5. Contacto

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Samantha.

Después de hablar con sus padres había ido a contárselo a algunos de sus amigos y, con la tontería, se había pasado toda la tarde y parte de la noche fuera de casa. Se tiró sobre la cama, estaba agotada. Se puso a juguetear con el móvil esperando a que sus ojos se cerrasen solos. Entonces lo vio, entre los cientos de likes que tenía su cover estaba el del chico de voz grave. Ella no le había dado like al suyo a pesar de lo mucho que le había gustado y ahora se sentía un poco mal. Decidió entrar en la cuenta del chico y ver si había puesto algo nuevo pero su último tweet era el del cover. ¿No le habían cogido? ¿Cómo podía ser? Tenía una de las voces más especiales que había escuchado en su vida.

Entonces se le ocurrió una idea, no perdía nada por intentarlo. Buscó el nombre de usuario del moreno en instagram y encontró su cuenta rápidamente, allí podría escribirle aunque él no la siguiese. Le dio follow y comenzó a escribirle un mensaje.

Estuvo cotilleando su cuenta y escuchando más covers que tenía allí subidas hasta que se quedó dormida

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Estuvo cotilleando su cuenta y escuchando más covers que tenía allí subidas hasta que se quedó dormida.

Flavio.

Ya era tarde. Habían recogido entre los tres las cosas de la cena y cada uno estaba en su cuarto. Él se había excusado diciendo que estaba realmente cansado después de todo el día y todas las emociones y que quería descansar bien para el día siguiente y sus clases de universidad y piano. Sin embargo, cuando llegó a tumbarse en la cama, no pudo no cuestionarse qué habría sido de esa rubia con ojos azules. "Con lo bien que hizo su vídeo, seguro que le han cogido" pensó, intentando convencerse a sí mismo sin saber muy bien porqué.

Se tiró en la cama a relajarse, dudó en si leer o coger el móvil, no quería desvelarse ya que mañana sería un día bastante movidito con el conservatorio y la universidad. Aún así, cogió el móvil y se quedó bastante de piedra cuando vio esa notificación. ¿Realmente era la chica de los ojos azules quien le había escrito? Estaba flipando.

Releyó varias veces el mensaje, incluso quiso ir a enseñarselo a Maialen y Gèrard, pero pensó que estarían cada uno con sus historias y tampoco quería molestarles demasiado. Así que, en un ataque de valentía nada propio de su carácter tímido, decidió contestarle.

Después de contestarle, decidió irse a dormir, le quedaba una semana muy larga entre universidad y conservatorio y tenía que poner toda su energía en que saliese todo bien

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Después de contestarle, decidió irse a dormir, le quedaba una semana muy larga entre universidad y conservatorio y tenía que poner toda su energía en que saliese todo bien.

Samantha.

Aquella semana había sido una locura, preparándolo todo para su viaje a Madrid. "No, para mi futuro en Madrid" pensaba. Había consultado en la universidad cómo trasladar el expediente a otra universidad, si durante la semana tenía tiempo libre se quería acercar a la facultad en Madrid para hacer la misma pregunta. Ya era domingo y estaba tirada en la cama mientras su hermana hacía su maleta. A ella nunca se le había dado bien hacer la maleta, era más de tirarlo todo dentro en el último momento sin ningún tipo de organización.

-Estàs nerviosa? -le preguntó su hermana terminando de colocar las últimas cosas.

-Que va, sortirà bé i si no, no passa res -respondió la rubia. Aunque no era del todo cierto, un poco nerviosa sí que estaba. Pero no iba a dejar que algo como los nervios le chafaran la oportunidad.

Aquella noche no durmió bien, no dejaba de dar vueltas en la cama mientras abrazaba a su peluche Pep. Cuando sonó el despertador ella llevaba un rato despierta mirando al techo. Se levantó de un salto y bajó a desayunar, y allí le estaba esperando sus padres y su hermana. Ninguno de ellos sabía cuándo se volvería a repetir un desayuno familiar así que querían disfrutarlo todo lo posible. Tras arreglarse, sus padres le acercaron a la estación de tren donde cogió el AVE a Madrid. Anaju se había encargado de la reserva del hotel de todos los participantes que no vivían en Madrid y le había dicho que en cuanto llegase a la ciudad habría un coche esperándola. Casi se cae de culo cuando vio a un señor trajeado con un cartel con su nombre rodeado de familiares que daban la bienvenida a los suyos.

Se subió al coche sin tener que decir nada, él sabía perfectamente dónde tenía que llevarla. En su camino miraba por la ventana y sonría. Esto era sólo el principio. Cuando llegó al hotel le dijeron que su compañera de habitación había llegado antes y ya tenía ambas llaves. "¿Compañera de habitación? Nadie me había dicho que tenía que compartir habitación, pero será divertido" pensó. Subió a la habitación que le habían dicho en recepción  y picó la puerta. Cuando se abrió, un par de ojos azules la recibieron, unos ojos que no eran desconocidos pues ya los había visto antes en twitter.

Entre acordes ~ FlamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora