Oneshot Mpreg.

NaruSasu III.

Contaron sus ahorros haciendo una mueca, hace unos meses pensaban comprarse una ps4 o un buen teléfono. Sin embargo, todo ese dinero se iría a cierta personita que crecía dentro de Sasuke, quien no tenía remota idea de como hablar con sus padres del tema.

— Hay que ir al...hospital —susurró Naruto nervioso, poniéndose en pie guardando todos los billetes en su mochila.

— ¿Crees que costará mucho? —frunció sus labios, malhumorado— No tengo idea si hay que ir con un médico general o un ginecóloga...

— Yo tampoco, hay que preguntar allá —tomaron sus manos y fueron al paradero a esperar un bus que los dejara cerca del hospital más cercano.

El trayecto fue de media hora, ambos adolescentes se encontraban nerviosos. Naruto no tenía idea de cómo cuidar a un bebé, él siempre fue el menor de su familia por lo que no entendía como se cuidaba/tomaba/alimentaba un bebé. Sabía que las embarazadas-en el caso de su chico; embarazado- debían tener mucho cuidado ya que podían perder al bebé si no se cuidaban.

Por más que no quería un hijo, no lastimaría a Sasuke y todo lo que provenga de él.

Cuando llegaron al hospital, la recepcionista los atendió amablemente indicándoles con quien les tocaría la consulta. Pagaron el bono y se sentaron esperando a que llamaran al mayor.

Sasuke observaba horrorizado los folletos sombre el parto, observó a una que otra embarazada y sentía algo en su pecho al pensar que en breves meses él estará así.

No pasaron más de 15 minutos cuando una voz grave por el parlante los alertó.

— Sasuke Uchiha, box 4.

Con el nervio a flor de piel, se dirigieron donde les habían indicado y entraron haciendo una reverencia de noventa grados.

— Buenas tardes —dijeron al unísono y la ginecóloga les regaló una tenue sonrisa.

— Un gusto, tomen asiento por favor.

Ambos obedecieron, Sasuke parecía una estatua en aquella sala debido al trauma del folleto y Naruto miraba el suelo descifrando la inmortalidad del cangrejo.

— Muy bien, ¿a qué han venido específicamente?, ¿quieren tratamientos para evitar embarazos? —tecleó en su computador para después mirarlos.

Sasuke deseó que fuera así

— No, en realidad, estoy embarazado —admitió y la doctora asintió— Hace unas semanas tuve los típicos síntomas, no sabía que podía quedar embarazado. Me hice varios test hace cuatro días y todos fueron positivos... —bajó la cabeza avergonzado mientras Naruto acariciaba su muslo.

La doctora redactó todo lo que le dijo el menor y luego suspiró.

— No deben tener más de 17 años, ¿creen que es correcto tener hijos a esta edad? —los menores negaron con la cabeza gacha— Al menos no has abortado como la mayoría lo hace. Necesito hacer un ecografía para ver en qué estado se encuentra tu bebé, sube a la camilla y levanta la camiseta dejando ver tu vientre —ordenó yendo por sus instrumentos.

Sasuke obedeció todo lo que le dijo en silencio y el Uzumaki se puso al lado suyo tomando su mano mientras se mantenía en silencio. La mujer puso un gel frío en el abdomen del adolescente y con el ecógrafo comenzó a proyectar en la pantalla la pequeña manchita que era su hijo.

— Tienes nueve semanas y media, mide como un frijol y se encuentra saludable —informó moviendo el aparato— Aquel puntito grisáceo es su hijo.