capítulo 54

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La habitación había quedado hecha un desastre, nada estaba acomodado como la noche anterior. Pero había valido la pena. Ellos volvieron a amarse, como lo hacían antes. Con uñas y dientes. Como sólo ellos sabían, sin nadie que se los impidiera. 

______ despertó y volvió a recobrar sus sentidos. Volvió a sentirse un ser humano de nuevo. Observó la habitación y se sorprendió al verla en tan mal estado. Sin embargo, miró a su lado, y sus ojos se llenaron de felicidad al ver al hombre que ella amaba. Seguía dormido, pero con una sonrisa dibujada en su rostro. _____ se preguntó si quizás soñaba con ella. 

Con cuidado se inclinó hasta sus labios y lo besó fugazmente, pero con mucha dulzura. Noah hizo su sonrisa más notable. Era preciosa. Entonces ______ fue a sus labios de nuevo, y con éste último beso, él comenzó a abrir los ojos. 

- Bonjour, ma chérie –la saludó en francés, como tanto amaba _____ que lo hiciera. 

- Bonjour –contestó ella, apartándose un mechón de pelo que le había caído al rostro. 

______ se acomodó en el pecho de Noah, escuchando los latidos de su corazón y admirando como su mano subía y bajaba al compás de las respiraciones de él. 

No sabían de qué hablar. Pero en realidad no había por qué hacerlo, todo había quedado claro la noche anterior. Noah en verdad la amaba, y estaba feliz de que ella por fin pudiera comprenderlo. 

A _____ la invadieron unas intensas ganas de besarlo. No lo dejó pasar, y se acercó, hasta encontrarse con los labios de él. Se llenaba de sentimientos cada vez que lo hacía, pero ya no más de tristeza. Ella estaba segura que Noah no la volvería a abandonar. 

Él posó sus manos en la espalda desnuda de _______ y le dio leves caricias. A ella le encantaba que hiciera eso. ______ no se quedó atrás, y comenzó a acariciar el pecho tan increíblemente bien formado de Noah. 

- Te amo –susurró Noah entre un beso. Era lo más hermoso que pudo haber dicho en ese momento. Algo más que hermoso… fue perfecto. 

-Yo a ti –contestó _____- Demasiado. –Y lo besó de nuevo. 

Estaban a punto de amarse nuevamente, pero ______ lo detuvo cuando Noah estaba sobre ella. Comenzó a reír y lo miró con una fulminante mirada.

-Es algo temprano –rió divertida- Me volveré una adicta como tú. 

Noah enarcó una ceja. 

-He estado en abstinencia por estas semanas que llevamos separados –le confesó él. - Creo que lo merezco -rió.

_____ se sintió confundida. Ella creía que buscaría placer en otras mujeres. De pronto esa confusión, se convirtió en felicidad. Era cierto que no quería a más chicas. Sólo a ella… nadie más que ella. 

-¿Lo… lo dices enserio? –preguntó ____ con recelo. 

-Sí. Ninguna otra mujer llama mi atención como tú. Tu cuerpo me vuelve completamente loco. Eres como una droga. 

Puso sus brazos firmes en los costados de ella, y se inclinó para besarla. La amaba con todas su fuerzas. Lo que más contento lo ponía, es que ella era sólo de él. Y él era de ella. 

_____ lo detuvo antes de que todo terminara bajo las sábanas. Él no se molestó, aunque deseaba hacerle el amor de nuevo. Lo deseaba tanto como respirar. 

-Vamos a casa, Noah–dijo ______- Seguro Matt está ahí. 

-Joder – maldijo Noah - es cierto. Lo había olvidado. 

Él se levantó con cautela, para no dañar a ______ y se sentó a un lado de la cama para comenzar a vestirse. _____ hizo lo mismo. 

Volvió a ponerse esos ajustados pantalones negros, que la hacían lucir tan bien. Y también se puso la camisa de cuadros que había quedado debajo de la cama.

¡Qué noche! 

Al mirar a Noah, _______ observó que sólo tenía puesto sus pantalones. No llevaba camisa. Sus músculos se notaban. Ese hombre era demasiado sexy. No pudo evitar enterrar los dientes en su labio inferior. 

Al cabo de un rato, ambos ya estaban completamente listos. Volvían a verse decentes. 

Antes de salir de la hermosa cabaña, ______ le dio una última mirada y cerró los ojos un instante. Se guardaron recuerdos en su cabeza que ni el tiempo podría borrar. 

Tomó la mano de Noah y juntos fueron hasta el lugar dónde se hallaba el automóvil estacionado. 

Como todo un caballero Noah le abrió la puerta para que ella pudiera entrar. Volvió a su lugar y encendió el motor, para luego arrancar y dirigirse a la casa de nuevo. 

En el camino hablaron sobre lo maravillosa que fue aquella noche. Noah no tardó en volver a repetirle que la amaba, quería que quedara completamente claro, aunque ella ya lo había entendido. 

Como era de esperase, el auto de Matt estaba estacionado. A Noah le invadió un miedo increíble. Matt le había advertido sobre estar con _____. En cambio ella, no se sentía así. Su padre le había prometido dejarla ser feliz. Aunque Matt cambiaba de decisión muy rápido. ¿Quién sabe? 

Antes de entrar, Noah atrapó el rostro de _____ entre sus manos y la besó.

-Volvemos a enfrentarnos a lo de siempre –dijo Noah divertido, intentando ocultar su miedo. 

-Eso parece -_____ rió también. 

Ella introdujo la llave en la cerradura de la puerta, y cuando por fin le quitó el seguro, ambos entraron lentamente. No vieron a Matt por ninguna parte. Noah suspiró lleno de alivio. 

-No está –comentó él. 

-Debe andar por ahí. 

Y como por arte de magia, Matt apareció con un sobre en su mano. Pero no se veía molesto, ni tampoco feliz. Tenía el rostro perplejo, como si hubiera visto un fantasma. A ____ le inquietó verlo de esa forma. 

Noah comenzó a pensar en una buena excusa, pero se le habían acabado. 

-Matt… -empezó a hablar Noah– puedo explicarte. 

-No –agitó la cabeza. – Es otra cosa –miró a _____ y le sonrió sin muchas ganas. – Ve a tu habitación, hija. 

-¿Por qué no puedo estar aquí? –preguntó _____ sin vacilar. 

-Hablaremos de un tema que no es de tu incumbencia. Sube, por favor. 

_____ no quería discutir más. Miró a Noah y le dedicó una sonrisa. Noah besó su mejilla y luego sus labios, sin importarle la presencia de Matt, aunque a él no pareció afectarle en nada. 

-Te veré más tarde –le aseguró Noah. 

Ella asintió y antes de alejarse, le dirigió una última mirada a Matt. ____ no entendía qué es lo que le pasaba. Comenzó a preocuparse. Aunque después pensó que quizás se trataba de algo de su trabajo. 

Y sin decir más, subió a la habitación, como le había indicado su padre, mientras la duda por saber lo que en verdad le ocurría la carcomía. 

negocios miserables (Noah Schnapp Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora