Decisiones concretas
Buenas noches.. sonó una voz ronca respondiendo a mi llamada..
Buenas noches.. respondí
¡Rebeca!.. pude escuchar como al pronunciar mi nombre algo caía al piso. Me pareció que era algo muy pesado. .
¡Disculpa si te interrumpo!.. solo quería invitarte a almorzar mañana. Antes de ir a casa de tu madre.. ¿Te parece a las once y media.?.
¡Claro que sí!..digo.. ¡por supuesto!. A las once me parece bien..
Jajaja.. Entonces que sea a las once. Te espero en el restaurante Don Vicente..
Claro..¡Ahí estaré.! Llegaré antes.. ¡Rebeca te he estado esperando! .. ¡Disculpa Rebeca.!. lo que quise decir es que te esperare . El restaurante está muy cerca de mi casa y para mi será muy rápido llegar hasta ahí..
¿¡A las once entonces..!?
Sí.. a las once. Hasta mañana Julian..
Hasta mañana ¡hermosa mía!..
Me hizo reír recordar como solía llamarme mientras compartiamos durante el retiro de jóvenes. Hacía ya casi diez años. Yo con dieciocho años y él con veintidós..
Cuantas cosas habían pasado en nuestras vidas. ¡Cuantas heridas.! ¡Cuantos errores!. Cuán lejos de Dios estuvimos diciendo conocerlo..
Ahora era otro Julian aunque se proponía recordarme a aquel chico que me recitaba versos del libro de Cantar de los Cantares. Un amor basado en la confianza y el respeto.
Un amor nacido en Dios..
Hablabamos de eso en nuestros momentos a solas y solíamos imaginar como sería compartir una vida con un amor así de fuerte. Dios gobernando nuestros corazones y un amor como el de Cantares uniendo dos vidas.
Dos chicos soñadores..
Dolorosamente ambos tomamos malas decisiones y dimos tumbos por la vida..
Él se hirió con sus torpezas y yo deje parte de mi piel en mi huida de Dios. Tontamente viví creyendo que hacía las cosas bien, mientras me alejaba de su presencia.
Ahora que estaba de vuelta en los brazos de Dios debía poner orden a todo en mi vida y dejar de huir..
Si algo debía pasar con Julian. ¡Pasaría!. Pero con la confirmación de Dios. Seguros de no perseguir algo que pudo ser y no fue..
Sino una relación con visión clara de adónde iba todo para los dos..
Cuando desperté el sábado lo primero en mi mente fue una oración: Señor envía tu luz en medio de mis sentimientos y emociones. Que no de un paso sin estar segura de que tú estas deacuerdo con mis decisiones.
Me preparé y me arreglé lo más bonita que pude. Era mi oportunidad de volver a donde debí estar, antes de enredarme con Lucas.
Pero tenía miedo de que fuera muy tarde. Pero aún a pesar tenía que saberlo..
Al llegar al restaurante ya Julian estaba esperándome. Una sonrisa y un saludo y juntos entramos al restaurante.
Una mesa en una linda terraza lo suficientemente discreta como para tener una conversación privada.
Yo tenía una carta escrita en mi mente. Un punto a la vez hasta llegar al tema principal.
Pero Julian se me adelantó..
Gracias por invitarme y darme la oportunidad de hablarte de lo que siento por ti..Rebeca.. ¡he orado mucho por este momento! y solo se me ocurre una cosa que decirte: ¡Te amo Rebeca y quiero que seas mi esposa!. Siempre e creído y cuando digo siempre es que desde que te conocí en ese retiro supe en mi corazón que tú eras la mujer que Dios había preparado para mí.
Rebeca.. sé que hemos pasado por muchas cosas y creo que nos convertimos en dos barcas en alta mar. Los dos nos golpeamos contra las rocas y encallamos en tierras extrañas hiriendonos con nuestras malas decisiones y elecciones..
Pero con todo lo que nos a pasado tanto a ti como a mí, el amor de Dios nos a rodeado pacientemente y nos a vuelto al camino de su gracia..
Rebeca..creo que es nuestro turno de elegir y elegir bien..
Yo te eh elegido a ti, ¡desde hace tiempo.! Desde que te volví a encontrar. Y he seguido fielmente el consejo del pastor, orando y pidiéndole a Dios una nueva oportunidad contigo.
¿Aceptarias salir conmigo?. Empezar de nuevo donde quedamos hace diez años. Rebeca..¿Quieres ser mi novia?. ¡Me permitirias soñar con hacerte mi esposa!
¿Que dices ¡hermosa mía!?..
Todo lo que había preparado para decirle se redujo a un ¡Sí.!
También pensé que tú eras el hombre escogido por Dios para mí. Pero mi hermana borró tu número de mi celular y cometí el error de no buscarte..
¡Acepto ser tu novia Julian! y sí.. ¡quiero tener el privilegio de casarme contigo.!
Cuando Julian iba a besarme apareció el mesero con la pasta que habíamos ordenado..
Y el momento se torno tan divertido que el pobre mesero creyó que nos reiamos de él..
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El naufragio de Dios
RomanceRebeca era una joven hermosa y soñadora que deseaba conocer el amor y enamorarse. Conoció a un muchacho que parecia llenar todas sus expectativas. Y parecía el hombre ideal. Hasta que una vez casados el maravilloso hombre la dejó ver su verdadera...