natalia desde el otro lado del bar-lounge-restaurante que el amigo de Sam tenía. Se encontró con una persona de la editorial y había estado hablando con él desde que llegamos aquí. Antes de salir para continuar su conversación, me entregó una bebida prepara con bourbon y me dijo que me acercara a una persona que me atrajera y coqueteara.

—Ese es el primer paso—, había dicho. —Estoy segura de que sabes a dónde lleva el resto.

Encontrar a alguien que me atrajera y coquetear. Si no fuera por Natalia presionándome a hacer esto, me habría quedado en casa. Aún así. Parecía bastante simple. Escaneé el bar, sintiendo aleteos en mi estómago. Había un gran por aquí tipos guapos, chicas lindas, pero no podía acercarme a alguien. ¿Podría? Un tipo al otro lado del bar se encontró con mi mirada y me endurecí, trayendo el popote hasta mis labios y mirando hacia otro lado rápidamente, pero no lo suficientemente rápido. Estaba caminando hacia mi y yo di un paso atrás, mirando hacia arriba con una sonrisa cuando se acercó. Dios mío. ¿Por qué miré a mi alrededor? Era Marcos, y parecía no demasiado feliz de verme aquí.

—Parece que estás tratando de desaparecer—, dijo.

Sonreí. —Iba a llamarte. Lo juro.

—¿Por qué no lo hiciste?

—Empecé a trabajar y entre eso y Milo, las cosas no han ido exactamente ... suaves.

—Sin embargo, aquí estás, tomando una copa en un bar como un adulto.

—¿Me creerías si te dijera que Natalia me obligó a hacerlo?

Movió la cabeza y la sacudió un poco antes de soltar una risa. —En realidad, lo haría. Me alegro de que estés aquí.

Me empujé a su abrazo, sosteniendo mi bebida lejos de nosotros. Cuando me retiré, él lo miró.

—¿Qué estás bebiendo?

—No estoy muy segura. Tiene un montón de bourbon y un poco de algo más que no puedo identificar porque, bueno, el bourbon.

Se rio, chocando su vaso contra el mío justo cuando Sam y Renata se unieron a nosotros. —¡Hola, Marcos!— Renata le dio un abrazo lateral mientras Sam me disparaba una mirada de interrogación. Me encogí de hombros, sin saber cómo explicar que Marcos estaba en la gran inauguración.

Mientras más tiempo me quedaba allí, más jodida me sentía, y no sólo con mi bebida. Fue un desastre que no llamara a Marcos cuando llegué a NYC, siempre me llamaba cuando llegaba a cualquier ciudad, sabiendo que yo iba a estar ahí por alguna convención.

—¿Quieres unirte a nosotros para cenar?— Renata preguntó.

Marcos me miró, como si esperara una respuesta.

Sonreí. —¿Por qué no?

—Claro.

Mientras caminábamos al área de restaurante, la cual estaba separada de lo demás, me detuve y le dije a Natalia que íbamos a ir a cenar y le pedí que se uniera a nosotros.

—Voy a pasar, pero vuelvan cuando hayan terminado. Estaré aquí.— Ella le dijo hola a Marcos, que estaba detrás de mí y me miró de nuevo, diciendo todo lo que podía decir con esos ojos expresivos de ella. Le disparé una mirada de advertencia.

—Sam, cómprale otro trago—, dijo Natalia.

—Estoy en ello —dijo Sam detrás de mí.

—Lo tengo—, agregó Renata, moviendo uno de los vasos en su mano antes de entregarlo. —Este es tuyo.

Mi Camino de Regreso a Ti - JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora