Capítulo 2-la Princesa y la Heredera

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Ya han pasado dos días desde que llegamos a Orario, después de que nuestra ahora diosa Hestia nos aceptará en su familia, después de aquel día nos pasamos todo el tiempo estudiando acerca del calabozo, así al siguiente decidimos que debíamos adentrarnos al calabozo, al llegar al gremio nuestra consejera Eina, la semielfa con las que nos encontramos el día que llegamos, nos dijo que lo mejor era que fuéramos al primer piso dadas nuestras stats.

No la cuestionamos, después de todo ella no sabía de lo que nos sucedió; el primer piso fue de lo más sencillo, lo más difícil fueron los goblins amarillos, los cuales requirieron que aumentásemos un poco la velocidad de nuestros ataques.

"¿Eso es todo lo que ustedes dos pueden hacer?" pregunto una mujer pelirroja que se estaba enfrentando a una rubia de ojos miel y una peliazul de ojos carmín.

Las dos estaban en una situación un poco deplorable, heridas de espada se encontraban alrededor de sus cuerpos, sus ropas antes completas ahora están desgarradas en varios lugares.

Si bien aún se encontraban en las condiciones necesarias para luchar durante aún más tiempo, su resistencia había sido llevada al límite dejándolas casi exhaustas.

Decidiendo usar su magia para terminar con este combate, las dos desataron el canto de su magia "Ariel"-"Blizzard", auras verde y azul cubrieron a cada una de las jóvenes, quienes sin perder ni un solo segundo se lanzaron al ataque.

Mientras una se hacía más rápida gracias a su magia, la otra ralentizaba los movimientos de su oponente, quien ya cansada de todo esto pateo a la peliazul contra el muro más cercano dejándola incrustada, mientras a la rubia la sujeto del cuello empezando a ahorcarla.

"Aiz, Izumi" grito un hobbit que se acercaba al lugar junto a los demás miembros de su familia.

"Si quieren saber acerca de aquello, vayan al piso 59, allá descubrirán todas las respuestas a sus preguntas" dijo la pelirroja, para luego salir corriendo a una gran velocidad a uno de los corredores del calabozo.

"¿Por qué hay tantos minotauros?" fue el grito airado de una chica amazona.

"Menos preguntas, más acción Tiona" devolvió el grito otra amazona.

La situación era complicada, estaban volviendo del piso 18 donde se encontraron con la domadora, para que unos pisos más arriba, empezaran a enfrentarse a una gran horda de minotauros que parecían no iban a dejar de generarse.

Finn, un hobbit y el capitán de la familia Loki, sintió su pulgar hormiguear, miro en todas direcciones mientras seguía asesinando a todos los minotauros que se dirigían hacia él.

"Quiero que me respondan, aunque yo ya sepa la respuesta ¿dónde están Aiz e Izumi?" preguntó el hobbit, haciendo que los miembros de la familia ahí presentes se sobresaltaran.

En el piso 5 se veía como dos aventureras perseguían una manada de 5 minotauros, los cuales después de unos segundos fueron capaces de acabar con dos, pero los tres restantes siguieron derecho, ya no tenían fuerzas para seguir, el emplear su magia en contra de la domadora las desgato monumentalmente y ahora por un error habían dejado que esos minotauros alcanzasen los pisos superiores.

El tener que defenderse de killer ants, kobolds y goblins les hacía desgastarse cada vez más, luego de levantar la vista para no perder a sus enemigos, vislumbraron a dos aventureros, parecían novatos, la desesperación las lleno, ¿por su culpa, dos novatos morirían?

El piso se había puesto más tranquilo de lo normal, si bien su estado mejorado de level 1 les daba un gran impulso y acababan rápido con los monstruos, ya habían pasado dos minutos desde el último que vieron generarse.

Fuertes pisotones se escucharon, fue cuando doblando en una esquina, tres minotauros aparecieron, los dos chicos se pusieron serios, les ganaban en número, pero la agilidad y destreza de los dos los hacia superiores a esos enemigos.

Detrás venían dos aventureras, se veían agotadas y un poco lastimadas, las palabras de su abuelo sonaron en sus cabezas, "protejan a las mujeres" una de las muchas frases que Zeus les dijo cuándo ellos le preguntaban qué era lo que necesitaban para convertirse en héroes.

Incluso ahora, a sus 15 casi 16 años seguían persiguiendo ese sueño, mirando al frente, los dos desenvainaron una vez más sus armas, una daga color rubí con inscripciones brillo en la mano derecha de Bell, mientras una espada negra con inscripciones que brillaban de color azul resplandecía en la mano izquierda de Astor.

La desesperación las inundo, esos dos chicos no retrocedieron, en un último intento de ayudarlos, cada una tomo los tobillos de un minotauro haciéndolos caer al piso, pero quedaba uno, rezaron para que los miembros de su familia llegasen rápido, ver como un monstruo mataba a un aventurero no era algo que ellas quisieran volver a repetir.

Ambos chicos saltaron a los costados del minotauro, mientras esquivaban el ataque proveniente de los otros dos, los cuales ya se habían parado, tras haber sido tumbados.

Los chicos haciendo uso de toda la agilidad que sus cuerpos podían darles se colocaron detrás de las dos aventureras a las cuales levantaron con cuidado para evitar lastimarlas más de lo que ambas ya estaban.

"Ya estamos cerca" dijo un hombre lobo que hacía gala de sus habilidades de beastman.

"Se encuentran enfrente nuestra" volvió a decir acelerando la velocidad para ver porque se quedaron quietas.

Doblando la esquina, vieron como dos novatos estaban posicionados detrás de ellas mirando fijamente a los tres minotauros que seguían vivos.

Dando un salto hacia atrás cargando a las dos aventureras Bell y Astor se alejaron para que su magia no las lastimara. Al caer y sin previo aviso para los demás ambos gritaron el nombre de su magia.

"FIREBOLT"

Dos grandes rayos de fuego, uno blanco y carmesí, otro negro y azul, inundaron el pasillo donde los dos minotauros de encontraban, el pulgar de Finn ardió, era como si le advirtiese de que si fuera él, no saldría bien parado de ese ataque.

Los dos intensos rayos de fuego calcinaron todo a su paso, goblins, kobolds y los tres minotauros fueron vueltos cenizas tras tan devastador ataque.

Una explosión se produjo después, haciendo que algunos tuvieran que taparse los oídos por el gran estruendo.

"Que poder" dijo Izumi quien no cabía en su impresión, dos novatos, dos 'level' 1 derrotaron con aparente facilidad a un monstruo de level 2.

"Impresionante" fue el elogio de Aiz quien tenía los ojos muy abiertos ante lo que acababa de ocurrir.

"Descansen" dijo Astor.

"Nosotros nos encargaremos del resto" argumento Bell.

Ambas aventureras levantaron la mirada, solo para encontrar un sonrisa cálida viniendo de los dos chicos que aun las seguían cargando en sus brazos.

"¿Quiénes son?" fue la atónita pregunta de Izumi.

"Somos... HÉROES" respondieron ambos chicos al unísono.

La palabra lleno de tranquilidad el pecho de las dos muchachas, olvidando cualquier sentimiento oscuro que se hubiese formado tras su batalla contra la domadora, se sentía cálido, era como si estuviesen siendo envueltas por las suaves cobijas de sus camas.

Ambos chicos se levantaron y empezaron a caminar con tal tranquilidad, que pareciese que hace unos segundos no pasó nada.

"¿A dónde se las llevan?" grito una elfa de cabello castaño, que aún seguía sorprendida por lo que acabo de ocurrir.

"Están agotadas y heridas" dijo el peliblanco.

"Las llevaremos a un hospital para que puedan descansar" prosiguió Astor.

"¿Quiénes son?" preguntó el hobbit, con una mirada seria.

"Somos héroes,...".

"Los últimos aventureros de la familia Zeus...".

"Bell Cranel y Astor Kominari".

"Ahora miembros de la recién formada familia Hestia".

De lo mas bajo a lo mas altoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora