Amor de una Bruja y un Semidios

Capítulo 3

~Harry Potter~

Los nervios seguían brotando en Hermione. Aunque aún faltaba un tiempo para que el barco que la llevaría a Australia zarpará, no podía evitar sentirse extremadamente nerviosa con cada día que pasaba.

Actualmente se encontraba leyendo un libro que había encontrado en la Madriguera. Pasó un mechón de su cabello tupido por detrás de su oreja observando cuidadosamente los dibujos. Si recordaba bien (obviamente tenía razón), el libro trataba de la mitología griega.

Al parecer el señor Weasley tenía cierto interés en las diferentes creencias de los muggles y por eso había investigado un poco. También tenía libros de máquinas, autos, etc. al final Hermione terminó tomando el de mitología. Había estado leyendo el mito de Medusa y su cuerpo se estremeció, ella no quería sentir la ira de una diosa y mucho menos de la diosa de la sabiduría.

Para ella, la diosa de la sabiduría resultaría más peligrosa que los otros dioses debido a su vasto conocimiento, pero también el poder podría llegar a doblegar el conocimiento. Tanto el poder como el conocimiento iban de la mano, de ahí la frase: "El conocimiento es poder" algo corta, pero acertada.

En fin, comenzaba a sentir que Atenea quien era la diosa de la sabiduría, era su diosa favorita.

Hermione soltó un suspiro mientras cerraba el libro marcando la página en la que se había quedado con un papel para continuar después. Se levantó de su asiento y se estiró un poco, había estado sentada por horas quizá y quería tomar un poco de aire fresco.

Salió de la habitación de Ginny donde dormía y comenzó a bajar por las escaleras de la Madriguera. Al bajar se encontró con Harry quien parecía que recién había llegado junto a Ginny.

"Hola, Hermione"-. Saludaron Ginny y Harry mostrando una sonrisa.

"Hola, ¿Fue todo bien?"-. Saludó de vuelta mientras les preguntaba acerca de la "cita" que habían tenido.

"Bueno, dejando de lado como Harry quería hechizar a unos tipos que intentaron coquetear conmigo. Todo estuvo bien"-. Ginny habló con gracia mirando de reojo a Harry quien frunció el ceño.

"Si me hubieras dejado..."-. Susurró Harry para sí mismo, pero ambas chicas pudieron escucharlo y pequeñas risitas salieron de sus labios.

"¿Vas a salir?"-. Ginny preguntó dejando de lado el tema de los celos de Harry algo que le pareció lindo. Hermione suspiró.

"Solo iré a tomar un poco de aire, siento que me estoy ahogando"-. Respondió ella mientras Harry y Ginny asentían con la cabeza mostrando comprensión.

Los recién llegados se hicieron aun lado para dejar pasar a la chica de cabello tupido quien hizo un gesto con la cabeza para después salir por la puerta principal. El aire golpeó suavemente el rostro de la chica quien cerró los ojos por unos momentos disfrutando de la suave brisa.

"Supongo que debería dar un paseo por la playa. Necesito despejar mi mente"-. Con eso dicho, Hermione desapareció.

~Percy Jackson~

El crucero había llegado a Gran Bretaña sin problemas. En dos semanas iba a zarpar nuevamente a Estados Unidos, las familias habían bajado del barco para ir a lugares de interés en el lugar.

Percy, por otro lado, había bajado a la playa. El mar siempre lo había tranquilizado desde hace tiempo, sentado en la arena disfrutando de la brisa marina y despejar su mente siempre parecía funcionar.

Después de casi dos horas de estar sentado en la arena, decidió que era momento de dar un paseo. El sonido de las olas del mar rompiendo en la orilla era aplaudible por todo el lugar, se acercó a una agrupación de rocas.

Percy observaba con detenimiento algunos cangrejos que iban de un lado a otro caminando de lado, acercó uno de sus dedos a uno de los cangrejos. Con una persona normal, los cangrejos bien podrían huir o intentar defenderse, pero estos simplemente se quedaron estáticos mientras Percy acariciaba las pinzas con tranquilidad.

El mar a su alrededor empezó a mostrarse más tranquilo que en alguna otra parte.

"Ten cuidado, podrían hacerte daño"-. Una voz femenina se escuchó detrás de Percy.

Se trataba de una chica de cabello castaño algo tupido, sus ojos eran marrones. Era hermosa a opinión de Percy, además de que poseía una mirada algo analitica tal y como era la mirada de Annabeth. La nostalgia lo invadió ignorando la presencia de la chica.

"Es bastante grosero ignorar a una chica, ¿Sabes?"-. La chica lo miró con la ceja alzada llamando la atención de Percy nuevamente.

"Me disculpo, solo estaba recordando algunas cosas. Sin embargo, como puedes ver, estos pequeños no me harán daño"-. Percy alzó uno de los cangrejos el cual no se opuso.

La chica parecía estar realmente sorprendida.

"Extraño... Normalmente intentarán defenderse si intentan atraparlos o escapan entonces, ¿Por qué?"-. La chica se acercó y ahora era ella quien estaba sumida en sus pensamientos.

"Tómalo. No temas, así"-. Percy extendió cuidadosamente el cangrejo a las manos de la chica quien estaba sorprendida, sin embargo, el cangrejo no intentó atacar o escapar.

La chica miraba detenidamente el cangrejo mientras lo movía con sus manos con sumo cuidado. Percy estaba confundido, nunca había visto a alguien tratar de esa manera a un cangrejo además claro, de los "suyos".

"Hermione Granger"-. Habló la chica.

"¿Perdón?"-. Preguntó Percy confundido.

"Mi nombre es Hermione Granger, ¿Puedo preguntar el tuyo?"-. Hermione preguntó alzando una ceja mientras dejaba libre al cangrejo.

"Oh, mi nombre es Percy Jackson"-. Se presentó.

Claro, otro Percy, eran los pensamientos de Hermione al recordar al hermano mayor de su amigo Ron, Percy Weasley.

"Tu acento es un tanto diferente, no eres de por aquí, ¿Verdad?"-. Hermione miraba a Percy analizando sus movimientos.

De hecho, Hermione podía ver una especie de marca en su brazo haciendo que ella tomará su varita tratando de que Percy no se diera cuenta, sin embargo, este notó ese extraño movimiento y la mano de Percy se apretó alrededor del bolígrafo.

Ambos se miraban fijamente como si esperaran que el otro hiciera un movimiento.

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