Sentado en el escritorio de la biblioteca, Matteo se pasó una mano por los ojos cansados y apoyó la espalda en el respaldo del sillón. Delante de él la pantalla del ordenador era la única fuente de luz en la espaciosa estancia donde llevaba demasiado rato, y le dolían los ojos.
Afortunadamente, buena parte de sus negocios eran internacionales, por lo que podía trabajar por la noche. Su ordenador estaba equipado con los programas más modernos en lectura de pantalla, pero él siempre se había negado a utilizarlos, prefiriendo utilizar letras de tamaño más grande para poder leer los textos.
Su trabajo como asesor sobre tácticas aéreas y despliegue de armamento para el Ministerio de Defensa le obligaba a seguir muy de cerca la situación en las zonas fronterizas conflictivas en Oriente Medio. Uno de sus objetivos era retrasar todo lo posible el envío de aviones a una zona donde las posibilidades de supervivencia podrían ser prácticamente nulas. Él lo sabía perfectamente.
Fue en una salida similar cuando el avión de Leonardo fue alcanzado por fuego enemigo. O al menos eso era lo que suponía, ya que nunca habían llegado a recuperar el aparato y no se habían podido establecer con certeza la causa de su muerte.
Suspirando, Matteo se levantó, se acercó a la ventana y miró al exterior. La luz de la luna llena iluminaba el patio interior, aunque él sólo podía adivinarlo. A lo lejos creyó oír música. ¿Se había vuelto loco?, pensó con desolación, caminando hacia la puerta y abriéndola de par en par.
No, no lo había imaginado. La música recorría la casa en penumbra llenando los espacios vacíos de emoción y de vida. En el umbral del gran salón, se detuvo.
Luna estaba de espaldas a él, con la cabeza levantada de tal manera que la melena castaña descendía por la espalda y sobre el delicado camisón de seda que llevaba. Con sorprendente claridad, Matteo vio el brillo del hombro desnudo a la luz de la luna, pero cuando sus ojos la buscaron con desesperación la imagen desapareció en el vértice negro del centro de su visión. Apretó los puños con frustración mientras la música continuaba tirando de él con una fuerza que no había conocido, despertando en su ser sentimientos y necesidades que tanto había luchado por aniquilar.
Apenas fue consciente de cruzar el salón. Sólo notaba los latidos de su sangre en las venas bajo la música que fluía con gracia exquisita de los dedos femeninos.
Sus valiosos dedos.
¡Cielos, qué estúpido había sido! Tan preocupado de sí mismo, ni siquiera le dio la oportunidad de explicar a qué se refería cuando ella habló de sus valiosas manos. La había tomado por una tonta y mimada princesa que no quería estropearse las uñas, pero en realidad lo había dicho porque era pianista.
La música le llenaba la cabeza, cada nota exquisita resonando en los huecos vacíos de su corazón. Hasta que, por encima del piano, escuchó otro sonido. Una inhalación. Esperó unos segundos, y oyó otra. La joven sentada a pocos metros de él estaba creando aquella milagrosa música sin dejar de llorar en silencio.
No quería acercarse a ella sino salir del salón y volver a su despacho y a su trabajo. Quería protegerse de nuevo tras su coraza, envolver su corazón en una capa protectora y dejar sus necesidades y sus deseos en el pasado. Era lo que quería, y sin embargo echó a caminar hacia ella. Era como caminar sobre cristales rotos, pero no pudo detenerse.
Tocando los últimos y desgarradores acordes, Luna cerró los ojos y dejó caer la cabeza hacia atrás mientras las lágrimas descendían por sus mejillas. ¿Por qué había interpretado aquella música?
Sin duda el sueño se lo había recordado de nuevo. Fue la pieza que interpretó aquella horrible noche en el apartamento de Simón en Viena, cuando él la forzó por primera vez.
Llevaban tres semanas prometidos y al terminar de cenar su madre, alegando dolor de cabeza, había vuelto directamente al hotel. Luna no pudo rechazar la invitación de Simón cuando éste la invitó a su lujoso ático vienes. Ella obedeció como siempre había hecho. Hasta... Hasta que sintió las manos de Simón, húmedas e insistentes, deslizarse bajo su blusa mientras ella tocaba el tema de Chopin. Entonces protestó y luchó con todas sus fuerzas.
Un sollozo escapó de su garganta. En ese momento notó unas manos cálidas en los hombros, deslizándose por los brazos helados y abrazándola desde detrás. Con un grito, Luna se puso en pie desesperada por alejarse unos pasos y después se volvió a mirarlo.
Matteo se echó hacia atrás, con las manos en alto. Tenía la cara en la sombra.
—Eres tú —susurró aliviada—. Eres tú.
—¿Quién creías que era?
Luna sacudió la cabeza, sintiéndose como una tonta, avergonzada.
—Sólo ha sido... un susto. Por la oscuridad. Que tonta, ¿Verdad?
—No, en absoluto —Matteo dio un paso hacia ella—. Estabas llorando.
—Sí, es ridículo, pero es verdad. No tengo valor para nada. Siempre tengo miedo.
Luna se interrumpió cuando él le tomó la mano derecha y le abrió la palma con delicadeza, como si estuviera abriendo los pétalos de una flor. Después, colocó su mano vendada encima y Luna suspiró, incapaz de controlar las sacudidas que la recorrieron.
—Tener miedo no está mal. Lo importante es saber enfrentarse a él — dijo.
Matteo podía ver la palidez de la piel femenina en contraste con la suya. A la luz de la luna, era tan blanca como la porcelana, y Matteo se preguntó si, dado el color de su pelo, también tendría pecas que él no podía ver. Sintió ganas de llevarse la mano a los labios y sentir la piel fría en su cara.
Luna se movió hacia él hasta sentir la corriente eléctrica que crujía en el poco espacio que los separaba.
—Pero estoy cansada de tener miedo. Quiero ser valiente —dijo en un tono cargado de esperanza y enfado a la vez y, sin dejar de mirarlo a los ojos, cerró la poca distancia entre los dos, se puso de puntillas y rozó con los labios los labios masculinos con un ligero beso—. Enséñame a ser valiente —murmuró.
Mascullando algo en voz baja, Matteo capturó la boca temblorosa con un beso de feroz intensidad.
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➵ Y si, por fin el primer beso! 🥰 qué esperan para los próximos capítulos? 🙈
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Música Para Dos Corazones ➵ Adaptación Lutteo
FanfictionEl atractivo Matteo Balsano llevaba una vida alocada... hasta que todo cambió y se aisló del mundo. ☾ Fecha de publicación: 27.05.20 ☾ Fecha de finalización: 29.08.20 ☾ Historia adaptada. ☾ Todos los derechos y créditos reservados a su autora origi...