Epílogo - 10 años después

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-¿Dónde se ha metido esa niña? – Rethusa grito con preocupación buscando a una pequeña de ojos heterocromáticos con cabello de los mismos colores en los pisos superiores.

-Ya es la quinta vez en tan solo dos días – expreso Ray buscando en otro lado del mismo piso.

-Papá y los demás no estarán felices si se enteran de esto – Wiene dijo corriendo a una gran velocidad examinando el resto del piso.

Aventurera de level seis, capitana de la familia Artemisa, Rethusa, apodo: cazadora; miembro de la familia Artemisa, Ray, siren Xenos, se le considera posee las características para ser considerada una level seis; miembro de la familia Artemisa, Wiene, vouivre Xenos, su agilidad es de un aventurero level ocho, el resto de sus características promedian el level seis.

-Se supone que somos de los más fuertes en Orario si no los contamos a ellos, así que ¿cómo una niña de diez años se escapó de nuestra vista siendo solo una level uno? – Rethusa volvió a gritar, su desesperación llegando a niveles desbordantes.

-Ya no nos van a dejar volver a traerla, si es que la encontramos – Ray replico no queriendo ver a sus futuros cuñados y pareja enojados con ella.

-Bajemos, tengo un buen presentimiento – Wiene expreso empezando a correr hacia las escaleras.

-¿A qué piso crees que haya bajado? – Rethusa pregunto con curiosidad.

-Papá dijo que le gustaba enfrentarse a los minotauros, a pesar de no poder matarlos aun, así que si llegamos antes que ella a los pisos intermedios es posible que la hallemos.

Nadie pregunto más, solo avanzaron pasando por el lado de otros aventureros, los cuales las vieron con incertidumbre.

-¿No eran ellas las miembros de la familia Artemisa? – pregunto uno de ellos con aparente deseo.

-Sí, las dos primeras son las reinas de hielo, Rethusa y Wiene, la tercera es Ray, la novia de Fénix, Zen Cranel – respondió otro de ellos haciendo que los ánimos de su compañero cayeran.

Monstruos eran convertidos en cenizas por el avance de dos desesperadas aventureras y una algo inquieta vouivre, las tres chicas buscaban a una pequeña niña que parecía haber dejado un pequeño rastro de cenizas en el suelo, como las migajas de pan en cierta historia de dos niños y una bruja.

-No creo que sepan que las estamos escuchando debido a tu habilidad Bell – Astor dijo con algo de diversión mientras observaba desde las sombras a su pequeña y problemática hermana.

-Bueno, no es como que lo sepan – Bell murmuro viendo como Delia acababa con dificultad con needle rabbit, estando oculto al lado de Astor.

-Por fin la encontramos – grito cierta siren que se abalanzo contra la niña, reteniéndola en un abrazo, del cual ella no era capaz de librarse.

-Tía Ray, me asfixias – murmuro Delia, su rostro poniéndose un poco azul.

-Lo siento – respondió la siren soltando a la niña, quien tomo respiraciones profundas.

-Por favor no te escapes de nuevo – Wiene pidió con una voz casi quebrada.

-Está bien Wiene onee-chan – respondió la pequeña con la cabeza baja.

-Ya es hora de que nos vayamos – Bell susurro viendo como las cosas parecían arregladas – el gremio nos pidió una expedición y estoy seguro que nuestra querida imouto querrá venir con nosotros.

-Lo sé, sin embargo, estoy seguro de que Hestia-chan encontrara una manera de calmarla, me pregunto si Riveria no se enfadara por encimarle otra hija adoptiva – Astor dijo con diversión empezando a ir a la mansión Chimenea.

De lo mas bajo a lo mas altoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora