Capítulo 39

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Judan salió de la habitación al no ver a Erick por ningún lado, los dos guardianes estaban mirando hacia el bosque con atención y Arelis se veía notablemente preocupada

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Judan salió de la habitación al no ver a Erick por ningún lado, los dos guardianes estaban mirando hacia el bosque con atención y Arelis se veía notablemente preocupada.

-¿Dónde está Erick?- Sinor se giró hacia Judan al escucharla, se veía cansada y preocupada

-Se fue a buscar a su padre- dijo el guardián

-¿Como que se fue?- preguntó aturdida- ¿Y por que se fue solo? Tu debiste haber ido con él- dijo dirigiéndose a Arelis

-El me pido que me quedara, mi labor es cuidar de usted y del príncipe- la joven reina se acercó a la guardiana con miedo, no podía permitir que nada le pasara a Erick.

-¿Algo malo pasa no es así?- preguntó de nuevo la reina al ver la mirada de ambos guardianes, Arelis miro a Sinor y después a la reina, tenía que decirle la verdad.

-Temo que Nakor lo ha tomado cautivo, no logro comunicarme con el- Judan se llevó las manos a la cabeza con desespero

-No puede ser, no puede pasarle nada- dijo lamentándose- Tienes que salvarlo Arelis- la guardiana miro a la reina angustiada, que más le gustaba, pero tenía que cuidar de ella y del príncipe

-Debo protegerla a usted, además debe estar bien, de lo contrario ya lo sabríamos- intento calmara a la reina y calmarse a sí misma

-No Arelis, tienes que ir por él- le pidió con desespero- tu sabes que si Nakor lo toma cautivo, no podrá salvarse solo y la muerte que él le dará no será para nada compasiva- Arelis escuchó las palabras de la reina con angustia, ella sabía eso, pero no podía desobedecer- por favor sálvalo- suplicó una vez más.

-No puedo dejarla sola

-No estaré sola, Sinor se quedara conmigo

-El esta herido, no podrá ayudarla si atacan

-Hazlo te lo suplico, si algo le pasa… yo me muero- los ojos de la reina se cristalizaron a punto de llorar, aquella imagen lleno de dolor a Arelis, tal vez ella si se merecia estar con Erick, estaba claro que Judan arriesgaría todo por el amor que sentía hacia él. Lo sentía por Sinor pero al parecer la reina había decidido amará al rey

-Pero- Judan tomó las manos de Arelis en desesperación

-No se si puedas entenderme, pero Erick es muy importante para mi, es el padre de mi hijo y es mi esposo, no puedo dejar que nada le suceda- Arelis sitio que sus sentimientos eran insignificante al lado de los de Judan, miró al bebé que dormía pacíficamente y luego miró a la reina, para ella siempre había sido más importante su labor como guardiana, tal vez por eso ella nunca había tenido una oportunidad real de amar- por favor te lo pido- Arelis miro a Sinor y este desvió la mirada incómodo, Arelis comprendió que las palabras de la reina le dolían tanto como a ella

-¿Por qué me está diciendo eso?- pregunto molesta al ver que Judan no tenía en cuenta que Sinor estaba presente

-Porque debes entender Arelis que alguien que ama nunca traiciona- Sinor escuchó con desilusión las palabras de Judan  también con enojo- Erick nunca te amo y realmente lo lamento por ti, nadie merece lo que él te hizo, pero debiste haberlo sospechado, el solo quería llevarle la contraria a su padre, porque así son los jóvenes- Arelis sintió que cada palabra de la reina golpeaba con fuerza en su interior- aun así estoy pidiendo que lo salves y se que es egoísta de mi parte, pero a pesar de todo todos merecemos una segunda oportunidad, te estoy pidiendo que se la des, por favor te lo suplico- Arelis asintió cansada de todo, ya se había resignado, así que tomó el medallón pirata que llevaba puesto y se lo quito. Judan la miró sorprendida pero sin decir nada más. Arelis tomó el medallón y lo puso alrededor del cuello del niño quien la miraba atentamente con sus profundos ojos azules idénticos a los de Erick.

La guardiana y el príncipe pirataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora