Capítulo 19

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Temor

Después de ver al hijo de Lucas sano y a él recuperándose mi fe no podía verse más fortalecida.

Había orado mucho por su hijo y por su recuperación, pero verlos ahí frente a mí, ¡era increible!. Estaba feliz. Lucas y su familia eran ahora parte de la familia de Dios.

Para Julian mi felicidad lo confundía un poco. Era raro para él hallarse ante el exesposo de su novia. Y que él se fuera a congregar por las mañanas lo hacia sentirse aún más incómodo.

Luchaba con los celos, pero esa prueba era difícil de controlar. Había sido la mujer de ese hombre y por más que trataba de dividir el pasado y el presente de Rebeca se le estaba escapando de su control emocional.

Cuando salieron del templo Julian la invitó a tomar un café..

Después de un rato de mucho silencio entre Rebeca y él, decidió sacar el tema..

Rebeca..tu esposo..

¡No sabia que aún seguia casada!..me dijo con una sonrisa.

Julian.. ¡Tú eres mi vida ahora!. Y para que te sientas más cómodo. ¿Que te parece si me congrego contigo por la tarde?

¿Y los niños..?.

Acomodare mi horario con ellos y con sus padres.. Lo primero es que tú estés tranquilo y seguro de que lo que siento por ti ¡es real..!

La presencia de Lucas no debe ser motivo para dudar, sino una muestra de las maravillas de Dios. Su hijo y él son una victoria que me atribuyo en lo espiritual. ¡Oré tanto por ellos! que no quiero que nada ensombrezca este milagro. Mi dicha es completa al saber que él y su familia hoy le pertenecen a Dios..

Te amo Julian. ¡A ti..! Y no debes dudarlo. Lo que pasó en mi vida con Lucas lo marcó el error y la desobediencia a Dios y pague muy caro mi pecado..

Ahora delante de mí está un hermoso futuro con el hombre que amo. Y no quiero que nada vaya a afectarlo..

Cambiaré las cosas que tenga que cambiar, porque para mí lo primero eres tú..

Tomando mis manos y besandolas, Julian suspiraba en paz y dejaba de lado el temor a mi pasado..

Julian y yo empezariamos de cero. Y nos tendríamos la confianza de hablar de lo que no nos parecíera en cuanto a lo que vivieramos como pareja.

Esa noche él me dejó en mi casa y con un beso se despidió de mí ..

Al entrar a mi casa sentí un escalofrío...

¿Que raro? ¿De donde viene esta emoción tan extraña?..

Sin prestarle atención me fui a dormir. Había sido un fin de semana de muchas emociones.. Las predicas y los talleres me habían hecho pensar en mi vida cuando fui una mujer casada. Me mostró errores y actitudes que yo creía inofensivas en mi carácter, pero que al reconocerlas debería tratarlas con mi pastora en mi siguiente reunión de consejería.

Cerré mis ojos y me quedé dormida. De pronto las imagenes empezaron a correr por mi mente..

Estaba casada y vivía en la misma casa donde actualmente vivo y tenía hijos. Todo parecía perfecto hasta que llegó mi esposo. Julian.. pero aunque sabía que era él su rostro y sus acciones me recordaron a los de Lucas..

El naufragio de DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora