Fantasía/Drama/Romance
"Dicen que el amor es mágico... pero Magia no está de acuerdo"
El principe Erick hara hasta lo imposible para ganarse el corazon de la guardiana Arelis, incluso ignorara las advertencias de la protectora del reino. Pero al ser...
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Erick solo había vuelto a ver a Arelis desde lejos, se preguntaba si realmente el tiempo se encargaría de borrarla de su corazón. Ya estaba próximo a cumplir los veintiún años y debido a eso su padre había invitado nuevamente a Judan, pronto tendría que acceder al trono y para hacerlo tenía que casarse. Ya había pasado seis meses desde que la princesa había vuelto a su reino y la verdad no lo emocionaba volverla a ver, aunque a diferencia de la última visita esta vez vendría sola, lo que significaba que tendría que pasar más tiempo con ella.
Judan estaba ansiosa, pronto volvería a ver a Erick y en esta ocasión estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para comprometerse con él. Al llegar a la playa después del viaje ya estaba alii la guardia real, se sintió dichosa, pero no vio a Erick en ningún lado. Camino hasta el guardián del príncipe extrañada.
-¿Erick no vino?- pregunto desanimada
-El la espera en el palacio señorita- respondió Judasan tratando de no sentirse mal por la hermosa princesa- está preparando todo para su llegada
Judan se subió en la carroza seguida de sus guardianes sin decir nada más.
Erick miro hacia el techo aburrido, estaba tirado en su cama esperando que la señal de la llegada de la princesa se diera, su padre no sabía aún, que no la había ido recoger, sin embargo no le importaba, durante esos meses Erick había cumplido con obediencia a su padre y se estaba cansando de tener que acceder a todos sus caprichos. Se sentó al borde de la cama cuando la señal fue dada, espero que su padre llegara furioso, pero eso no sucedió, así que espero sin inmutarse que el rey apareciera y le ordenará recibir a Judan.
Judan llego al palacio, el rey la recibió de forma grata, sin embargo Erick no apareció.
-Rey Erick- hablo Judan tratando de no sonar molesta- ¿dónde está su hijo?
El rey observó con cuidado a su alrededor y se dio cuenta que Erick no había ido a recibir a la princesa y tampoco se encontraba allí. Miro a Judasan un instante pero este desvió la mirada, la cólera empezó a crecer en su ser al pensar que podría encontrarse con Arelis.
-Mi hijo se encuentra enfermo, espero no se moleste usted ma... Judan - la princesa miró a Judasan y luego avanzó hacia sus habitaciones sin decir ni una palabra.
El rey irrumpió furioso en el patio de entrenamiento, allí se encontraba Arelis entrenando, se sintió aliviado que su hijo no hubiera vuelto a buscar a la joven. Arelis lo miro pero el rey le indico que siguiera entrenando.
Cuando el rey entró en la habitación de Erick este se puso de pie, ya estaba preparado Judasan le había dicho lo furioso que estaba su padre.
-Hola padre, ¿pasa al...?- el rey le dio una fuerte bofetada que lo hizo caer
-¡No juegues con mi paciencia Erick, no se te olvide que aquí el rey soy yo!- dijo tomándolo del cuello levantándolo- ¡más te vale que dejes de provocarme, porque de lo contrario te vas arrepentir!