LA PRINCESA DE LAS ROSAS (Capítulo 52)

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—Sí, mi esposo se llamaba Augusto Miordansh, tuvimos una hija, pero él fue un muy mal esposo y padre, nos abandonó después de que nació nuestra hija Larislava, tiempo después llamaron para avisar que él había muerto, desde que él se marchó mi hija fue mi adoración y preocupación, era una niña maravillosa, mi pequeña Larislava, la amaba tanto, siempre la cuidé fue una niña muy feliz, murió a sus 14 años por una rara enfermedad, desde entonces no volví a ser la misma, el dolor me consume, la amo tanto y la extraño, ella era mi motor, a veces creo que Dios se la llevó para que siguiera siendo feliz, pero me destrozó con su partida.— dijo Peonía.

P: —Han oido lo que dijo esta mentirosa, yo pensé que el doctor era el ser más cínico que había conocido Laris, pero la verdad ni a quien irle, ¿cómo es capaz esta mujer de mentir tanto, tengo ganas de apretar su cuello hasta que muera, así lo último que verá será el rostro de esa niña a la que le jodió la vida, no puedo con esto, esta mujer es un demonio, y mira que decirlo precisamente yo, eso si que es mucho.—

L: —No puedo estar en desacuerdo con vos, nosotros fuimos testigos de todo lo que le hizo a Lava, y aunque gracias a eso nosotros existimos, no puedo ponerme feliz por todo lo que nuestra niña vivió, deberías darle una lección a esta vieja y también al barbón sexy, los dos lo merecen.—

E: —Sé que siempre soy la que les dice que se calmen; pero esta vez no, ¡estoy molesta! Muy enojada, Patrick necesito hacer algo con ese doctor, y quiero hacerlo yo.—

P: —Pero claro querida Emy a veces se me olvida que vos fuiste la primer aparición maquiavélica, no podemos olvidar que fuiste vos quien asesinó al pastor Kendhell, y fuiste la primera en enfrentar al monstruo del fanatismo religioso llamado Peonía... oye prostituta vamos a tomarnos una copita, hoy estoy de buen humor, así que creo soportarte.—

L: —¡Ay pero claro!—

E: —A veces no los entiendo, ustedes tienen odioamor.—

•••

En cuanto escuché lo que dijo Peonía, sentí que el mundo se me vino encima, ¡papá me había abandonado con mamá, él se fue sin importarle nada, me dejó viviendo ese infierno, papá se había ido sin mí, ¿por qué se fue sin mí? ¡Yo era su hija, joder! Sentí que me venía abajo, Dante me sostuvo fuerte, no podía creer que Peonía creyera que yo era una niña feliz, cuando en realidad ¡ella me destrozó la vida!

—¡Qué bonita historia de cuento de hadas señora! Pero no debería ser usted tan cínica, todo Shartel sabe que usted vendía al mejor postor a su hija Larislava, que la golpeaba y la maltrataba, así que no quiera venir a victimizarse conmigo porque yo también se la historia, aún no entiendo como es que está libre, cuando todos sabes que usted es una mala mujer— dije.

Al escucharme Peonía salió de su papel de mujer buena, y me dio una tremenda bofetada, eso me hizo perder el control de mí, y apareció Emily, tomó el control, así que tomé a Peonía del cuello y la alcé viéndola a los ojos, y la aventé al suelo como a dos metros de distancia, no vuelva a ponerme un dedo encima, y sino tolera la verdad no se acerque a nosotros— grité, Peonía me veía asustada, Tessa y Gina salieron corriendo, Gina me vio y sonrió, —yo me encargo— dijo Dante tomándome de la mano y llevándome a su auto.

Dante me llevó a la parte trasera de su auto se sentó conmigo, me abrazó y me vine abajo, —Lava, soy un hombre muy observador, y sin conocerte me acabo de dar cuenta de todo, esa mujer es tu madre, y tu verdadero nombre es Larislava Miordansh, y esa mujer a la que acabas de golpear te vendía y abusaba de vos, pero lo que quiero entender fue porque le dijiste nosotros, ¿por qué en plural?— dijo Dante.

Me quedé helada en cuanto lo escuché.

Continuará...

- Lissbeth SM.

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