Oneshot Mpreg.

NaruSasu I.

Sasuke perdió el aliento, apartó la mirada con vergüenza de la kunoichi y apretó sus puños con impotencia. Casi rió por como las cosas no salían como él quería, comenzaba a creer que la suerte le abandonó.

— Es de Naruto, ¿no es así? —preguntó casi al borde de las lágrimas, limpió el abdomen plano del Uchiha y le dio la espalda un momento para calmar sus emociones— Estás... es que es inaudito.

— ¿Hay alguna...? —apretó sus labios, frustrado por sus pensamientos— No, olvídalo.

— ¿Piensas abortar? —se giró se golpe, trató de ayudar al pelinegro a reincorporarse pero este fue arisco a su tacto— Sasuke-kun...

— ¿Qué otras opciones tengo? —levantó una ceja, bajando su camiseta y mirar su abdomen. ¿En verdad estaba embarazado del estúpido rubio?

— El aborto es complicado en mujeres, supongo que en hombres debe ser mucho peor —respondió, casi incómoda al imaginar que debía cuidar el embarazo de quién suponía ser su amor desde niña— La tasa de mortalidad es alta, aún no se encuentra un método seguro hasta el momento.

El Uchiha bufó atormentado, se colocó en pie con lentitud y observó a la chica de cabello rosado.

— Debes estar al tanto que Naruto está luchando por conseguir el puesto de Hokage, aun cuando Kakashi le ha dicho que debe estudiar para lograrlo —pausó un momento, observando por la ventana los pájaros volar— Un mocoso solo sería un obstáculo para cumplir su sueño.

— Pero... Sasuke-kun, eres su pareja. No creo que Naruto sea lo suficientemente idiota como para dejarte, digo, pasó años de su vida buscándote y sería ilógico que...

— Más ilógico sería arruinar su vida —interrumpió, agravando su voz en el proceso— Él tiene todo para lograrlo, yo no corro la misma suerte. Tan solo es cosa de ver cómo la gente me desprecia, de todas formas no los culpo, tienen razón.

— Te desconozco —admitió, bajando su mirada. Sentía que en cualquier momento lloraría, primero había aceptado con todo el dolor de su corazón que sus dos mejores amigos se hicieran pareja pero que tengan un hijo, eso había sido como un golpe en el rostro— El Sasuke que conocía solo pensaba en sí mismo, en su conveniencia y no necesitaba de nadie más.

Sasuke casi le sonrió con burla.

— Sorpresa, ya no estoy solo gracias a lo que Naruto me hizo —tomó su capa del perchero, sin duda era agradable el consultorio de Sakura pero sentía nauseas desde el día anterior— Y ciertamente, me he dado cuenta que perdí mucho gracias a mi egoísmo. Todos ustedes me ayudaron a salir de la oscuridad pero...

— Naruto fue la principal motivación —el pelinegro le miró por el rabillo del ojo— Él siempre fue la única razón por la que volviste a la aldea, sí, lo tengo claro —tragó duro, su garganta picaba.

— Sakura...

— Deberías decirle, de todas formas se enterará cuando tu vientre comience a crecer —señaló su abdomen— Quedan 2 meses para que sea notorio, te recomendaría comenzar a cuidarte si es que quieres seguir con el embarazo.

Se colocó su capa y avanzó hasta la puerta, deteniéndose antes de tomar el pomo de ella tocó su vientre con miedo recorrer sus venas.

— ¿Cuáles serían esos cuidados? —una lágrima cayó por la mejilla de Sakura, pero la limpió al instante.

— Comer saludable, nada de ramen instantáneo y gaseosas —comenzó a enumerar con sus dedos— Nada de alcohol y tabaco, claro está. Frutas y verduras serán lo más adecuado para el desarrollo de tu bebé; y obvio el no hacer esfuerzos junto con dormir bien serían los cuidados básicos.

— ... Ya veo —abrió la puerta y dio una mirada con el rinnegan a la chica— No le dirás a nadie que tuvimos esta conversación, ya veré cuando sea el momento adecuado para contarle a Naruto.