LA PRINCESA DE LAS ROSAS (Capítulo 68)

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—¿Qué bueno que al fin te dieras cuenta de que no soy nada, y que no tengo nada que aportar en tu vida, ahora si es el momento de que nos dejemos en paz, vos seguí tu vida con Darián o con quien querrás, yo seguiré con la mía, hagamos de cuenta que nunca nos conocimos, ten buen día, Isaac— dije señalando la puerta de mi habitación.

—Si, gracias Lava, igual te deseo lo mejor con Dante, adiós—

—Gracias— dije, y ambos salimos de mi habitación.

Me senté otra vez al lado de Dante, Isaac se despidió de todos, y se dispuso a salir, no volteé a verlo, en cuanto cerró la puerta, mi alma se desmoronó, pero no dije nada, no lloré, fingí que no importaba, me había cansado de nadar contracorriente por Isaac, ¿para qué amar a alguien a quien tu amor le hace estorbo? Siempre le iba a agradecer todo lo que hizo por mí, y posiblemente él seguiría siendo la única persona que lograba darme paz, pero prefería vivir en una guerra constante conmigo misma, que en una guerra con él.

Nadie me preguntó nada, seguimos hablando y entonces tuve la necesidad de ser sincera con todos los presentes, sabía que podía confiar en ellos, Tessa y Dante ahora eran parte de mi familia, toda mi familia no era de sangre, pero si era la familia que yo había elegido, y no me juzgaban, me amaban aunque no lograran entenderme.

Tocaron a la puerta, y cuando abrí, recibí la mejor sorpresa del mundo, era Augusto con Aisha en brazos, mi pequeña niña, oh Dios verla me hizo sentir que el mundo tenía sentido, ¡tenía una hija y ahora quería hacer todo bien!

En cuanto Aisha me vio extendió sus bracitos y la tomé, la abracé fuerte, olí su cabello, toqué su rostro ella sonreía, Dios su sonrisa era perfecta, ¿cómo alguien como yo había podido traer al mundo una niña tan hermosa, inocente y perfecta?

—Gracias, Augusto— dije.

—Soy tu padre Larislava, quiero serlo de aquí en adelante, quiero ayudarte, apoyarte, solo déjame hacerlo, no creo que a Miguel le moleste eso, yo nunca dejé de amarte— dijo.

—Pero claro que no me molesta, entre más personas querramos a Lava, mejor— dijo papá.

—Prepararé la cena, vamos a cenar con mi hija, como la familia que somos, luego voy a dormirla y quiero hablar con ustedes, ah Augusto siento mucho lo de Carola, y creo saber quien fue— dije.

Preparé la cena, veía a Papá, Augusto, Dante y Tessa conversar entre risas, Aisha corría por toda la casa, y entonces pensé en lo feliz que Gina se sentiría en medio de todos, en que seguramente ella estuviese corriendo con Aisha, y las lágrimas empezaron a caer, me di la espalda y las limpié, de pronto sentí que me abrazaron por la espalda, era Dante.

—Aunque no esté aquí, sé que está feliz por vos, por todos—

—¿Qué va pasar cuándo te canses de mí?—

—¿Por qué debería cansarme de vos, Lava?—

—Porque soy un desastre—

—¿Y eso qué? Yo me reflejo en los ojos de este desastre— dijo, dándome un pequeño beso en los labios.

—No te merezco, Dante.—

—¿Por qué no? Vos dejaste que te hagan creer que no merecías nada, crees que por amar a Isaac y hacer cosas tontas por amor a él, mereces ser castigada, y no es así, vos seguís siendo única y especial, amar a un ser egoísta no te hace una mala persona, crees que me estás lastimando, porque estoy enamorado de vos, y crees que sos mala por no poder corresponderme de la misma manera, y no es así Lava, yo te quiero y te veo luchar día a día contra ese sentimiento que llevas por Isaac, te veo día a día avanzar y luego retroceder, no me lastimas, y voy a estar aquí hasta que logres superarlo, sanarte y entonces amarnos.— dijo Dante.

—En verdad sos un ser humano increíble— respondí.

Me ayudó a servir la cena, ayudé a Aisha a comer, era la primera vez que lo hacía; y me sentía tan feliz, y la vez tan triste, quería que Gina fuese parte de todo esto, y me la habían quitado.

Tomé a Aisha entre mis brazos la llevé a mi habitación, la metí en mi cama y le canté...

«Hasta el viejo hospital de los muñecos, llegó Pinocho mal herido, porque un cruel espantapájaros bandido lo sorprendió dormido y lo atacó»🎶

Canté hasta que Aisha se quedó dormida, la vi unos segundos y me juré a mí ser la mejor madre del mundo.

Salí de la habitación, todos estaban en la sala, inhale profundo.

—Lo que voy a confesarles es fuerte si después de esto deciden odiarme, alejarse de mí y llamar a la policía, no los culparé... verán todo empezó cuando era niña, esta parte papá la sabe, todo empezó con el pastor Kendhell...— les conté paso a paso todos los abusos que sufrí, como asesiné a Kendhell y también a Don Rubén, les hablé de como aparecieron Emily, Lava y Patrick, les hablé de Luar la nueva y más tenebrosa personalidad, para este momento todos lloraban excepto Dante, él me observaba, y aún me faltaba decirles lo peor todo.

—Después de todo esto, y que papá nos trajo a Carbesh pasé noches enteras sin dormir sentía las manos de don Rubén por todo mi cuerpo, escuchaba los llantos de mi bebé que creía muerta, Gina siempre estuvo ahí, me abrazó, no me dejó caer, (empecé a llorar), luego me sentía asqueada por los abusadores, empecé a investigar sobre abusadores cerca a mí, y empecé a salir en su búsqueda noche a noche, los asesinaba y dejaba una rosa y una daga incrustados en sus corazones, papá yo asesiné a Valdor después de encontrarlo golpeando a Gina, Tessa yo fui quien intentó asesinar a Saúl después de que Isaac me contó que te golpeaba, así que si, yo soy el asesino de las rosas, Augusto pero yo no asesiné a Carola, estoy segura que fue Peonía, ella me vio asesinar a Kendhell y don Rubén, lo que me hace suponer que ella dedujo que el asesino soy yo e intenta hacer que me encarcelen, y lo más importante, ella asesinó a Gina y yo voy a hacer que pague.—

En cuanto terminé de hablar Tessa se puso de pie, y me abrazó, —Lava, me salvaste la vida, lograste que Saúl me dejara en paz, así que cuenta conmigo para todo.—

Dante me abrazó, —salvaste a mi hermana, yo no te suelto.— dijo.

—Venga la muerte de tu hermana, yo ya sabia que eras el asesino de las rosas, nunca dije nada, porque solo estabas intentando limpiar el mundo de gente dañina— dijo papá.

—¿Cómo podría reprocharte algo si tu propia madre te jodió la vida, te amo hija, vamos a destruir a todos.— dijo Augusto.

Los abracé y todos lloramos, excepto Dante.

•••

Me levanté temprano, fui a la florería, me dispuse a trabajar, de pronto entraron a la florería, Darián e Isaac, sentí que el corazón se me partía en dos, pero disimulé, Isaac apenas y me dirigió la mirada.

—Hola, buen día, ¿en qué puedo ayudarles?— dije muy sonriente.

—Verás tu florería es la mejor de Carbesh y mi novio y yo vamos a tener nuestra fiesta de compromiso, y quiero que tu florería se encargue de los arreglos florales.— dijo Darián.

—Perfecto, con mucho gusto nos encargamos, solo díganme que quieren y con gusto nos encargamos— dije.

Hablamos unos minutos, nos pusimos de acuerdo, Isaac no vio en ningún momento, nos pusimos de acuerdo, se despidieron y se dispusieron a irse, pero justo antes de salir Darián se volteó, me vio —Ah, y obviamente estás invitada a nuestra fiesta de compromiso— dijo dándome una invitación.

Continuará...

- Lissbeth SM.

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