HashiMada IV.

7.3K 671 159
                                    

Maldijo en voz alta, mandando al infierno al infeliz Senju que lo embarazó. Lanzó con violencia sus pantalones contra la pared, ninguno le entraba por su nueva figura.

— Maldito sea el día que le abrí las piernas a ese hijo de puta —pateó malhumorado la ropa apilada en el suelo, sintiendo en su interior como un sutil movimiento le hizo parar en seco— ¡Eso dolió, este niño...!

Se apoyó en la pared más cercana y frotó por debajo del camisón su vientre, odiaba alterarse por cualquier cosa y peor cuando su bebé sentía esa rabia y según él, se manifestaba.

— Tu padre es un completo imbécil, espero que jamás lo conozcas. Bueno, eso es imposible porque es el puto Hokage —negó con fastidio y observó el desorden en su habitación— Si se hubiera negado a estar con esa mujer, estaríamos en las aguas termales y fastidiando a Tobirama.

Una sonrisa se dibujó en su rostro al imaginar sacar de quisio al Senju menor y que este no pudiera hacerle nada ya que Hashirama intervendría.

— Pero... —su sonrisa se disolvió y miró su vientre con atención— Solo somos tu y yo.

Con resignación, buscó uno de sus kimonos más grandes y se vistió con uno en especifico que le trajo muchos recuerdos. Con aquel atuendo de color negro con el símbolo de su clan, tuvo su primera vez junto a Hashirama.

Tratando de sacar de su mente aquellos lindos pero dolorosos momentos, comenzó a ordenar todo el desastre que había hecho, sin embargo el sonido de la puerta principal lo alarmó.

— ¿¡Hasta cuando vas a esconderte, basura!?

— ¿Tobirama...? ¡Ese hijo de perra!

Se levantó sin cuidado hasta llegar escaleras abajo, abrir la puerta con violencia y dar una patada en el estómago del platinado haciéndole caer de espalda.

— No creo haberte dado el privilegio de venir a mi casa.

— ¡No vine a atacarte, adefesio! —se levantó indignado y con sus manos quitó el polvo de su ropa— Vine personalmente a advertirte que si sigues ausentandote a tu trabajo, quedarás fuera del comité.

— Estuve en unas misiones, —mintió estoico— Y llegué anoche. Ahora largo.

— ¿Me crees estúpido?

— Sí.

— Escucha, Madara —frotó el puente de su nariz, tratando de no matar al Uchiha— No seré el imbécil que venga a recordarte qué hacer, ya es muy humillante venir a tu asquerosa casa y verte la maldita cara.

— Me conmueves, Senju —fingió llorar para después enseñarle el dedo del corazón— Dile al querido Hokage que no me importa perder ese puesto, no me interesa.

— ¿Me crees tu maldita paloma mensajera?

— Serías igual de inservible —levantó los hombros con diversión.

Tobirama bufó impaciente y contó hasta 100 para no sacar su espada y acabar con el Uchiha.

— Por último, Madara —le miró severo— Hashirama solicita uns reunión de forma urgente contigo, si faltas, tu cabeza estará en la entrada de tu clan.

— ¿Se supone que debo intimidarme?

— Haz la mierda que quieras —se giró dándole la espalda y antes de abandonar su jardín le miró por última vez— Por cierto, estás gordo.

— ¡Como te pille te mato!

Oneshot Mpreg.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora