LA PRINCESA DE LAS ROSAS (Capítulo 38)

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Quiso irse encima de Dante que lo veía con una sonrisa, yo sujeté a Isaac de la mano y lo detuve, le sonreí a Dante.

-Verá Dante, no tengo recuerdo alguno después de que salí de la cabaña en la que me tenían, me han dicho que usted me ha encontrado, y que gracias a usted estoy aquí, me gustaría saber que pasó, y para ello usted es el único que tiene respuestas.-

Dante sonrió, dio unos pasos adelante y se sentó en la cama, me tomó de la mano, Isaac intentó caminar hacía a él y apreté más fuerte su mano, y ahí me tenían a mí con una mano sujetada por el chico que me daba paz, y con la otra sujetada por un maldito encantador.

-Pues mira... perdona ¿cómo es que te llamas?- Preguntó Dante.

-Lava Barshá- respondí.

-Ufff hasta tu nombre tiene fuego, pero ese no es el tema acá, mira Lavita, yo venía de una fiesta llena de excesos, así que venía un poco drogado, por eso cuando saliste de nada, te confundí con una gacela, intenté esquivarte, pero igual te di un leve golpe, y pues te subí a mi auto, te bañé, dormí a tu lado, ufff de no haber estado pasado, hubiese disfrutado de admirarte en ropa interior.-

En ese momento no pude detener más a Isaac, estaba totalmente enfurecido, Dante notó que Isaac iba para encima de él, y le dio un puñetazo en la cara, en ese momento Isaac cayó al suelo, -esta vez no te la voy a poner fácil, me voy a defender, doctorcito imbécil- dijo Dante, en ese momento sentí que la cara se me prendió. Isaac se puso de pie y le devolvió el golpe, Dante no cayó, se rió y se preparó para dar el siguiente golpe, fue cuando sentí coraje, me arranqué el suero y salté de la cama, me paré frente a Dante, y le di un puñetazo en la cara, -diablos Lavagirl, golpeas fuerte, pero tranquila chiquita, esto es cosa de hombres- dijo Dante.

Me enojé aún más y le di otro golpe, -¿qué te hace pensar que vas a venir a golpear a mi amigo frente a mí- grité, -esto- dijo, tomándome por el brazo y basándome a la fuerza, en ese momento Isaac lo golpeó, Dante cayó al suelo, Isaac empezó a golpearlo.

-Tessa, no te quedes ahí, llama a seguridad- grité.

Llegó la seguridad y se llevaron a Dante, me acerqué a Isaac y entre sus brazos me desvanecí, supongo que estaba débil y el esfuerzo por golpear al egocéntrico, narcisista idiota de Dante, me afectaron, en ese desmayo me quedé en un lugar de mi mente, aparecieron Emily; Lava y Patrick, al fin pude verles el rostro, yo nunca los había visto, solo podía escucharlos y sentirlos, todos me asombraron.

Emily, una niña de aproximadamente 9 años, muy parecida a mí, traía puesto un vestido blanco largo de encaje, su cabello ondulado, largo, calentitas blancas de encaje, zapatitos rojos de charol, Emily era la más inteligente de los tres, ¡Y solo era una niña! Sentí tantos deseos de abrazarla al verla, ella al verme sonrió.

Lava, era una copia exacta de mi, pero era sexy, jodidamente sexy, morena, con un cabello rojo, ondulado, largo, usaba un vestido rojo entallado a su cuerpo, le llegaba a las rodillas, medias negras, zapatis altos, tacón de aguja, perfectamente maquillada, y labial rojo, olía a mí, demasiado coqueta, excitante, solo pensaba en su aspecto físico, bastante superficial.

Patrick, oh Patrick, no conocí a nadie con la apariencia de Patrick, era guapo, alto, piel canela, vestido muy, pero muy elegante, un traje negro, una camisa negra, y una corbata roja, sus zapatos totalmente relucientes, sus ojos le brillaban, sus manos me asustaron las tenía llenas de sangre.

-Patrick, ¿qué pasó realmente?- pregunté.

-¿Realmente crees que te voy a decir? A mí no vas a venir a darme órdenes, ¿verdad chicas?- Dijo Patrick.

-Si- respondieron Emily y Lava.

-Es que no puedo permitir que sigan haciendo conmigo lo que se les da la gana, ¡yo los creé, yo debo dominarlos, no ustedes a mí! Son parte de mí, pero no deciden por mí, ustedes sólo me ayudan a lograr todo lo que deseo, ja, ja, ja, ja, ja, arrebatar lo que tanto me gusta, soplos de vida, así que sino quieren desparecer, ¡hablen!- grité.

Patrick me vio con odio y desprecio, se acercó a mí, inhaló fuerte, -no nos temes, y eso me gusta, ok te contaré, ese detective estaba sospechando de nosotros, así que el día que saliste corriendo por sus insultos, llegamos a una cabaña, te metiste en ella, te pusiste mal al ver un cuerpo en el suelo, era una chica muy parecida a vos, así que te fuiste corriendo a un recóndito lugar de tu mente, así que tomé tu lugar quité tu ropa, se la puse a esa chica, también tu cadena, luego le desfiguré la cara, le quité los dedos, en la cabaña habían unas rosas, así que tomé solo una y arrastré a la chica en medio del bosque, no se quien era, no se quien la mató, solo aproveché la oportunidad, luego te golpeé, corrí para que se te llagaran los pies, no dejé rastro alguno, yo no comento errores Larislava, la historia que le dijiste al detective es totalmente comprobable, nos salvé- dijo.

-Lava por favor despierta- escuché, era Isaac.

-Te llama tu Romeo, ve, solo cuídate de él Lava, o te traerá mucho dolor- dijo Patrick.

Abrí los ojos, Isaac estaba al lado mío, -tengo que alejarme de vos- dije en cuanto lo vi.

-¿Qué, por qué? Somos buenos amigos- dijo.

-Porque sos un ser humano maravilloso, y por más que intenté evitarlo, no pude, siento cosas por vos.-

-¿Qué cosas?-

-Creo que me estoy enamorando de vos.-

-Espero no sea así, porque sería un grave error, yo no siento nada por vos.-

Continuará...

- Lissbeth SM.

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