Razones para ir a Hogwarts y otros porqué [VV #1]

1. Porque hay muchas cosas por descubrir

Jason

¿Discuten? Claro que están discutiendo, pero ¿por qué?

Los adultos siempre discuten, pero presiento que ahí dentro pasa algo raro. No sé decir por qué.

Quizá por el tono de voz del señor Malfoy y la tía Hermione, que parecen querer mantener la conversación tan apagada y oculta que apenas se oyen. El tío Ron suena tan exaltado como siempre que se encierran a discutir allí. En cambio, mi abuelo podría, simplemente, no estar presente... pero lo vi atravesar la puerta con la inscripción «Harry Potter, jefe del Departamento de Aurores», en otras palabras, su oficina.

El timbre del número 12 de Grimmauld Place suena antes de que pueda responder mi pregunta. Probablemente, es Sierra, mi mejor amiga, así que bajo corriendo antes de que mis padres puedan adelantárseme o, peor aún, mi hermana.

No es como si Sierra no se llevara bien con mi familia (en realidad creo que mis padres la adoran más que a mí), pero suelen decir cosas vergonzosas si no los tengo bajo supervisión. ¿Todos los padres son así, o solo los míos que son bien raros?

Sierra podría ayudarme a averiguar qué está pasando en la oficina de mi abuelo... No sé todavía cómo, pero entre los dos se nos ocurrirá algo.

Estoy a punto de abrir la puerta principal de casa de mis abuelos cuando se abre desde afuera.

—¡Jo, niño! —exclama el tío Albus, dejando pasar a Chrys antes de entrar él—. Abre más rápido cuando toque, sabes que siempre pierdo las llaves.

Chrys las tintinea en su mano y se las lanza con ciertos aires de superioridad, como casi todo lo que hace.

—Si funcionara como la casa de magos que es —se jacta el rubio—, no tendríamos que preocuparnos de esas chatarritas.

Ruedo los ojos por su comentario, como si no le hubieran explicado varias veces que estamos en un barrio muggle.

Aun así, noto que, a diferencia de mí, Chrys Malfoy sigue tan pálido como el día en que nos despedimos en King's Cross. A veces creo que, si Chrys no fuera mi mejor amigo, no saldría en todo el verano; no porque no tenga más amigos, sino porque solo sale con el tío Albus, quien únicamente lo saca de la Mansión Malfoy para verme.

Niego entretenido por la falta de orden de mi tío aún mientras me abraza y felicita por mi cumpleaños, y jalo a Chrys hasta el tercer piso de la casa, asegurándome de que no nos vean.

Clío debe estar en la cocina porque no hay ninguna oreja extensible por ahí. Comer la entretiene mucho, como a cualquier Weasley, sin importar qué tan prodigio sea. Así que no parece que haya mucho de qué preocuparnos.

—Cuando llegó tu abuelo, pensé que el tío Albus no podría traerte —le susurro justo antes de enfilar el pasillo del despacho de mi abuelo—. Es la primera vez que viene por sí solo.