—¿Estás segura? Iremos a asesinar a alguien?— preguntó Gina muy feliz.
—No, necesito ir sola, en este caso no puedo tener falla alguna, te prometo que en el próximo voy a llevarte, pero este necesito hacerlo sola y que distraigas a papá.—
—Bueno, algo es algo, al menos de una u otra manera te ayudo— respondió Gina, riendo.
—Bueno tráeme mis botas negras y los guantes, le dices a papá que me he quedado dormida, y así él no querrá venir a verme, yo haré lo necesario para calmar el coraje que siento.—
Me vestí totalmente de negro, saqué la daga, tomé una rosa roja de las que estaban en mi mesa de noche, salí por la ventana de mi habitación, caminé hacía el bosque en medio de la nada a buscar el auto que tenía oculto, y decidí hablar con Patrick.
—Patrick, ¿podemos hablar?—
—¿Para que soy bueno Larislava?— respondió.
—Vamos a hacer un trabajo, pero escucha bien lo que te diré, necesito que no intentes tomar el control, que no quieras ser el que hace todo esta vez, solo necesito tu voz y tu fuerza, ¿crees poder?—
—¿Qué gano yo con ayudarte, Larislava?—
—¡Qué te deje seguir viviendo en mi mente, y que te deje hacer lo que gustes en el próximo ataque—
—Sabes hacer negocios, has crecido Larislava, está bien acepto, ¿a dónde vamos?—
—Ya verás querido Patrick; ya verás.—
Conduje unos quince minutos en total silencio, no hablé con ninguna de las voces en mi cabeza, llegamos al lugar y entonces gritó Lava.
—¡Noooooo, Larislava detente, vas a arrepentirte de esto, no puedes hacerle daño a ese papacito barbón, no lo hemos probado Larisita, por favor piénsalo bien, ha cometido unos cuantos errores pero no podemos hacerle daño; lo queremos, todos lo queremos; ¿verdad Emily, Patrick? ¡Digan algo! No la dejen hacer algo de lo que se va arrepentir.—
—Cállate zorra, solo dejas que tu calor vaginal hable, Larislava ya está grande para saber lo que hace, y si siente que este tipito necesita un castigo, pues yo voy a ayudarla— dijo Patrick.
—Me asombra darme cuenta que soy el único ser pensante de los tres, es obvio que Larislava no viene por Isaac, sería incapaz de hacerle daño ella lo quiere y además él está de turno, ella viene por el anciano— dijo Emily.
—Ya cállense, me distraen, Emily tiene razón, solo vengo por el detective Francisco— dije bajándome del auto.
Caminé lentamente hacía la casa todo estaba oscuro, tenían una enredadera en una de las paredes de las casas.
—Bueno Patrick, vamos a escalar y de aquí en adelante te necesito, recuerda solo tu voz y tu fuerza.—
—Ya quedó claro Larislava no estas hablando con Lava, yo no soy tonto, entiendo; la zorrita solo piensa en sexo.—
—Maldito, deja de meterte conmigo— dijo Lava.
—Ya cállense, Patrick subamos.—
Subí lentamente por la enredadera, hasta llegar a los balcones del segundo nivel de la casa, busqué habitación por habitación hasta que di con él, bingo, encontré al detective de rodillas frente a la cama, con el rosario en la mano, ¡rezando! Lo observé por la ventana.
P: —Mira nada más, reza y luego va e insultar mujeres.—
—Padre te ruego por mi hijo Isaac, regrésalo al buen camino, que logre entender que esa chica de pelos rojos no es buena para él, que solo es un deseo lujurioso porque esa es una mujer fácil.—
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LA PRINCESA DE LAS ROSAS
RandomLarislava, una niña abusada, conoce a Gina y juntas empiezan una amistad que las hará demostrar que tan peligrosas pueden llegar a ser.