capítulo 73

4.5K 376 294
                                    

No recordaba lo agradable que era mi casa. Aunque creo que ahora vivir aquí no será nada agradable. Cada espacio me trae recuerdos de Matt. Bueno, ¿cómo no podría? Esta es su casa. Todavía no puedo sacar de mi cabeza el trágico momento. Como todo pasó con tanta rapidez. Sus últimas palabras, su último aliento… Hasta que se fue para siempre. 

¿Qué haré ahora? No tengo a nadie conmigo. Estoy sola en esta enorme casa. Aleje a Noah… Oh, mi Noah. Seguro lo lastimé con mis palabras. Ahora si estoy tan arrepentida. Soy una egoísta. 

Estoy sentada en el sofá favorito de Matt. Donde muchas veces se sentaba a trabajar en su Netbook. Dios mío, no sé cómo podré vivir aquí. Duele tanto recordarlo. 

Unos hombres se han llevado el cuerpo de Matt y lo prepararán para el funeral. No quería dejarlo, pero me obligaron a regresar a casa. 

Mi rostro está húmedo, mis mejillas llenas de lágrimas y los ojos me arden. Sostengo un pañuelo en mi mano, aunque muy pocas veces lo uso. Lo único en lo que puedo pensar es qué será de mí sin mi padre. 

Algo me distrae, es el timbre de la puerta. ¿Visitas? Qué extraño. 

Con pocas fuerzas me levanto de sillón y seco mis ojos con el pañuelo. Hago un largo camino hasta que finalmente llego a la puerta. Tomo aire y la abro. 

Encuentro a una mujer completamente preocupada, su cabello pelirrojo está algo desacomodado, pareciera que no ha dormido. ¿Ella lo sabe?

-¡______! –Exclama Cassandra- ¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué estás llorando? ¿Matt está bien?

Su última pregunta me hace romper en llanto nuevamente. Ella sólo me mira con confusión. La invito a pasar y cierro la puerta. Me recargo en ésta y miro a Casandra. 

Le dolerá. Le dolerá tanto como a mí. 

-¿Vas a decirme que ocurre? 

Se muestra completamente impaciente. Cierro mis ojos y dejo que mis lágrimas broten. Vamos, ______, dile…

-¿Matt está… bien? ¿Dónde está él? 

Me limpio las lágrimas con la parte trasera de la mano.

-Cass… él… 

-¿Él? –insiste. 

-Matt no… no regresará

-¿Qué?

Aquí voy. Tomo aire. 

-Está muerto –le suelto.

Pronunciar esas palabras duele tanto como si me acuchillaran. La cara de Cassandra cambia completamente. Abre los ojos de par en par. Se congela. Trato de calmar mi llanto, pero no para. Las lágrimas fluyen y fluyen. 

Cassandra pestañea. 

-Por eso… él me…

Sus ojos también se llenan de lágrimas y con mucha rapidez me abraza. Sus lágrimas me mojan la blusa y también el cabello. Acaricio su espalda lentamente con mi mano y la consuelo. Mejor dicho nos consolamos. 

-Él me lo pidió…-solloza- Creí que…

Me separo de ella lentamente y la miro. No entiendo de lo que está hablando. 

-¿De qué hablas, Cass?

Ella se limpia las lágrimas y luego extiende su mano derecha. No comprendo que es lo que quiere decirme, hasta que veo sus dedos. Tiene un anillo de compromiso en el dedo anular. ¡Se iban a casar!

-Oh dios mío… -jadeo- No lo sabía. 

Cassandra baja su mano. 

-¿Ahora lo entiendes?... Todo esto será tan difícil para mí. 

Agito la cabeza.

-Para mí también. Él era mi padre… estuvimos juntos muy poco. Tú puedes volver a hacer tu vida. Sin embargo, yo no puedo conseguir un padre. Se ha ido, para siempre. 

-Lo sé –murmura- Lo sé, _____ -Se acerca para envolverme en sus brazos- Yo también lo amaba. Desde que estábamos en la escuela estaba enamorada de él. Cuando me pidió ser su esposa… no lo dudé ni un segundo. Ni siquiera por su trabajo… porque lo amaba. 

-Oh, Cassandra… yo…

El sonido de la puerta me distrae. ¿Ahora quién es? Quizás son los hombres del trabajo de Matt. Si es así estoy en problemas.

Me alejo de Cassandra para atender. Oh no…

Rápidamente me abraza sin siquiera dejarme decir una sola palabra o alejarlo de mí. 

-_____ -susurra contra mi cabello.

-Noah, ¿qué haces aquí? 

Me mira a los ojos y seca mis lágrimas con su pulgar. 

-Nena, sé que me pediste que me alejara de ti, pero no puedo hacerlo. Excepto ahora que más me necesitas. 

Escucho los tacones de Cassie acercarse a nosotros. Noah me suelta rápidamente y mira a Cassandra. 

-Hola –la saluda. 

Cassandra sólo frunce el ceño. Vuelvo a mirar a Noah. 

Recuerdo lo que me dijo Steven.

-No te necesito. Puedo enfrentar esto sola –Oh, qué mentira más grande he dicho. Intento sonar firme- Te he repetido cientos de veces que te quiero lejos de mí.

-Yo sí te necesito. –Su voz suena triste. 

Lo estoy lastimando. 

-Vete, ¿sí? No quiero discutir de esto… he tenido suficiente este día. 

-________

-¡Vete! –esta vez le grito. 

Baja su mirada un momento y un rato después me mira de nuevo. 

-Está bien. 

No está bien, Noah. Nada está bien. 

Toma mi mano y besa mis nudillos. ¿Por qué lo hace? Todo es más difícil de esta forma. 

-Te amo –susurra. 

Da la vuelta y abre la puerta. Me mira una última vez y sale. 

-Yo también –murmuro, pero él ya se ha ido. 

negocios miserables (Noah Schnapp Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora