Verano.
La estación favorita de todas aquellas personas que les gusta disfrutar el calor del sol y el poder ser más productivos en esos días largos. Y Choi Minho, formaba parte de ese tipo de personas.
Alto, tez morena clara, cabello de un tono castaño oscuro acompañado de un flequillo, ojos grandes, amplia sonrisa y dos pequeños lunares (uno cerca del ojo y el otro cerca de sus labios) eran algunas de las características físicas que más lo representaban. Él era un chico de dieciocho años que recién había concluido sus estudios en la preparatoria Park Jungsoo, también conocida como "P.J.S". Dicho instituto era de los más reconocidos en Seúl por su excelente nivel académico, ocupando un puesto en el top 10 de la lista de las mejores preparatorias del país.
Él se encontraba disfrutando de su primera semana de vacaciones, haciendo una de sus actividades favoritas: Jugar basquetbol. De lunes a viernes se reunía con algunos de sus amigos a jugar en un parque que quedaba a cinco cuadras de su domicilio. Dicho parque contaba con una espaciosa cancha de basquetbol y una zona exclusiva para aquellas personas que disfrutaban dedicarse a patinar.
— ¡Y la superestrella del baloncesto, Choi Minho, ha encestado por décima vez consecutiva! — exclamó un rubio de tez morena, cabello corto acompañado de un flequillo, labios gruesos y de rasgos faciales similares a los de un dinosaurio, los cuales hacían que se viera tierno.
Minho se acercó hasta su amigo para chocar los cinco con ambas manos — eso se debe a que hacemos un excelente equipo, superestrella Kim Jonghyun — volteó a ver a sus dos amigos (los cuales conformaban el equipo contrario) y no pudo evitar soltar una pequeña risa al ver sus expresiones desanimadas — ¿Qué pasa, chicos? ¿Por qué esas caras?
— Ya ha sido suficiente humillación por hoy — habló Kim Junmyeon, un chico de cabello negro, labios delgados, tez blanca y una no tan visible cicatriz por debajo de su ceja derecha. Él era el hermano menor de Jonghyun.
— Sí. Por favor, detengamos esta masacre — agregó un chico de cabello castaño, tez blanca y de ojos similares a los de un felino — les hubiéramos pateado el trasero si Changmin no se hubiese ausentado.
— ¡Qué gracioso eres, Minseok! — exclamó Minho — aunque Changmin y Siwon hubiesen venido, saben que no pueden derrotarnos a Jjong y a mí. ¿Cierto, amigo? — el nombrado asintió, sintiéndose completamente seguro.
— Por cierto... ¿por qué no vino tu hermano? — preguntó Junmyeon mientras sacaba sus anteojos del bolsillo de su short deportivo.
— Dijo que tenía un asunto del cual encargarse, no me especificó de qué se trataba — al ver la expresión de decepción de su amigo, una sonrisa ladina escapó de sus labios. Ya que por más que Kim Junmyeon tratase de ocultarlo, era más que evidente que él estaba enamorado de Choi Siwon, hermano mayor de Minho.
— Oh... ya veo — susurró y se colocó los lentes.
— Pero pueden venir a mi casa un rato — sugirió — así tú podrás relatarle a Siwon con lujo de detalle cómo los vencimos — se acercó a él y le dio un par de palmadas en el hombro para que se animara.
— ¡Ja! — sonrió forzosamente — de todos modos, te agradezco la invitación, Minho. Pero tengo que ir por unas cosas. Creo que Jonghyun puede acompañarte.
— ¿Huh? Pensé que querías que fuera contigo — dijo el rubio.
— ¿Para que durante todo el trayecto me molestes por haber perdido en el partido de hoy? No gracias.
— No pensaba hacerlo... pero me has dado una grandiosa idea, hermanito. Lo haré al llegar a casa — le guiñó el ojo — lo cual será dentro de unas horas, ya que me quedaré a cenar en casa de Min.
— Pero... yo no te he invitado a cenar — habló Minho y miró a su amigo con una expresión de confusión. Jonghyun lo miró de vuelta con una expresión de cachorro triste, ocasionando que le fuera imposible negarse a su petición. Suspiró — de acuerdo... al terminar de cenar, lo llevaremos de inmediato a tu casa — Junmyeon asintió y el rubio alzó el puño en señal de celebración — ¿y tú, Minseok? No has respondido si deseas venir un rato a mi casa.
— Lo siento, chicos. Esta noche llegarán mis visitas y le prometí a mi madre que le ayudaría con los preparativos de la cena.
— Oh, sí. ¿Los familiares que se quedarán por el resto del verano? — el de ojos gatunos asintió una vez — mucha suerte.
Los cuatro amigos se despidieron y tomaron caminos distintos. Durante el trayecto de Minho y Jonghyun, platicaron acerca de sus futuros planes en esas vacaciones, y sobre todo, recordaron la manera en la cual habían ganado ese partido amistoso de basquetbol.
— Hey, Minho.
— ¿Hmh?
— Estoy decidido a confesar mis sentimientos a Kibum.
— ¿En serio? — el rubio asintió y sonrió tímidamente — ¿y qué fue lo que hizo que tomaras esa decisión?
— Ayer estaba de lo más tranquilo en mi habitación, hasta que me dije a mi mismo: "Jonghyun. ¿Por qué no tomas acción de una buena vez? La vida es corta y más temprano que tarde puede llegar alguien y arrebatarte a tu futuro novio". Así es que he tomado la decisión de confesarle mis sentimientos el día de mañana. Lo haría hoy... pero no quiero ir a buscarlo en estas fachas.
— En ese caso, querido amigo, permíteme ayudarte con los preparativos para que sea una petición memorable.
— Eres el mejor.
— Lo sé — ambos rieron. Al doblar la esquina apreciaron una casa que destacaba entre todas las demás. De dos pisos, color shedrón, un gran portón negro y un árbol en el lado izquierdo: Era la casa del castaño.
Cruzaron la calle, estaban a punto de llegar a la casa de Minho, cuando en eso vieron a un chico pelinegro de complexión delgada, tez morena clara y labios gruesos sentado en el pequeño escalón de una casa color blanco mientras abrazaba sus piernas.
Era Lee Taemin, su vecino.
El de ojos grandes sintió los pequeños pellizcos que le proporcionaba su amigo en su brazo derecho. No lo tomó a mal, ya que sabía que era una manera en la cual su mejor amigo lo animaba a acercarse al chico que le gusta.
— ¿Por qué traerá esa chamarra de invierno? — preguntó Jonghyun en voz baja — si hace un calor de los mil demonios.
— No lo sé — ambos observaron al pelinegro, quien tenía la vista al frente mientras esbozaba una expresión seria. Al detenerse afuera de la casa de Minho, carraspeó el rubio. Minho sonrió tímidamente y se armó de valor — Buenas tardes, Taemin.
El mencionado volteó a verlo con una expresión de susto. Se incorporó de inmediato y abrió la puerta color gris de la casa para entrar corriendo y dar un sonoro portazo.
— Vaya... tu crush te tiene miedo.
— Cierra la boca.
~ * ~
¡Bienvenidas/os! Este es mi primer fic 2Min y espero de todo corazón que sea de su agrado, y sobre todo, espero contar con su apoyo en el transcurso de la historia. ¡Nos vemos en la siguiente actualización! 💖✨🥺
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Eres hermoso [2Min] ©
Fanfiction"¿Qué tanto estarías dispuesto a hacer para sanar las cicatrices de una persona? Esta es la historia de Choi Minho, un chico muy alegre, sociable y amante del basquetbol que siempre está dispuesto a ayudar y animar a sus seres queridos cuando más lo...