NaruSasu II.

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Sasuke salió de su casa con rapidez, sentía una náuseas horribles y lo que menos quería era preocupar a su madre. Suspiró profundo inhalando el fresco aire de la mañana, caminó un par de cuadras encontrándose con su novio para irse juntos a la escuela.

— ¿Todo bien en casa? —dio un casto beso sobre sus labios.

— Como la mierda, mi madre no me saca los ojos de encima —suspiró tomando la mano de su novio mientras caminaban.

— ¿Y si les dices que te quedarás en mi casa por una semana? —sugirió el rubio— Le agradas mucho a mamá.

— No lo sé, ¿y si sospecha?

— No creo, está muy ocupada como para fijarse en lo que harás.

— Aún así.

Lo que les quedaba de trayecto fueron en silencio, cuando llegaron a la establecimiento soltaron sus manos por las miradas reprochadoras de los inspectores.

Fueron rápidamente a los camerinos ya que les tocaba deporte la primera hora, saludaron a sus amigos vacilando unos minutos hasta que la clase comenzó y Sasuke se sintió nervioso antes de avanzar a la cancha ya que no quería llamar la atención si se comenzaba a sentir mal. Daba rápidas miradas a Naruto y este levantaba los hombros sin saber qué hacer.

— Diez minutos trotando alrededor de la cancha, andando —ordenó la profesora viendo como los alumnos obedecían.

Sasuke trotaba lento al lado del Uzumaki, a medida que avanzaba se sentía débil y fatigado. Se detuvo cuando dio la segunda vuelta cuando las ganas de vomitar lo invadieron y el menor tuvo que llevarlo rápidamente al baño.

— Llamaré a la enfermera y... —Sasuke lo interrumpió, casi alarmado.

— ¡No! —se apresuró en decir tirando de la cadena del inodoro— No quiero nada... —miró su plano vientre.

— Pero...

— ¿Se encuentra bien, joven Uchiha? —preguntó la profesora afuera del baño.

— Solo fue el desayuno de la mañana, supongo que la leche estaba descompuesta —mintió poniéndose en pie.

— Llegó pálido esta mañana, descanse en los bancos y joven Uzumaki; siga con el ejercicio apenas termine de ayudar a su compañero.

— Dattebayo —hizo leve reverencia.

Cuando la docente los dejó solos, Sasuke lavó su boca y cara apoyando su frente en el lavamanos mientras el menor lo miraba preocupado.

— Algo habrá que hacer cuando tu... —señaló su abdomen— Crezca y ya sabes...

— Sí, no me lo recuerdes —contestó seco y el menor lo tomó de la muñeca.

Cambios de humor.

— Hey, te amo —sonrió mostrando sus dientes y dio un corto beso sobre su frente.

El mayor le observó cohibido con sus mejillas enrojecidas.— Yo también.

Oneshot Mpreg.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora