Arelis se giró con miedo al escuchar la orden del rey Nakor; corrió tomando con fuerza al rey del brazo para que no se quedará atrás y lo llevó hasta la salida. La guardiana había logrado sacar del camino a cada uno de los paganos que se le enfrentaban a pesar de sus heridas aún podía luchar. Arelis sabía que no podría llevar al rey hasta la cabaña, tenía que detener a los paganos y ganar tiempo para que el rey lo hiciera, quedarse atrás podría significar su muerte pero ir con él sería asegurar la de ambos.
Arelis subió la colina con prisa mientras dejaban atrás el campamento de los paganos y se giró hacia el rey fatigada mientras le entregaba una espada.
-Tiene que irse- le indico girandolo hacia el bosque mientras lo empujaba
-No te voy a dejar- dijo negándose a marcharse
-Si no se va, todo el esfuerzo habrá sido en vano- Erick miró las heridas de la joven, dudaba que pudiera enfrentarse a muchos más
-Vendrás ¿verdad?- Arelis miró hacia la colina mientras el ejército pagano se dirigía a ellos- ¿lo harás?
-Lo haré- dijo con desespero. Erick se dio media vuelta y empezó a correr- ¡No se detenga!- grito la guardia corriendo hacía la parte baja de la colina. Nakor sonrió satisfecho, ese mismo dia le daría muerte a la guardiana y al rey, al igual que a cada miembro de la familia pirata.
Arelis sacó del camino a cada uno de aquellos seres amarillo, logró frenar ataque tras ataque, pero llegaría a su límite, sin embargo sabía que le había dado el tiempo suficiente al rey para huir, ya solo esperaba que él se hubiera marchado realmente.
Erick corrió con desespero, tenía que llegar a la cabaña, hasta el momento nadie le iba siguiendo, lo que era una buena señal, avanzó por el bosque sin mirar atrás, el sabia que Arelis volvería, ella siempre lo hacía. El sol ya empezaba a salir, dando paso así a un nuevo dia. Vislumbro la cabaña con dificultad y se apresuró a llegar allí.
Sinor estaba junto a la puerta, él sabía reconocer cuando el ambiente cambiaba y lo había hecho, sospechaba que tendrían compañia. Miro a Judan que sostenía al niño en brazos con miedo, si los paganos o lo tomareos o cualquier otro enemigos los encontraba ese sería su fin, al menos el de el y el de la reina. Sinor sabía que el medallón pirata cuidaba de los príncipes hasta que estos eran capaz de defenderse. Sinor tomó la daga que la guardia le había dado y espero pacientemente mientras unos pasos apresurados se acercaban a la puerta.
Erick abrió la puerta y se vio sorprendido al terminar con una daga en su cuello y el cuerpo del guardián aplastandolo.
-Lo lamento- dijo el guardián apartándose de él y ayudándolo a levantarse. El rey miró a Sinor aliviado, al menos sabía que el guardián había cuidado bien del niño- ¿Y Arelis?- preguntó el guardián al no ver a la joven- ¿dónde está?
-Dijo que vendria despues- Erick respiro fatigado, mientras se sentaba. Sinor miró con preocupación hacia el bosque, Arelis no iba a regresar él lo presentía, desvió la mirada de allí con tristeza, esperaba estar equivocado. Sus ojos se cruzaron con la daga de Arelis que el príncipe aún tenía en sus manos, volvió a mirar hacia el bosque con miedo, estaba casi seguro… Arelis no iba regresar.
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La guardiana y el príncipe pirata
RomanceFantasía/Drama/Romance "Dicen que el amor es mágico... pero Magia no está de acuerdo" El principe Erick hara hasta lo imposible para ganarse el corazon de la guardiana Arelis, incluso ignorara las advertencias de la protectora del reino. Pero al ser...