IzuTobi V

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El sonido de la lluvia chocar contra el ventanal interrumpieron el sueño de Izuna, quien descansaba en el cómodo en el sillón individual de la habitación de su pequeño. Observó perezoso las gotas resbalarse por el vidrio para después desaparecer de su vista, otra vez se había quedado dormido esperando a que su esposo llegara y por fin le dirija palabra alguna, ya que, en la mañana temprano cuando le sintió irse; divisó un sobre sobre su mesita de noche con una pequeña nota a la vista. No se había creído que Tobirama le dejara tal cantidad de dinero que correspondía casi a seis meses de su salario, ¿cómo lo había conseguido? ¿Por qué haría algo como eso? ¿Es dinero para que me deshaga de nuestro hijo?, sus pensamientos abatidos se disiparon cuando leyó al reverso "Siéntete libre de elegir lo mejor para él".

Aún cuando aquel gesto había sido un paso para aceptar al pequeño y salvar su relación, aún dudó de la responsabilidad que podría evadir. Sí, podría darle dinero para comprar todo lo que necesite su bebé, pero más necesitaba su presencia, sentir que no estaba solo en aquel importante proceso.

- Él nos ama a su manera, Obito... -musitó, acariciando por debajo de su suéter el abultado vientre que a medida que pasaban las semanas crecía más, y con ello su dificultad para realizar tareas cotidianas- De todas formas, eres su hijo, su primer hijo. Estoy seguro que en algún lugar de su corazón estamos en el número uno, ¿lo crees así?

Estirándose con cuidado, se puso en pie tomando su espalda baja y emprender su camino hacia la habitación matrimonial. El pasillo estaba oscuro, por lo que avanzó a paso lento deleitándose del relajante ruido de la lluvia caer hasta adentrarse al cuarto solitario; no solía dormir mucho en aquella cama donde alguna vez hubo amor. Prefería descansar en el cuarto de Obito en vez de soportar la cruda indiferencia que le ofrecía su marido.

Un sabor amargo llegó a su boca cuando el pequeño se removió dolorosamente en su interior, jadeó con pesar y quitándose sus zapatos pudo al fin recostar su tullido cuerpo sobre el cómodo colchón. Para su disgusto, no logró acertar en la posición correcta para que su barriga no se sintiera tan pesada sobre él y su espalda no le martillara como solía hacerlo.

No pudo conciliar el sueño, aún aferrándose a la almohada que pertenecía a Tobirama no consiguió la tranquilidad que necesitaba en aquellos momentos. Derramó lagrimas involuntarias cuando sintió la puerta ser abierta, distinguió la esbelta silueta de su esposo y sonrió amargamente cuando se le acercó para acariciar su rostro y besar su frente.

- Ya todo ha acabado, Izuna -relató, con esa voz que cautivó al Uchiha- Empezaremos de nuevo, esta vez saldrá bien.

No captó el mensaje con la rapidez que el mayor esperaba.

- ¿Qué quieres decir? -le observó, aún con lagrimas adornando su atractivo rostro.

- No desperdiciaré un segundo más lejos de ustedes -bajó su mirada hasta el abultado vientre de su esposo y le acarició con ternura- Perdí mucho por mi avaricia, solo deseaba el poder y, la verdad, no necesitaba nada de eso cuando tú me lo diste todo, Izuna.

Oneshot Mpreg.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora