Capítulo 10

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¿Qué puedo hacer?

Mis pequeños ángeles hacían de mi vida un reto continuó. Y sus padres ni para qué..

Era más fácil tratar con la rabieta de uno de ellos, que con las frustraciones de sus padres..

Recuerdo el cumpleaños de la pequeña Luana. Ella quería un pastel rosado y sus padres le compraron uno lila. Ella montó un berrinche que sus padres querían esconderse bajo la mesa..

Despues de convencerla de que el color lila era hermano del rosa y que se sentía muy solo y por eso le pidió venir en su lugar a celebrar su cumpleaños. Ella se calmo y empezo a reirse.. le pareció un chiste y todos se rieron con ella. Jugaron y comieron pastel hasta saciarse..

Gracias señorita Miller. La verdad es que aveces no se que hacer..

¡Yo tampoco!..le respondí . Y eso le causó tanta gracia a la madre de Luana que terminamos riendonos las dos..

Luego le dije: Cuando no se que hacer, le pido a Dios sabiduría y él me ayuda a pensar en una solución..

Pero usted puede hacerlo.. ¡Yo no!..El señor se olvidó de mi..

Yo también llegué a pensar lo mismo. Cuando mi hijo se veía al borde de la muerte y no sabia que hacer. Sola y sin ayuda de nadie. Pero me equivoque.. Porque su palabra dice: Yo nunca me olvidaré de ti..
Isaías 49: 15

Señora Hernandez. También fui esposa y madre y comprendo lo que puede sentir. Pero si yo estando lejos de Dios, vi su misericordia, para usted está tambien dispuesta esa gracia inmerecida que es su amor misericordioso.. la fuerza y la sabiduría que usted necesita vienen de Dios. Y él se los dará si usted se lo pide..

¡Quiero creer eso!..Pero aveces no puedo..

¡Lo comprendo!..¡Se lo aseguro!.. pero su palabra promete ayudarnos y a la verdad.. ¡necesitamos mucho de su ayuda!..

¡Es verdad!.. ¿señorita o señora..?

Señorita.. ya no tengo esposo ni tampoco hijo.. volví a mis inicios..

Entonces señorita Miller .. ¿Cree usted, que Dios quiera ayudarme?..

¡Por supuesto!.. en Isaías 50: 8 dice: " He aquí que Jehová el Señor me ayudará" Él la ayudará señora Hernández, ¡solo pidaselo..!

La conversación con la señora Hernández era seguida de cerca por unos oídos muy finos y por una mirada curiosa..

La fiesta de Luana terminó y los niños con sus padres se marchaban. Cuando solo quedaban unos pocos me encontré con una mirada familiar.

Y su sonrisa me turbo un poco..

Correspondí apenada e incómoda. No me había visto en una situación así en muchos años..

¡Hola..!

Hola señor Cabalzeta..

Sonrió y cuando iba a preguntarme algo, Lily se colgó de su brazo y yo aproveché para despedirme.

No quería esa conversación..ya habían pasado muchos años como para volver a comenzar..

Él tenía su vida y yo ya había decidido que hacer con la mía.

El fin de semana me disculpe con los padres de Esteban y con Julieta. Había una actividad muy importante en la iglesia y el pastor y su esposa me pidieron ayuda.

Sería líder a cargo de un grupo de jóvenes..

Esa mañana nos reunieron a todos antes de empezar la actividad. Todos los líderes nos tomariamos de las manos para orar juntos.

Una mano apretó la mía y al sentir demasiada cercanía lo voltee a mirar. Casi caigo de espaldas al ver junto a mí a Julian. .

El pastor oraba pero mi corazón latía muy fuerte al sentir como su hombro se pegaba al mío. ¿Era a propósito? ¡O accidental!..

La oración terminó y los líderes fuimos divididos por grupos. Julian seria el líder en jefe y casualmente yo estaba en su grupo..

Trataba lo menos posible de estar a solas con él..y eso a él le hacía mucha gracia.

Lo divertido para él, era incómodo para mí..

A la hora de comer se acercó con un plato para mí..

Si mal no recuerdo me dijiste que amabas las albóndigas. Así que espero sean de tu agrado.. Rebeca..

Se fue sin decir nada más..

El pastor se me acercó y me preguntó: ¿Es él el mismo Julian del que nos hablaste?..

¡Si pastor!..

¡Vaya sorpresa!.. interesante.. ¡Muy interesante!.

No veo esto interesante..¡Sino incómodo.!

¡No te preocupes!..Julian no muerde..

Una sonrisa en los labios del pastor me hizo sentir peor..

Se congrega por las tardes..talves ahora quiera cambiar por las mañanas..

¡Pastor!..

Jajaja..Tranquila.. ¡es una broma..!

El pastor se fue y al llegar junto a su esposa ella le preguntó: ¿Es el mismo Julian?

Sí..y estoy seguro que ella es la misma mujer de la que él dijo seguir enamorado..

El naufragio de DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora