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Me desmayé.
Cuando abrí los ojos observe que me encuentro en un hospital. No sé ni que hora es, si es de día o de noche. Estoy sola en la habitación, no se oye nada. Lo único que suena es la maquina donde se ven los latidos de mi corazón. Nunca me ha gustado el color blanco, lo detesto, es tan insípido y aburrido que hasta me provoca el querer vomitar.

—Que bueno que has despertado Danna. Ya nos habías asustado— dijo el doctor entrando a la habitación

Es el doctor al que acudimos la primera vez, el doctor Martines, él fue el que recomendó al hematólogo.

—¿Y mis padres?— pregunté extrañada al no encontrarlos

—Les dije que era mejor que fueran a casa, estos días han sido cansados para ellos

—¿Días? ¿Cuánto tiempo llevó aquí?— pregunte asustada

—Danna, llevas una semana aquí

¡¿Qué?!

—Eso no puede ser cierto— intenté recordar algo pero me es imposible, me duele la cabeza cuando trato de recordar

—Estabas en casa cuando te pasó

—¿Por qué me desmaye?— pregunté incrédula

—No te has alimentado bien, estás débil y el no comer empeoró tu situación

—¿Realmente voy a morir?— el doctor lució sorprendido por la pregunta no esperaba esa pregunta y a decir verdad yo tampoco la pensé solo lo dije inconscientemente, luego me miró con mucha tristeza

—Danna, ya les dije lo que creo. No es que sea un interesado como me llegó a llamar tu mamá, sólo digo que debes de disfrutar en vez de que te sometan a un tratamiento doloroso

_No quiero que eso pase— sentí mis ojos llenarse de lágrimas

—No debería decirte esto pero tu papá está gastando muchísimo dinero en doctores extranjeros

—Si no debe decirlo, ¿Por qué me lo cuenta?— me entró la duda, más bien intriga por saber la respuesta

—Para que tomes una decisión, esos doctores te harán quimioterapias y habrán miles de medicamentos. Considero que ningún niño debe de pasar por todo eso, tú aún eres una niña que debe disfrutar el poco tiempo que le queda

—¿Por qué me dice eso? ¿Por qué ahora?— las lágrimas rebeldes resbalaron por mis mejillas

—Porqué lo traté de decir pero ustedes se fueron y no volvieron a venir, hasta ahora. Tenía que decírtelo a ti porqué tus padres no lo van a entender, están cegados por encontrar una salvación. Lo mejor para ti es disfrutar— el doctor agachó su cabeza, su voz sonó triste

—¿Usted cómo sabe lo que es mejor para mi?— lo miré con desconfianza

—Porqué a mi hijo le pasó lo mismo. A él le dio otro tipo de leucemia, tenía 6 años cuando murió. Hice todo lo que pude para salvarlo y no sirvió nada. Todo el tiempo eran medicamentos, quimioterapias, inyecciones, hasta que él un día me dijo: "Papá, sólo deseo que llegue la hora de morir porqué ya no aguantó todo este sufrimiento", esa misma noche murió— el doctor tenía la voz quebrada y vi como disimuladamente se limpió unas lágrimas

—Lo lamento tanto— mi voz igual sonó quebrada

—Por eso te digo Danna, no pienses en que te vas a morir, en algún momento todos lo haremos. Solo disfruta tu vida lo más que puedas— me miró a los ojos con mucha ternura

Ahora entiendo, el doctor no quiere que sufra como su pequeño hijo. Me da mucha tristeza lo que pasó con su niño, nadie merece tanto dolor.
El doctor tiene razón, mis padres están cegados, ellos quieren salvarme. Es lógico, los entiendo pero deben pensar en mi. Yo desde un principio dije que no quería que hicieran ningún gasto en mi y si no es por el médico ni me entero que, hasta, están buscando doctores extranjeros.

—No quiero más dolor— dije llorando más fuerte

—Habla con tus padres. Ellos, a ti, si te escucharan— me sonrió y me dio un leve apretón en mi mano

—Muchas gracias, por todo— sentí la necesidad de agradecerle, de cierta forma él me contó una anécdota que no a cualquier persona se le cuenta

—No hay nada que agradecer Danna. Ahora duerme que es tarde— y con dicho eso salió de la habitación

Pobre niño, si que debió sufrir. Ahora me siento peor, el saber que un niño más pequeño que yo tuvo el valor de afrontar su condición, no ayudó en nada.
Volví a llorar, lloro por todo. No sé que es lo que quiero, por un lado si me gustaría estar en tratamiento para ver si puedo sobrevivir pero ¿Y si no funciona? No quiero seguir sufriendo, aunque con o sin el tratamiento seguiré sufriendo. Ese tema lo tengo que hablar con mis padres cuanto antes.
Mañana temprano hablaré con ellos y los haré entrar en razón.



Nota: ¡Hey! ¿Qué tal todo?
Pobre doctor:( sufrió mucho con lo de su hijo:c
Ustedes que opinan, ¿Danna debe someterse a tratamiento?
Dejen sus comentarios que los leo:3
¡Hasta el próximo capítulo!

La vida de DannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora