Capítulo 33 - La refriega

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Todos fueron levantados cuando alguien, miembro de la familia Ganesha grito a través de un micrófono, para la familia Hestia esto no fue un problema, de algún modo todos se encontraban bebiendo un chocolate caliente en el comedor, todos habían estado en un silencio cómodo hasta que el grito llegó a sus oídos, sus ojos se abrieron con lentitud después de terminar sus bebidas, clones de un chico pelinegro aparecieron llevando las tazas al lavadero, los demás integrantes de la familia se levantaron yendo hacía sus cuartos para recoger algunas cosas.

Cuatro pares de ojos brillaron mientras aún estaban en el comedor, los cuatro chicos dieron un asentimiento para luego desvanecerse después de una explosión de velocidad, unos instantes volvieron a aparecer, esta vez en la sala, sentados en los sillones leyendo algún libro, sus armas enfundadas o colocadas a sus lados, unos minutos más tarde todos los demás llegaron, la seriedad visible en sus rostros, ellos, por su parte dieron una sonrisa mientras se levantaban.

-¿Vamos? – dijeron los cuatro al mismo tiempo mientras se acercaban a la puerta.

Un sí unánime fue dado y toda la familia Hestia, incluidas dos diosas con atuendos bastante llamativos y dignos del título que llevan, la caminata fue corta, pues el estadio donde los eventos del día de hoy iban a ocurrir no quedaba demasiado lejos.

Artemisa y Hestia estaban preocupadas, sus ojos habían visto desde temprano como aquel punto negro que notaron hace una semana se volvía una llama dentro de la dorada, ellas no sabían cómo había sucedido si el día anterior este se había desvanecido casi por completo, ahora tenían miedo de lo que pudiera pasar.

-(¿Está seguro de mantenerse así Astor-sama?) – la pregunta de Nix hizo que la atención de Astor se desviara por un momento a su alrededor.

-(Sí Nix, no te preocupes, tómalo como una medida de seguridad) – respondió Astor con calma a su amigo interno.

-(Ellos también están igual ¿no?) – Nix pregunto esta vez refiriéndose a quienes Astor veía como sus hermanos.

-(Así es, les recomendé que no lo hicieran por el riesgo pero dijeron que era mejor estar prevenido)

Conversaciones similares se llevaban a cabo dentro de las mentes de Bell, Ren y Zen, ninguno se retractaba de lo que fuera que hubieran hecho, sin embargo, en alguna parte de sus mentes los cuatro estaban preocupados, si el día de hoy perdían tendrían un destino peor que la muerte, según sus propias apreciaciones.

Unos minutos pasaron y vieron a la familia Loki ingresar en el mismo lugar que ellos, casi de inmediato una conversación inicio entre ambas familias, sin embargo, para Astor le resulto un poco extraño, resulta que de manera rápida Finn le dijo acerca de una carta que les llegó, él no sabía si esto había sido intencional o no pero lo que si sabía era que contarían con su ayuda, Astor solo asintió y agradeció en silencio, lo siguiente que paso fue que Riveria se le acercó y le pidió que se cuidara o que, de lo contrario, dos chicas se entristecerían.

Por un momento sentí mi corazón latir con fuerza, tome una respiración tranquila calmando cuanto más pudiera mi corazón, clave mi ojos en los jade de Riveria y ella pareció sonreír, fue entonces que respondí.

-No tiene que preocuparse Riveria-sama, me cuidare, los cuidare a todos, tal y como piensan protegerme – las miradas de ambos aventureros se dirigió hacia los miembros de la familia Hestia y dos sonrisas aparecieron.

-Bien, confiare en ti, después de todo, has cuidado de Izumi y Lefiya, como Bell-san cuido a Aiz – Astor tuvo que contenerse de tragar saliva ante esta revelación.

Cuando voltee mi rostro hacia Riveria pude ver como ella tenía una sonrisa burlona, algo extraño, considerando su raza pero no fue algo en lo que me centrara, ella me dio un asentimiento cuando se empezó a alejar, sentí como Bell se acercaba y colocaba una mano en mi hombro.

De lo mas bajo a lo mas altoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora