No podía creer que Isaac viniera siguiéndome, sentía la adrenalina recorrer mi cuerpo, Patrick, Emely y Lava hablaban todos al mismo tiempo.
P: —Ya detente me voy a encargar de él, le voy a arrancar la cabeza, lo voy a hacer pedacitos, déjame darle su merecido—
E: —Ya deja eso Patrick, ¿no ves que ella lo quiere? Vivimos en su interior, aunque ella no lo acepte, nosotros sabemos que se está enamorando, ¡no la presiones!—
L: —Dejenmelo a mí, una buena chupada y se le olvida todo, esta delicioso, flaquito, rico, ¿la tendrá grande?—
P: —Ya habló la puta, calma tu calor vaginal, mujer—
L: —¡Déjame en paz Patrick!—
E: —¡Ya cállense y calmense, la están poniendo nerviosa, ya me empezó a temblar!—
Sacudí mi cabeza para dejar de escucharlos y aceleré, Isaac también aceleró, estaba temblando, y entonces recordé eso que tanto me gustaba cantar de niña y entonces lo intenté en mi mente.
«Los viento las olas oirán tu voz, halla paz, calmas las iras del negro mar, las luchas del alma las haces sesar, y así la barquilla do va el señor, hundirse no puede en el mar traidor, do quier se escucha tu voluntad, halla paz, halla paz🎶» lo repetía una y otra vez en mi mente, necesitaba sentir paz.
Conduje más rápido y entonces Isaac se me cruzó, empecé a temblar no sabia que hacer, Gina empezó a llorar, a temblar, a pedirme perdón.
—¡Ya cállate, Gina!— grité.
Y entonces mi mente reaccionó, si me salía de la carretera llegaría a una intersección que daba directo a casa, acelere rápido, me salí de la carretera, y entonces pude ver a Isaac dirigirse a mi casa, ¡joder! Llegaría primero que nosotras, nos iba a descubrir, la intersección era más larga, conduje lo más rápido que pude.
Dejé el auto a medio camino, —bájate Gina, corre, tenemos que ganarle a Isaac, tenemos que llegar antes, ¡corre maldita sea!—
Gina y yo corríamos, a lo lejos se veía mi casa, las luces encendidas, justo cuando llegamos la puerta trasera, Isacc se estacionó, no podía dejar de temblar, entramos.
—Escúchame bien Gina, harás exactamente lo que voy a decirte, entra a tu cuarto ponte pijama, en cuanto Isaac toque, vas a abrir fingiendo estar adormilada, y me hablas, no digas que está él ahí, solo grita Lava, Lava, de lo demás me encargo yo, ¿vale?—
—Vale— respondió Gina, entrando en su habitación, y yo en la mía.
En cuanto entramos tocaron a la puerta, escondí la daga rápidamente, me quité toda la ropa, me lavé las manos, estaba totalmente sudada, tomé mi celular y me puse los auriculares, y esperé a que el plan saliese tal y como lo pensé.
—Lava, Lava, Lavaaaaaaaa, ven— gritó Gina.
Entonces salí de mi habitación con los auriculares puestos, y sin ver hacía la sala, sino viendo mi celular.
—Gina, te dije que haría ejercicios— dije sin levantar la mirada.
—Lava, mira— dijo Gina.
—Ay Gina, ¿qué?— respondí gritando y levantando la vista.
Entonces vi a Isaac, estaba boquiabierto, y Gina también, no es que yo fuera un monumento de mujer, pero los hombres ven carne y reaccionan.
—Isaac, ¿qué haces aquí? ¡Gina, ¿por qué no me avisas?— grité fingiendo pena, mientras intentaba taparme con la manos, fingiendo que me avergonzaba, si, había salido en ropa interior, en un cachetero y sostén negros de encaje.
—¡Trae mi bata Gina, corre!— grité, Gina salió despavorida hacía mi habitación, Isaac seguía petrificado, Gina llegó corriendo con mi bata, me la puse, Gina se fue a su habitación.
—Isaac, discúlpame yo no sabía que estabas aquí—
—No, discúlpame vos a mí no debí venir sin avisar— dijo.
—No pasa nada, si viniste es porque algo pasa, ¿estás bien?—
Isaac se vino abajo, lloró y me dolió.
—Acaban de asesinar a mí mejor amigo, y seguí al asesino, tomó la intersección hacía acá y pensé lo peor, no quiero que te hagan daño, no quiero— dijo abrazándome.
—Tranquilo, lo siento mucho, lamento en verdad lo que pasó con tu amigo, si en algo puedo ayudarte, aquí estoy, y con respecto a lo otro aquí no ha venido nadie— respondí.
Isaac tocó mi rostro y se acercó a mí lentamente, nuestros labios estaban a punto de tocarse, cuando sonó su teléfono.
—Ahora mismo voy para allá— dijo.
—¿Qué pasa, todo bien?—
—Si, Saúl no murió, está en coma pero no murió— dijo saliendo a toda prisa.
—¡Ginaaaaaaaaaaaaaa!—
Continuará...
- Lissbeth SM.
![](https://img.wattpad.com/cover/226721371-288-k434452.jpg)
ESTÁS LEYENDO
LA PRINCESA DE LAS ROSAS
RandomLarislava, una niña abusada, conoce a Gina y juntas empiezan una amistad que las hará demostrar que tan peligrosas pueden llegar a ser.