LA PRINCESA DE LAS ROSAS

LA PRINCESA DE LAS ROSAS (Capítulo 34)

ISAAC

Lo que vi en esa habitación, me hizo quedarme quieto, era una mujer, pelirroja, solo en ropa interior, estaba hecha un ovillo de viendo hacía la ventana de la habitación, me daba la espalda, pero al verle el cabello sentí que mi corazón se detuvo, pensé en Lava, ahora todas las pelirrojas me harían pensar en Lava.

—No sé que le pasa, desde que despertó está así, no se mueve; no me habla, es como si estuviese muerta en vida, es como si no me escuchase— dijo el tipo.

—¿Le ha pasado antes?— pregunté.

—No sé, la acabo de conocer— respondió.

Me acerqué lentamente a la chica, me paré frente a ella; y entonces la vi, sus ojos totalmente perdidos, tenía moretones en todo el cuerpo, hice a un lado el cabello que le cubría parte del rostro y entonces sentí mi sangre hervir.

Sentí que no era yo, salté sobre el tipo a golpearlo, le di dos puñetazos y lo tumbé al suelo.

—¿Qué carajos le hiciste? ¿Por qué está así?— grité.

Tessa empezó a gritar y no separó, —Ya paren esto, ¿qué te pasa Isaac, por qué golpeas a mi hermano?— dijo Tessa.

El tipo se puso de pie, con una risa en el rostro, limpiándose la sangre de la boca, Tessa en medio de los dos, con las manos en mi pecho y yo furioso.

—Golpeas como niño de 5 años, pero te diré, a esa tipa no la conozco, ni le he visto bien la cara, mira yo venía de una borrachera donde hubieron muchos excesos, ella apreció de la nada caminando en la carretera, logré frenar a tiempo para no hacerle daño, pero alcancé a golpearla con el auto, me bajé rápido, pero yo venía muy drogado y no vi que fuese una mujer, yo la vi como gacela, la subí a mi auto y la traje a casa, cuando me disponía a bajarla la muy maldita me pateó las bolas, aún así la bajé, la bañé en el patio a maguerazos de agua, como se bañan las gacelas, luego la envolví en una toalla, la traje a la habitación la acosté y me acosté al lado de ella, yo seguía pensando que era una gacela, desperté hace unas horas, fui por comida a la cocina y regresé, ya sin los efectos alucinógenos me di cuenta que era una mujer y que me veía fijamente, entonces llamé a Tessa porque recordé que ella había dicho que el mejor amigo de su ex era psiquiatra, pero yo no toqué a esa loca más que para ayudarla.—

En cuanto terminó de decir eso, le solté otro golpe en la cara, —no le digas loca.—

En ese instante ya no importaba nada, me acerqué a ella otra vez, la tomé entre mis brazos y la abracé.

MENTE DE LAVA

E: —¿Qué carajos hiciste Patrick? ¿Por qué Larislava está perdida? ¡No puedo encontrarla, debe estar en el lugar más oscuro de su mente.—

L: —Ese animal nos volvió  meter en problemas, ahora ¿cómo traeremos de regreso a Larislava?—

E: —Patrick, ya da la cara, ¡Joder! Estamos metidos en problemas.—

L: —Uh la niña genio está enojada.—

P: —A ver cerebrito me vas bajando ese tono, y vos piernas fáciles deja de hacerte la interesante que no te queda, yo solo hice lo que Larislava no se atreve a hacer, estaba llorando en medio de ese bosque, ¡odio que sea sentimental y débil! Así que le di un empujoncito, jamás pensé que la niña se perdería en la oscuridad, así que no es mi culpa que sea tan tonta.—

E: —¿No ves lo grave de esto, verdad? Nosotros también estamos en riesgo, ¡tenemos que encontrarla!—

P: —Pero mira nada más quien llegó, que oportuno, él encontrará a Larislava, así que no me preocupo, iré a dormir.—

L: —¡Ay, ese bomboncito barbón! Ya vengo iré a ponerme labial y una ropa interior sexy.—

ISAAC

—Lava, por favor dime algo, yo sabia que no estabas muerta, ¡algo me lo decía! Regresa a mí por favor, sal de donde quiera que estés, y ven aquí, te quiero— susurré.

LAVA

Volteo a todos lados, esta oscuro, no veo nada, no se que pasa, no recuerdo mucho, ¿qué me pasó? ¿Qué hice? ¿Dónde estoy? Sé que es un lugar en mi mente, pero nunca había venido hasta acá.

•••

¡Esa voz, es Isaac! Si, es él, tiene que ser él, una luz se enciende y veo el camino, pero...

Continuará...

- Lissbeth SM.