Mis días se volvieron monótonos.
Solo iba a la escuela a calentar la silla, porque en realidad no hago nada.
De hecho varios maestros ya se quejaron de que no hago ni una tarea y de que no pongo atención a las clases, que me la paso durmiendo todo el día. El director me dijo que si no me aplico en los últimos días va a mandar a hablar a mis papás porque yo no era así.
Realmente no quiero eso. Mamá empezará con sus ideas de que es mala madre por no estar conmigo y se culpará de todo cuando no es así. Es solo que me da mucha flojera, en si no es flojera. Es un cansancio que tengo, me canso de no hacer nada. Sonará loco lo sé. Pero realmente es así, me canso mucho y no hago nada para decir que estoy cansada o algo por el estilo.
Él único que me acompaña todo el día es Milo. A veces nos escapamos de clases para ir a las gradas para que pueda dormir a gusto. Él cuida de mis sueños. Me molesta diciendo que ronco mucho y cuando le digo que entonces no lo volveremos a hacer él dice que es broma, que parezco "Un ángel durmiendo". Todo menso que está.
Selegna casi no está conmigo porque está de novia con uno de los chicos más populares de la escuela. No me molesta que no esté conmigo, al contrario, si ella es feliz yo también. Es solo que ella es muy buena niña para que ande con alguien como él. Ya saben, es el típico chico que promete amor cuando en realidad solo está contigo por una razón.
En fin, soy su mejor amiga (como ella dice) y estaré con ella siempre aunque solo le diga que es una "Conocida".
—Milo estoy asustada— dije cuando despertaron mis 5 sentidos
—¿Por qué?— preguntó volteando a verme
Él está acostado a mi lado pero a diferencia mía está boca abajo, por lo tanto apoyó su cabeza en su mano mirándome.
—Últimamente no he estado nada bien— admití suspirando
—Eso lo sé. Te lo dije desde un principio— dijo con arrogancia
—Ahora las cosas empeoran— dije ignorando lo que había dicho
—¿Qué cosas?— me miró extrañado
—Ayer que estaba en mi casa me empezarona dolor mis piernas y brazos. No sé cómo explicarlo era como si me doliera hasta los huesos— dije recordando ese horrible dolor. No se lo deseo a nadie.
—Estás enferma— dijo sonando obvio
—No lo creo— contesté convenciendo me más a mi que a él
—¿Te ha pasado algo más?— preguntó observando me detenidamente
—Pues la gripa me regresa y al día siguiente es como si no hubiera estado enferma— frunció el ceño
—¿Qué te dijo el doctor cuando fueron?— él era el único que sabía de ello. No quise contarle a Selegna para no preocuparla, a penas está siendo feliz para que lo arruine.
—Pues volveremos a ir para ver cual es el resultado del análisis de sangre— no quiero ni recordar ese día
—Ahí sabrás que es lo que tienes
—Tengo miedo
—No debes tenerlo. A lo mejor y si estás débil y solo es cuestión de tomar vitaminas o algo— me agarró mi mano para darle una fuerte apretón
—Eso espero, realmente no quiero preocupar a mis padres
—No te desesperes, ¿Está semana irán?
—Si, el sábado
—Faltan dos días, tranquila todo estará bien
—Quiero dormir— con eso él alejó su mano de la mía
—No te detengo más— se acostó a mi lado para que pueda dormir
Realmente me da miedo pensar en todo eso. No pasó mucho tiempo para que volviera a caer dormida.
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La vida de Danna
Подростковая литератураDanna es una chica dulce y que sus padres adoran así como ella a ellos. Ella le gusta un chico desde haces años, Antonio, un chico que tiene novia. Ella no hace por intentar algo con él. Descubre que es enamorarse en el momento equivocado. ¿Por qué...