Mingyu abrió los ojos, sorpresivamente no le dolía su espalda, ni tampoco había soñado algo en específico. Al contrario, se levantó con el recuerdo de una lagrima derramada, pero su animo estaba bien, no se sentía feliz ni tampoco triste.
Dio una vista rápida a la habitación, Wonwoo no estaba a su lado, por lo que se dio la facultad de estirar sus piernas y soltar un bostezo con sus brazos abiertos.
¿Hace cuanto no despertaba... normal?
No se quería levantar, se sentía tranquilo entre las sabanas, entre esa corriente de frío que lo hacia encogerse sin tiritiar.
Se sentía como una persona que se levanta en un domingo: relajado, sin una alarma de por medio pero con el pesar de que al día siguiente era lunes y tendría que volver a su monótona rutina.
En su caso, era llegar al palacio y encerrarse en su oficina con un millón de papeles que firmar.
— Buenos días — Wonwoo lo miró desde la puerta de la habitación. Tenia un jogger gris junto a un polo blanco sin mangas.
Lucia muy lindo, muy hogareño. La situación se sentía bien.
— Ya está el desayuno, baja. Mamá no quiere que pruebe la patata dulce hasta que no estés en la mesa — hizo un puchero involuntario mientras se tocaba la barriga — cámbiate y apúrate, que tengo hambre.
Mingyu solo asintió mientras veía como el el azabache, salia de la habitación.
Realmente se sentía bien.
Con el mayor de sus pesares, se levantó de la cama y entró al baño para asearse rápidamente, se miró al espejo y abrió sus ojos al ver su semblante.
Se veía tranquilo, no había amanecido con ojeras ni ninguna mueca de disgusto. Se había levantado por cuenta propia y no por una alarma.
La situación le parecia tan extraña... pero a la vez interesante.
Cuando salió del baño, vió que en la cama estaba su ropa doblada, un cepillo de dientes y, sorpresa, un boxer limpio.
Esa definitivamente no era la talla de Wonwoo.
Averiguaría después.
Ya más limpio, bajó y fue al comedor.
Era como estar en Alemania. Despertarse solo, pero cuando se veia con sus amigos su mente se despejaba. La universidad le traía buenos recuerdos.
La casa de Wonwoo era muy pequeña, solo dos cuartos muy pegados el uno al otro, un solo baño y una ducha. No había una bañera en donde relajarse cuando estabas estresado. Analizando esas diferencias, bajó al comedor y ahí se encontró algo que en toda su vida nunca había visto.
Era como ver una fotrografia perfecta de un hijo con su madre poniendo la mesa mientras se rien de cualquiera cosa trivial que les llegue a la mente. Wonwoo y Youngmin era tan felices en su pobreza que sorprendía a Mingyu. ¿Quién podría vivir sin bañera? Wonwoo no tenía cable, por lo que no podía ver canales internacionales como HBO, Disney o TNT. Solo podía ver tele nacional. Era tan rústico y aburrido
Y aun así, eran felices.
Lo más impresionante era que Mingyu se dió cuenta que Wonwoo no era el del error. Lo era él.
¿Que hubiera sido si un dia su padre hubiera hecho el desayuno? ¿O si se hubieran sentado a la mesa en pijama?
— oh, príncipe — la madre de Wonwoo le habló — Buenos días, siéntese a desayunar.
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Shh... soy tu dueño | Meanie |
FanficJeon Wonwoo es un ciudadano de clase baja que trabaja en una cafetería para solventar las medicinas de su madre enferma. Mientras, Kim Mingyu es el heredero a la corona que tiene una reputación muy defectuosa para su puesto. Su padre ha obligado a s...