capítulo 71

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Vuelvo a subir este capítulo para que no quede revuelto.

No tardan demasiado en abrir fuego unos contra otros. Como tampoco tardan demasiado en llegar los compañeros de Noah. Obviamente están de nuestra parte.

-¡_______! –Me grita Noah- ¡Ponte detrás de mí! 

Oh no. Creo que es mejor que me vaya. Pero si los dejo… maldición. 

Siento unas manos en mis hombros. Es un hombre. Comienza a correr y me obliga a hacerlo con él. Me detengo y lo miro. Sus ojos son del mismo color de los de Noah. Tiene el cabello color bronce. Es guapo. 

Entonces lo reconozco. 

-Vamos. –Me ordena- Ya le he dicho a Noah que te llevaría lejos de aquí. 

-¿Eres…?

-Sí, soy Steven. Vamos –gruñe. 

Guau. Steven si que es un hombre apuesto. Pero parece mayor que Noah. No me siento atraída por él, por supuesto que no. Sólo es guapo. Jesús, qué cosas dices, ________. 

Dios, ¿por qué hablo conmigo misma? 

Steven se pone frente a mí y apunta con su arma hacia todas partes. Giro la cabeza y veo hacia atrás. Todavía alcanzo a visualizar a Noah y a Matt, peleando juntos. Me pregunto qué habrá pasado; ¿por qué Matt no ha intentado ahorcar a Noah? Lo traicionó, ¿no es así?

-¡Cuidado! –me grita Steven. 

Chillo y me arrojo al suelo. Siento como si volviera a nacer. Esquivé una bala. Steven no tarda mucho en matar al sujeto que disparó. Me ofrece la mano y me ayuda a levantarme. 

-¿A dónde se supone que vamos, Steven?

-No lo sé –su voz es seria- Sólo tengo que ponerte a salvo. 

Hay una puerta de color blanco. Steven la abre y revisa que no haya nadie dentro. Me hace un ademán para que entre. Asiento y me dirijo con él.

Adentro hay muchos cuadros pintados. Seguro son de esos que son ridículamente caros. Hay una mesa y sillas alrededor. Oh Dios mío, es Ébano, una de las maderas más caras. 

-Estaremos aquí un tiempo. Noah me avisará cuando todo esté bajo control. 

Dejo de admirar los cuadros y me pongo frente a Steven. 

-¿Y si le pasa algo? –Exclamo- Lo pueden lastimar. 

Él frunce el ceño, pero sonríe. 

-No le pasará nada, preciosa. Conozco a Noah mejor que a nadie. Sabe cuidarse muy bien 

Oh, ¿así que lo conoce muy bien? Este es un buen momento para hacer un interrogatorio. 

-¿Desde hace cuanto lo conoces?

-Desde que el tenía 17. Vamos, ahora él tiene 21. Pronto 22. Hace 5 años que lo conozco. Era joven cuando se decidió por ser policía. 

-¿Es bueno? 

Me acerco a una de las sillas y me siento en ésta. Steven se queda parado recargado en una pared. 

-¿Qué cosa? 

-noah. ¿Es bueno en su trabajo? 

Steven sonríe. Seguro que fue una pregunta estúpida.

-No te imaginas cuantos reconocimientos tiene. Ha obtenido tanto en tan pocos años. Yo soy su jefe, y ya está por superarme. Éste fue su primer trabajo de infiltrado. No lo habrían descubierto si tú lo hubieras dejado ir. 

-¡Yo no lo detuve! –estallo.

Arquea una ceja y me mira atentamente, examinando mi rostro. 

-Preciosa, claro que lo detuviste. No sé qué carajos le hayas hecho, pero quiero al Noah de antes. 

Frunzo el entrecejo y me levanto de la silla. 

-¿Cuál Noah de antes?

-Supongo que te ha contado, ¿no? Como él sólo vivía del sexo y bla, bla, bla. Era divertido, le encantaban las fiestas. Jamás salió con una chica. Sabía que follaba con ellas, pero hasta donde yo sé, jamás dormía con ninguna. Ahora, está completamente estúpido por el ‘amor’ No sé si cree estar enamorado de ti, o en verdad lo está. 

-Tú… tú me dijiste que salía con otra chica. 

-Bah, preciosa, te mentí. Noah siempre habla de ti. Bueno, hablaba. Cuando regresó a su vida normal, me di cuenta que estaba volviendo a ser como era. Excepto porque no se ha follado a alguna chica hace tiempo, supongo. Pero ahora que volvió a verte… 

-¿Eso te molesta? 

-Sí.-Se pone derecho y camina hasta donde estoy yo. Toma mi barbilla y me obliga a mirarlo- Me enfada. ¿Sabes por qué? –Agito la cabeza- Porque lo único que haces… es lastimarlo. Lo dañas, y él es como mi hermano. 

Me congelo.

Suelta mi barbilla con cuidado y me da la espalda para volver al lugar donde estaba recargado. De pronto se escucha una interferencia. Es su radio. Lo toma rápidamente y lo pone en su boca. 

-¿Sí? ¿Noah? 

Al pronunciar su nombre, mis miembros vuelven a reaccionar y me acerco rápidamente a Steven. Él me ignora. 

-Steven –reconozco su voz. Es Noah. Mi Noah– Todo está despejado, ¿están bien? Ya pueden regresar. Cambio. 

Steven deja oprimido un botón mientras habla.

-De acuerdo. Estamos bien. Vamos de regreso. Cambio. 

Otro sonido de interferencia vuelve a escucharse y Steven pone su radio en un cartucho que está a un lado de su cintura. Ahí también hay un arma. 

-Listo. Ya podemos regresar. 

Comienza a avanzar. Pongo una mano en su pecho para detenerlo. Umm… La colonia de Steven tiene un aroma fuerte y dulce, aunque no es molesta. 

-Espera. Todo lo que me dijiste… ¿es enserio? 

-Sí –asiente- Espero que cuando todo esto acabe te desaparezcas de él. No lo digo con la intención de lastimarte. Me… me agradas –Su voz no suena muy segura- Sería lo mejor para ambos. Y así dejarías de causar tantos problemas. 

negocios miserables (Noah Schnapp Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora