El me miro con un brillo desconocido en sus ojos... Parecía miedo... ¿Derek con miedo? Estuve a punto de decirle que me lo podía decir cuando estuviera preparado cuando hablo.
-Yo era un buen chico... ya sabes, de esos que se quedan toda la noche leyendo o haciendo la tarea, me consideraba todo un bichito de laboratorio, a mis 12 era el mejor alumno de mi clase y mi madre hasta había comenzado a buscar universidades. Mi padre se encontraba en lo más alto de las empresas forrado de dinero; Sam era una niña hermosa y Rebecca estaba comprometida con el jefe de mi padre. Toda mi vida era... perfecta, pero nunca valore nada. –susurro él y me tomo de la mano-A mis 14 conocí a América, ella era la rebelde del instituto, tenía 19 años y pasaba más en detención que en su casa... Ella era todo lo que mi vida necesitaba, rebeldía, drogas, alcohol... Todo lo que necesitaba mi vida para irse a la mierda. Recuerdo como de ser un alumno excelente con catorce termine haciéndolo con América en detención al frente del mismo director. Comencé a drogarme tanto que al llegar a casa alucinaba, tomaba tanto vodka como mi organismo resistía, fumaba toda clase de droga y me follaba a América cada vez que teníamos 3 minutos. Sentía que era el rey del mundo, sentía que amaba a América y que ella me amaba a mí… Patético –dijo él y miro hacia otro lado evitando mis ojos llenos de preguntas- Una noche, la noche del compromiso de Rebecca, América me dijo que quería hacer travesuras. Yo no comprendía, pero estaba ciego, completamente ciego por ella e hice paso a paso lo que me dijo. Encerré a Héctor, el comprometido de Rebecca en una habitación y mientras todos estaban en la espera del novio yo lleve a la habitación a mi hermana–dijo el, le di un pequeño apretón a su mano en señal de que me encontraba ahí- Héctor y América estaban haciéndolo. –Dijo y sentí como su voz se quebró- Nunca vi a Rebecca tan rota, ella literalmente se volvió loca, hizo destrozos, en el lugar, a las personas y a sí misma. Todos se fijaron en Rebecca, todos iban hacia Rebecca pero sin embargo no era la única persona herida ahí. –susurro el mirando hacia otro lado- Y todo se derrumbó –susurro el casi en un susurro- Dejaron en la calle a mi padre y los pocos ahorros que él tenía mi madre en secreto se los había gastado en una rehabilitación para mí –dijo el- Cuando mi padre se enteró de lo que había hecho tuvieron la discusión más grande de sus vidas, Sam se escondió en el baño junto a Rebecca para protegerse. Luego de que discutieran papa salió echo una furia y cuando volvió... –susurro él y miro hacia el cielo. – Estaba irreconocible... él era un monstruo. Rompió la puerta del baño y saco a Rebecca a golpes... violo a Rebecca al frente de Sam mientras que mi madre estaba desmayada de tantos calmantes que consumió... –susurro el con voz ronca- ¿Y sabes dónde estaba yo? –pregunto y esta vez me miro, mi corazón se rompió al ver lo vacío que se encontraban sus ojos – Pidiéndole una segunda oportunidad a América –susurro el- Recuerdo como si fuera ayer como América se burló de mi al frente de todos sus grandes amigos, me dijo que yo era solo una de sus diversiones. Me dijo que yo no era nada. Después de eso fui al bar más cercano y tome tanto que ni siquiera tenía conciencia. –dijo el sonriendo amargadamente- Cuando volví vi como mi padre golpeaba a mi madre quien estaba ya sin conocimiento. Los médicos nunca supieron si fueron los calmantes o las apuñaladas la que dieron fin a su vida –susurro él y sentí un nudo en mi garganta- Le dieron cadena perpetua a mi padre por homicidio y violación y Rebecca quedo con nuestra tutoría. Mi tía Lucy se volvió nuestra mama, ella nos ayudó, nos sacó adelante con el poco sueldo que recibe una secretaria... Ella es mi segunda madre y a la segunda mujer que amo. –dijo el acariciando la palma de mi mano- Después de América, después de ver el cuerpo sin vida de mi madre, después de ver como Rebecca intentaba quitarse la vida tantas veces.. me prometí no volver a amar. Prometí no volver a cometer el estúpido error de amar. –dijo en un pequeño susurro mirando el piso –Hasta que te vi –susurro y me miro- Tu cabello castaño tan brilloso como el de mi madre, aquellos ojos color café tan profundo, tu inteligencia, tu inocencia… Cuando te vi, vi a mi verdadera madre –susurro el- Cada vez que te veo recuerdo como mi madre me revolvía el cabello y me besaba la frente antes de ir a la cama. –dijo el con su voz ronca-Me jure que nunca permitiría que nadie te hiciera daño el primer día que te vi. Pero tarde o temprano el que te dañare seré yo Spring –susurro el apoyando su frente contra la mía- Porque eso es lo único que se hacer… daño –susurro el-
-Derek.. –Susurre acariciando su mejilla-
-No quiero ser solo una diversión –susurro el-
-No lo eres Derek, te juro que no lo eres –dije rápidamente mientras lo abrazaba, sus grandes brazos me rodearon mientras su rostro se escondía en el hueco de mi cuello aspirando mi olor-
-Cada vez que te cuido siento que cuido a mi madre, siento que por un par de segundos soy el hijo que ella se merece –susurro el y no pude evitar llorar.
Yo llore, nose ustedes. ahora.. JA JA ¡PARA TODAS LAS QUE ODIAN A DEREK! JA JA. ya llore mucho, espero sus comentarios y votos, losamo
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Princesa del desastre.
Random-Así que en otras palabras, lo que usted me propones es... ¿Ser el novio de su hija? |Todos los derechos reservados| 20.10.2014