9- Nuestros labios

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Son las 22:30, y estamos Flavio y yo en mi lugar sentados hablando como ayer, pero esta vez Flavio me está arropando con sus brazos, mientras lo combina con masajes en la nuca.

- mmh, madre mia Flavio, haces los massjes super bien.

- Lo sé-. Se rie.

Huele perfecto-. Pienso

Nos acomodámos, y Flavio apoya su espalda en un muro de piedra que hay y me propone de ponerme entre sus piernas.
Sus brazos me arropan más aun que antes y continuámos hablando.

De repente el silencio vuelve a invadir el ambiente, me giro para mirarle y me está mirando.

Esto si que no me lo esperaba, ahora nosé que hacer...-. Río un poco como acto de defensa.

Estamos a centímetros, le sigo mirando pero ésta vez me concentro en sus labios, no puedo parar de mirarlos.
Pasan unos segundos y seguimos mirándonos sin decir nada. Siento su respiración más agitada que antes, no miento, estoy igual que él.

Poco a poco se acerca provocando que yo también lo haga, y, nuestros labios se juntan despacio.

Me separo de él al cabo de un rato y le sonrío.
Estoy roja, mis mejillas están ardiendo.

Sonríe y nos acercamos otra vez, desembocando un segundo beso.

- Que beso más bonito-. Confieso.

————-
Me despierto, estoy estirada arropada de flavio que está durmiendo con la espalda contra el muro.
Madre mia, ¡que es de dia!-. Pienso

Ayer por la noche estuvimos besándonos y hablando, me lo pasé muy bien, la verdad es que me estoy empezando a pillar de Flavio, no quiero pero no puedo evitarlo.

Poco a poco, con carícias despierto a Flavio. Flavio abre los ojos de golpe y se le ve muy desubicado. Al verme, sonríe.

- ¡Flavio que es de día! Nos dormimos... madre mia que cuadro.

- Ya te digo si cuadro, ¿qué hora es?

- Ni idea, mira el reloj-. Me río

- Las 6:35 de la mañana

- Uf... seguramente todos duermen aun, vámosos a casa ya que mi abuela se muere si no estoy en la cama...

Nos levantamos y nos vamos rápido a casa. Tengo la coleta prácticamente desecha pero me da igual.

Mientras caminámos a ritmo acelerado hacia el pueblo Flavio pasa su brazo por encima de mis hombros y me dice:

- Ayer por la noche me encantó.

- Y a mí-. Respongo sonriendo mirándole.

....
Abro la puerta sigilosamente evitando despertar a alguien...
Llego a la cama feliz porque no he despertado a nadie, y sobretodo por la noche que he pasado con Flavio.

Un amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora