Oneshot Mpreg.

ItaDei VII.

Minato cargaba con orgullo al pequeño pelinegro que dormía tranquilo en aquella tarde de otoño en la nueva residencia Uchiha-Uzumaki, recordando con una melancólica sonrisa el parecido de su nieto con la de su hijo mayor.

Dos pares de ojos observaban el bulto color verde entre sus brazos, Namikaze negó con suavidad.

— ¿No tienen una misión por cumplir o algo?

— No —contestó rápido Naruto, embobado con el pequeño pelinegro— Ver a mi sobrino es mucho mejor-ttebayo, es tan lindo.

— Se parece mucho a mi hermano mayor —comentó Sasuke embobado.

— Aún no se parece a nadie, hm —llegó Deidara al cuarto con una cara de pocos amigos junto a Itachi , los menores tragaron duro y no pudieron salvarse del golpe en su cabeza proporcionado del rubio— Me dejaron la cocina horrible con sus experimentos de comida, vayan a limpiarlo antes que los haga explotar, hm.

Minato rió con suavidad al ver a los preadolescentes correr fuera de la habitación y cuando su hijo tomó asiento al lado suyo, le entregó con cuidado y experiencia. Itachi por su parte cuando Deidara tuvo al niño en brazos y le acomodó sobre un cojín sobre sus piernas le entregó el biberón.

— Shisui, amor, despierta —canturreó el rubio de cabello largo quitándole un calcetín al pequeño y procedió a hacerle cosquillas. No tomó mucho cuando abrió sus pequeños ojos y Deidara aprovechó que abrió la boquita para quejarse y puso el biberón en ella, comenzando a beber.

— Ya le estás tomando costumbre —alagó el Cuarto con una amable sonrisa.

— Todo gracias a mamá y a Mikoto-san, sin ellas no hubiera sobrevivido la primera semana, hm —admitió embelesado con los preciosos ojos negros que Shisui heredó de Itachi, en verdad era una copia perfecta.

— Espero que este hogar los ayude como padres, que puedan enseñarle todo lo que saben a Shisui y se sigan amando —dio una amplia sonrisa e Itachi devolvió el gesto.

— Fue una sorpresa muy reconfortante, Minato-san —agradeció, dando una pequeña reverencia— Daremos lo mejor de nosotros para que a él no le falte nada —observó a su pequeño y acarició su cabellera.

— Lo harán bien, chicos. Tengo fe en ustedes —se levantó del futón y dio una rápida mirada a su hijo y nieto— Tengo que volver al trabajo, pero volveré pronto.

Tan pronto como dijo aquello, desapareció gracias a la técnica deHaishirin. 

Deidara meció con cuidado al pequeño Shisui, caminando lentamente por la habitación para que no cayera dormido. Itachi por su parte, arregló las mantas del futón para que ambos pudieran descansar cómodamente, admirando con una gran sonrisa de orgullo al rubio le comentó:

— No tendría problema en embarazarte otra vez si tengo el privilegio de verte así de brillante —las mejillas del menor se encendieron, y si no fuera porque tenía los brazos ocupados de seguro golpearía al Uchiha por tal atrevimiento.

— ¡No digas eso frente a Shisui, hm! —exclamó avergonzado, alarmándose cuando el bebé se quejó debido al grito— Ay bebé, perdóon... —puchereó, acomodándolo mejor en su pecho.

Se recostó en el futón con la ayuda de Itachi, no pasó mucho tiempo cuando el pequeño Uchiha terminara su leche y le sacaran eructos con cuidado. Le acostaron con suavidad entre las mantas y sonrieron satisfechos al ver a su pequeño hijo, siendo ellos los últimos en acostarse frente a él.

Itachi acarició la cintura del rubio, dando un corto beso en su cabello.

— Gracias.

— ¿Por qué? —se giró un poco para poder observar sus ojos oscuros como la noche.

— Por todo —se reincorporó para lograr ver a su hijo, era tan pequeño y frágil— Contigo todo es correcto, nada me hace más feliz que ustedes estén en mi vida.

— Itachi...

— Quiero vivir lo que siempre soñé contigo, ¿aceptarías?

— Por ti haría lo que sea, te amo como no tienes idea —dirigió su mirada al bebé— Shisui es el fruto de nuestro amor, algo que creamos y siempre te lo agradeceré.

— Te amo, Deidara.

— Y yo a ti, como no tienes idea.

Fin