Capítulo 17

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Hora de detenerse

Los celos de Julian se hicieron más notorios con el paso de los días. Le molestaba que yo hablara con los padres  de los niños de mi clase. En especial si eran jovenes o bien parecidos.

Nuestras salidas aunque eran muy románticas y las disfrutaba, él parecía querer alejarme de cuanto hombre se me pudiera acercar.

Se torno muy molesto cuando estando en la iglesia me acerque a Juan para disculparme con él por apagar mi teléfono y no responder a sus mensajes. Le di las gracias por orar por mí y después le di un abrazo como siempre lo solía hacer y volví al lado de Julian.

Su mirada  despedía fuego. ¡Le molestó que Juan me abrazara!. ¡Era su amigo! y entre  Juan y yo ¡jamás había pasado nada!  Lo amaba como a un hermano y estaba segura de que Julian también. 

Su actitud estaba mal, pero él no lo veía así..

Cansada de eso, aproveche nuestra primera reunión con los pastores y fui directamente al grano..

Les  narre cada suceso y las actitudes de Julian y mi preocupación sobre sus celos..

Julian solo me miraba hablar, sin decir una palabra..

Después de escucharme el pastor  volvió a ver a Julian y le preguntó: Escuchaste lo que Rebeca dijo. Ahora.. tú que dices: ¿Eres celoso Julian?

Sí pastor y ¡mucho!. Siento celos de todos los hombres y me enfurece que la toquen o que la miren..

Y esto Julian lo sientes ahora por Rebeca o a sido una conducta en tu vida.. le preguntó el pastor.

Julian guardó silencio por un momento y bajando su cabeza dijo: Con Rebeca .. ¡es peor!... Yo no era así pastor.. Desde que mi mejor amigo se marchó con la que iba a ser mi esposa y mis malas elecciones con las mujeres esto se volvió para mí un mecanismo de defensa..

Y .. ¡la verdad se me hace incontrolable  cuando me siento inseguro de retener a quién amo! ¡Amo con toda mi alma a Rebeca!¡usted lo sabe pastor! .. pero no se como controlarme cuando estamos juntos y otro hombre la mira o se le acerca..sin importar quién sea. Me molesta y cambio de actitud, no solo con ella con el momento con la situación y me indispongo..

Yo no quiero lastimarla pastor.. Es..

Es..que temo que otro se interponga entre nosotros y ella me deje..

Julian estaba abriendo su corazón a pesar  de que lo que decía le dolía y lo hacia sentirse avergonzado..

Era difícil para él y en especial que yo estuviera allí.  Se sentía desnudo y eso lo incomodaba. Pero yo había orado mucho para que su orgullo no se interpusiera y pudiéramos enfrentar y superar este gran obstaculo entre los dos.  Un gigante que había que derribar.

¿Tú la amas Julian?  Le preguntó el pastor señalandome a mí..

¡Usted sabe que sí pastor!. He esperado mucho por ella.  ¡Amo mucho a Rebeca..!

¡Bien!.. Escuchame atentamente,  hay algo que tienes que comprender Julian, los celos son un pecado delante de Dios y ese pecado afecta directamente a tu pareja.

Los celos son prueba de desconfianza y son padres del miedo y del resentimiento..

La ira y el enojo  que provocan, ciegan la razón de la persona celosa  y no les permite ver claramente las cosas..

Todo lo miran distorcionado   provocado por sus temores..

Julian.. la Biblia dice: "El que teme espera el castigo" 1 Juan 4: 18

El celoso tiene miedo de perder a quien quiere.. y con su actitud celosa está perdiendo a quien ama.. la ostiga, la cansa..

Tus temores infundados hacen sentir inseguridad a Rebeca. De ti y de ella misma..de su elección y de su futuro contigo..

Esa no es mi intención pastor..¡yo la amo.!

Julian.. En ese mismo versiculo de 1 de Juan 4: 18 dice: "En el amor no hay temor"

Tus  temores y tus inseguridades  te han llevado a refugiarte en una actitud de celos..y eso a abierto puertas negativas y tus emociones se han vuelto tóxicas..

Si sigues por ese camino echaras a perder lo que has soñado con Rebeca..

¿Que puedo hacer pastor?.. No quiero que eso suceda..

Lo primero ya lo hiciste.. Reconocer que tienes un problema.. Lo segundo es mas difícil..

Aquí podemos orar por ti y estoy seguro que tu novia  ya ora por ti en esa área..¿No es así Rebeca?.

¡Así es pastor.!   Yo lo amo y quiero lo mejor para él.. le respondí

Bien..ya escuchaste a tu novia.. Ahora te toca a ti dar los pasos de la mano de Dios..

¿Como pastor?.. ¿Qué tengo que hacer?..

¡Escucha Julian!.. Cuando estás contaminado por los celos tus oídos no escuchan bien; porque te ciegas y tus ojos solo ven lo que temes.  ¡Perder a quién amas!. Mientras tú mismo la separas de ti, con tus acciones, con tus palabras y tus arrebatos. Porque dudas y temes a no ser amado como tú amas.

Ese es el mayor temor de la persona contaminada por los celos.  No ser amado como él ama..

Tú sufriste por tus errores en tu pasado, ¡sin Dios!  y tu alma se apego al miedo a ser herido otra vez.  Pero al igual que Rebeca tú  tienes que superarlo..

Ella supero su miedo a amar de nuevo y a creer en un futuro con un hombre a su lado.. Ella está poniendo de su parte dando un paso a la vez. Confiando en el Señor y poniendo su vida y sus emociones en sus manos.

Tú Julian eres un buen hombre y esto también lo vas a superar de la mano de Dios..

La  promesa de su ayuda está escrita para ti en  Isaías 41: 13 " Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo"

Con Dios Julian tienes la victoria segura. Pero tienes que estar dispuesto a obedecer su voz cuando sientas que viene sobre ti un arrebato de celos. Tu dependencia de él te dará el dominio propio que tú necesitas.

Tus temores desaparecerán y encontrarás equilibrio en tus pensamientos y en tus emociones.

¡Estoy dispuesto pastor!.  Por mí mismo porque sé que lo necesito y ¡por ti Rebeca!.  Te amo y quiero una vida contigo, y sé que esto te molesta y con justa razón.  No me has dado motivos para dudar de ti. ¡Lo lamento.! ¡Disculpame por favor!

¡Te amo Julian! y estoy  orando por ti para que esta prueba puedas superarla pronto.. por ti y en comunión con Dios estoy segura que lo conseguiras..

Los pastores nos escuchaban hablar y nos miraban  tomarnos de la mano. Los dos  dábamos  pasos de confianza y respeto. Nos uniamos en una lucha.  No solo Julian peleaba contra un espíritu de  temor, donde los celos le hacian ver amenazas donde no habían, sino que le creaban dolor e inseguridad.

Y si yo quería una vida con él, debía luchar  a su lado en oración. Acompañarlo y darle pruebas de mi fe en él. Y de que él podía confiar en mi.

El naufragio de DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora