Entre acordes ~ Flamantha

27. La noticia

Flavio.

Quedaban solo un par de días para el fin de semana y realmente necesitaba que llegara el sábado ya que, por motivos de exceso de horas trabajadas, le daban libre en el restaurante y tendría todo el fin de semana para desconectar y descansar de la rutina en la que se había vuelto inmerso este último tiempo.

La mañana de aquel jueves la pasó libre, preparando las canciones. Como excepción, tocaría un par de horas de más por la tarde, con lo cual saldría antes del trabajo y tuvo una idea.

Cogió su móvil y le escribió a su amiga Eva con el objetivo de averiguar el restaurante favorito de la rubia que tenían en común. Quería preparar algo especial para Samantha.

Estos últimos días pasaban muy poco tiempo juntos porque entre el trabajo del moreno y lo liada que últimamente andaba la rubia no les quedaba demasiado tiempo para pasar juntos.

Cuando la morena le contestó pudo terminar de preparar la sorpresa para Samantha. La idea era encargar algo de comida a ese restaurante y pasar la noche juntos. Quería que fuera un planazo para compensar lo poco que se habían visto las últimas veces.

Maialen entró en el salón justo cuando el moreno estaba terminando de preparar la comida, por lo que la pamplonica se unió a Flavio en la preparación de la misma y empezaron a hablar de los planes del moreno.

-Ay Maialen, necesito pedirte algo.-le dijo el moreno con la mejor cara de bueno que pudo poner en el momento.

-Veras... a ver, ¿que necesitas?-le contesto la chica dejando de preparar la ensalada y mirándole fijamente.

-A ver... que te cuento... verás...-dijo el moreno un tanto nervioso mientras se subía las gafas de un toque, gesto bastante característico del moreno cuando hay algo que le preocupa y le pone nervioso al mismo tiempo.- Quiero darle una sorpresa a Samantha... Hace algún tiempo que no podemos pasar mucho rato juntos porque estamos un poco liados con los trabajos, así que había pensado preparar algo en el piso esta noche, ¿sabes? -le comentó el moreno.

-Jo Flavio me parece genial, pero no entiendo en que puedo ayudarte yo en eso...-le contestó la morena.

-Había pensado pediros si podíais iros un ratito de casa... para poder cenar solos por lo menos, ya sabes, un poquillo de intimidad...-murmuró el moreno con un nerviosismo latente.

-Ay, ¡pero claro! -contestó sonriente Maialen.- Yo me encargo de Ge, tú no te preocupes por eso, volveremos tarde a casa.-le dijo al moreno guiñándole un ojo.

Flavio sonrió aliviado. Ya había conseguido el piso solos y la cena estaba más que decidida. Solo faltaba comentárselo a la rubia.

Le escribió un whatsapp invitándola al piso a las 9 de la noche, tiempo más que de sobra para volver del trabajo y dejarlo todo preparado para cuando ella llegase. Su respuesta afirmativa no tardó en llegar, y a Flavio eso no pudo hacerle más feliz.

Salió con tiempo para llegar al trabajo, y cuando llegó fue directo al vestuario, se cambió y enseguida estaba comenzando su jornada. Salió sobre las 19:45 y mientras iba a casa consultó en su móvil las últimas noticias que en twitter estaban hablando. Había varios temas en el caldero pero no pudo evitar fijarse en una foto de Samantha.

¿Que hacía Samantha en medio de su Twitter sin ser ella la que publicaba ni nada?

Entonces lo leyó. Y sintió como si le tirasen encima un jarro de agua fría.