La vida de Danna

3

Después de cenar papá llevó a Selegna a su casa porque no quería que tuviera problemas con su familia. Así que estaba en la sala con mi mamá platicando en lo que llegaba papá. Me hubiera ido a mi cuarto pero no soy así, no me gusta dejar a mamá sola, creo que a nadie le gusta la soledad. Me estaba contando cómo le fue en su primer día de trabajo en este ciclo escolar, ella es maestra de primaria de tiempo completo. Se le llama así pero en realidad es solo es de 7 de la mañana a 2 de la tarde

—Mami— hablé para que supiera que iba a cambiar de tema

—¿Qué pasó mi amor?— dijo mirándome confundida

—Hoy me sonrió Antonio— no pude evitar decirle, es mi madre y siempre le cuento todo. 

Bueno casi todo.

—Ay mi amor— dijo sonriendo, —¿Nada más eso pasó?

—Pues si— dije encogiéndome de hombros no quería que pensará que fue la gran cosa

—¿Por qué no lo hablas cariño?_ dijo de manera sutil

—Porque no mamá, sabes que tiene novia— conteste mientras agachaba la miraba

En mi mente: oh, que limpio está el piso. Mamá deja de echarle más sal a la herida

—No estoy diciendo que le coquetees, te digo que lo hables, quien sabe tal vez se vuelvan amigos

_No mamá, no creo poder ser su amiga— contesté mirándola de nuevo

—Nunca lo sabrás si no lo intentas— lo dijo en manera de reproche

—Estoy mejor así, sola— dije asintiendo con la cabeza y mirándola con orgullo

—Sabes que eres muy joven, algún día llegará alguien para ti— ladeó su cabeza

—Ay no mamá, no empieces con tus sabias palabras— me acomodé para recostarme en el sofá

—Solo digo la verdad mi amor

—Si, si mejor te cuento sobre mi primer día— dije para cambiar de tema

_Soy toda oídos cariño— asintió varias veces con su cabeza

Iba a comenzar a contarle cuando llegó papá y al entrar traía sabritas y refrescos.

Que mal que Selegna se fue, pensé.

—¡Hora de consentir!— gritó papá entrando con las cosas en sus manos

—¡Genial!— dijo mamá mientras se levantaba para ir a la cocina

—¡Que rico!— exclamé mientras me levantaba para ayudarlo

—¿Quién dijo que te iba a dar? Dije "hora de consentir", pero a tu mamá— detuve mi acción en lo que me respondió mi amoroso papá

—¡Papá!— me cruce de brazos

—Para ti no hay nada, es más, a la cama recuerda que tienes que dormir temprano— rodé los ojos

—Eres un ser muy cruel— dije murmurando

—Síguele y menos te voy a dar— ups, si lo escuchó

—Ya amor— dijo mamá regresando a la sala con un traste y vasos

—Bueno, sólo porque la reina de la casa lo dijo— me señaló con la mano y en forma de respuesta le saqué la lengua 

Y fue así como tuvimos una noche divertida. 

Comimos chucherías mientras veíamos películas. 

Papá se la pasó peleando conmigo, hubo un momento en donde me escondió el traste para que dejara de comer, ya que según él como mucho, es bien exagerado.

Una vez que terminó la última película mamá me mandó a dormir porque si no iba a apagar el Internet y no me convenía eso.  Aunque pensándolo bien de todas maneras no iba a hacer nada porque sé que me van a estar vigilando.

Bien ninguna de las dos opciones servía, bueno aunque si me desvelaba no iba a poder ver nada, era mejor dormir.

Me cambié de ropa para ponerme algo cómodo para dormir y me dirigí al baño para cepillarme los dientes. Al terminar agarre un poco de agua y la dirigí a mi boca. Espere unos segundos y la escupí, al hacerlo me di cuenta que salió con sangre, mucha sangre. Me extraño que sucedería pues yo no era de encías sensibles. O eso creía.

No le tome importancia.

Me observe en el espejo y mire que los moretones se pusieron de un color más oscuro, ni siquiera me había golpeado o lastimado para que se pusieran así. 

Lo único que se me ocurrió por hacer fue, ir a la sala y buscar una crema para ponerme en los hematomas. Una vez que termine me fui a la cama para poder dormir.

Nota: Las encías sensibles en realidad son una enfermedad periodontal. Es muy común que al realizar acciones comunes, como el cepillarse los dientes, la persona se desangre ya que las encías son muy sensibles.