Jimin or Jimena (Kookmin)

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—¡Contratado! —Anuncia la chica con la solicitud de trabajo de Jimin —Tienes las mejores calificaciones y eso habla mucho de tus habilidades y conocimientos en el mundo del arte, además que los talleres de arte que has tomado tienen muchas recomendaciones ¡Felicidades! No muchas personas a la primera consiguen el trabajo que quieren al no tener referencias por ser su primera búsqueda en el mundo laboral, suerte Jimin. —Sonríe para acercarse a Jimin y darle sus papeles —Comienzas mañana, te necesitamos a primera hora para darte el tour y todo lo que necesitas saber para las exposiciones. —Se despide la mujer dándole paso a Jimin para que salga de la galería.

Jimin al salir de la oficina suelta todo el aire retenido y empieza a festejar en silencio, su primer trabajo en la galería que quería trabajar desde que la conoció cuando se enamoró del mundo del arte.

Sin querer el recuerdo nostálgico llego a su mente. Recuerda que estaba con Rosé caminando por las calles los dos solos buscando lugares para vivir sin que sus tíos se enteraran y sin querer Jimin se quedó perdido viendo que había una gran galería de arte ante sus ojos, él nunca había visto una en persona y sin pensarlo se empezó acercar a ella lentamente con su hermana viéndolo con el ceño fruncido al no saber que le había picado a su hermano.

La galería estaba abierta en exposición de una semana al público abierto, Jimin al estar hipnotizado entro a la galería y se quedó plasmado al ver las obras de arte tan espectaculares que sus ojos estaban presenciando, pero justamente hubo una que le heló la sangre e hizo que una corriente eléctrica pasara por todo su cuerpo de modo circular durando por varios minutos. Su respiración se sintió bastante irregular por la sensación que estaba viviendo ya que nunca antes la había sentido y se sentía extraño.

En la obra de arte se veía una mujer viendo directamente hacia el piso en donde un mar de lágrimas reflejaba su martirio y el gran pozo sin fondo donde estaba cayendo en picada. En los ojos de la mujer se veía una mirada perdida, sin vida, sin algún brillo del que la mujer pudiera sostenerse, pero en el fondo había un chico, un chico que reflejaba en su rostro la angustia de no poder hacer nada para ayudarla. Desde que Jimin vio ese cuadro se enamoró del arte y de las maravillosas sensaciones que podía causar en alguien como le paso a él, lentamente salió de la galería de arte donde su hermana lo seguía esperando y al verlo llorar se acercó con él para envolverlo en un abrazo y las palabras que el Jimin de ese tiempo dijeron definieron su futuro.

—Quiero hacer arte... —Fue lo único que dijo Jimin para seguir llorando en el hombro de su hermana. Rosé se quedó conmocionada al ver a su hermano en tal aspecto y con una sonrisa acaricio la espalda de su hermano con cariño al imaginárselo como todo un artista en un futuro.

Y así con ese recuerdo Jimin dejo caer la primera lagrima de su ojo, lamentablemente no pudo leer quien era el autor de esa magnífica obra que hizo que su mundo se decidiera a futuro, estuvo meses buscando el autor, pero nunca la encontró de nuevo y solo se quedó como un recuerdo que quedo guardado en su retina y que siempre alabara.

Entro al baño de la galería y prosiguió a cambiarse a una ropa más cómoda, pero también de mujer ya que "supuestamente" Jimin estaba en Japón y ahora Jungkook no se le despega en ningún momento. Jimin sigue intentando encontrar un modo para decirle al castaño toda la verdad, pero no logra llegar a nada, decidió dejar de hacerlo porque lo único que estaba consiguiendo es asustarse más y que la cobardía aumentara, no quería seguir engañando a Jungkook por más tiempo y si seguía en ese paso no iba a conseguir la fuerza necesaria para decir la verdad.

Jimin al ya estar listo salió de la galería y se encontró a Jungkook afuera en una banca esperándolo, sonrió con algo de tristeza que decidió ocultar con una sonrisa fingida de alegría.