Fantasía/Drama/Romance
"Dicen que el amor es mágico... pero Magia no está de acuerdo"
El principe Erick hara hasta lo imposible para ganarse el corazon de la guardiana Arelis, incluso ignorara las advertencias de la protectora del reino. Pero al ser...
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Las preparaciones para la coronación comenzaron, Judasan era el único de los tres guardianes que Erick aceptaba ver y a pesar de los esfuerzos del guardián, el príncipe se mantuvo en silencio. Arelis había decidido acudir al llamado de magia una semana después de la coronación del príncipe, a pesar de haberle dicho a la princesa que confiaba en él, no podía dejar de sentirse traicionada por él y debido a la indiferencia con la que la había estado tratando, se convenció más de que Erick había cambiado. Había tratado de hablar con él en varias ocasiones pero él se había negado a recibirla.
La coronación se llevaria a cabo esa misma noche y todos en el reino estaban a la expectativa, el pueblo no había mostrado rechazo contra Judan pero tampoco la aceptaban. El rey aún escuchaba el descontento del pueblo contra el príncipe al haber faltado a su palabra.
Arelis se había mantenido en silencio y entrenaba todo el dia, Erick se había negado a verla en varias ocasiones así que el rey entendía el porque el descontento de la joven. El rey miró por el balcón hacia el lado oeste del palacio donde ahora vivía su hijo, desde su llegada Erick no había salido mucho y no había ido a verlo ni una sola vez
Los guardianes habían ido llegando, haciendo que el palacio se sintiera seguro de nuevo, los paganos se habían retirado de las zonas tomadas y los acuerdos que Arelis había llevado a cabo con los otros reinos se habían ido debilitando cuando se enteraron de que ella no sería la reina, aun así el rey no se preocupó, Judan tenía la misma capacidad que Arelis para convencer y sabía que no le tomaría mucho trabajo ganar aliados, sin embargo si le preocupaba la seguridad de su hijo y su felicidad y junto a la princesa no tendria ninguna de las dos. Arelis ya le había manifestado que se marchara tan pronto el nuevo rey ascendiera, no había intentado detenerla ya que sabía que una vez ella decidía algo lo hacía, sin embargo no le había dicho aun a Erick.
Judasan entró de nuevo a la habitación del príncipe, este ya estaba cambiado y listo para la ceremonia, tenía en brazos al bebé mientras lo consentía.
-Su majestad, la ceremonia está apunto de comenzar así que es hora de bajar- anunció el guardián- La princesa ya lo espera abajo, todos están allí, solo falta usted- el príncipe se puso de pie y salió sin decir nada, miró a su escolta real y se giró hacia Judasan al no ver a Sinor ni Arelis allí.
-¿Donde estan los otros dos guardianes?- pregunto con seriedad- Ellos tienen que entrar conmigo
-Usted había dicho que no los necesitaba
-Solo llamanos, será solo en esta ocasión ya sabes, por temas de tradición
-Sí señor- respondió dirigiéndose a la casa de los guardianes
