Fantasía/Drama/Romance
"Dicen que el amor es mágico... pero Magia no está de acuerdo"
El principe Erick hara hasta lo imposible para ganarse el corazon de la guardiana Arelis, incluso ignorara las advertencias de la protectora del reino. Pero al ser...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Erick escupió sangre, mientras volvía sentir de nuevo el impacto contra su estómago, ya no le quedaban fuerzas ni siquiera de quejarse, escuchó a su padre suplicar que se detuvieran pero aquello solo parecía impulsar para que lo siguieran golpeando, apoyó su frente en el piso y se preguntó cuánto tiempo llevaba soportando eso, espero que lo volvieran a golpear pero en vez de eso sintió que lo sostenían con fuerza de los brazos y lo levantaban.
-Mi padre envió por ellos- escuchó decir
-Sí alteza- respondió el soldado que lo había golpeado. Erick alzó la mirada con dificultad era la primera vez que algún otro príncipe pisaba el palacio, se preguntó si aquel muchacho era príncipe de los paganos o de los tomareos. Miro al joven con detenimiento y no demoró en reconocerlo, era uno de los paganos que lo había secuestrado cuando estuvo herido, el mismo pagano al que Arelis le había perdonado la vida.
-Eres el príncipe de los paganos ¿No es así?- pregunto Erick con dificultad
-En efecto su majestad- respondió haciendo una reverencia en forma de burla- ¿Y es usted el rey de los piratas o lo era?- el joven se burló del estado del rey, no parecía ser el temido rey pirata del que todos hablaban, sin la protección de la guardiana no era nadie.
Arelis siguió el plan de Sinor, era muy sencillo, lo único que tenía que hacer era deshacerse de los soldados que se encontraban más apartados, mientras él liberaba parte del ejército pirata. Arelis no tenía mucha fe en aquel plan pero no podía quedarse de brazos cruzados mientras la vida del príncipe corría peligro, encargarse de los soldados de los pasillos fue sencillo, sin embargo parecía que por cada uno que mataba aparecían dos, sin darse cuenta se topó de frente con un grupo los cuales en vez de enfrentarse a ella retrocedieron y avisaron al resto, la guardiana maldijo en silencio su descuido y empezó a correr hacias las torres para avisar a Sinor, pero a medio camino vio que un grupo de soldados lo tenían cautivo. Arelis se detuvo sin saber que hacer, los soldados la alcanzaron, no tenia caso luchar, la superan por mucho. No opuso resistencia al comprender que nada podría hacer sin un plan.
-Ateza, hemos atrapado a los guardianes- dijo uno en dirección a la entrada, Arelis se giró para ver a quién le hablaban le sorprendió ver allí al joven príncipe de los paganos recostado en una de las paredes. El príncipe pagano sonrió satisfecho al ver a su atacante neutralizada, a pesar de que su padre le había pedido no salir no podía quedarse en el barco perdiéndose la diversión y el sabor de la victoria.
El príncipe sacó la daga que su padre le había regalado y se dirigió a paso seguro hacia la guardiana quien lo había humillado en aquella ocasión, pero esta vez se encargaría de ella personalmente.
Arelis golpeó al soldado que tenía atrás y se liberó del otro, era una ventaja no haber sido encadenada aun, asi que aprovecho y tomo las cadenas y las enrollo en su muñeca lista para atacar. El príncipe pagano se vio sorprendido pero no temeroso. Arelis tomó su daga y espero que el joven la atacara, sin embargo cuando pensó que el joven lo haría trajeron a Erick encadenado frente a ella.