Capítulo 9

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Percy estaba en la orilla de la playa mirando el horizonte, las estrellas iluminaban el cielo nocturno dándole más tranquilidad al joven mestizo. Percy entrecerró sus ojos para después poco a poco comenzar a sumergirse en el mar el cual parecía más tranquilo que de costumbre.

Una vez estando un par de metros por debajo de la superficie del mar, se encontró con el que parecía ser el mismo tiburón que había estado curioseando por la tarde.

"Sabes que la curiosidad mató al gato, ¿Verdad?"-. Percy preguntó al tiburón quien le ofreció su aleta.

Soltando un suspiro se sujetó de la aleta del tiburón que poco después comenzó a nadar más adentro. Estar debajo del agua no era ningún problema para Percy ya que él podía respirar sin complicaciones además de que si el agua estaba fría no le afectaba en lo más mínimo.

Percy se dejó arrastrar por el tiburón y este último nadó por unos cuantos minutos hasta que se detuvo en un arrecife. El semidiós se soltó de la aleta del tiburón quien se alejó, pero no se fue, al parecer se quedaría para llevarlo de vuelta a la orilla.

Frente a Percy se materializó una mujer, presentía que posiblemente había sido la misma nereida que le había dicho que fuera a la playa de Santa Mónica por órdenes de su padre hace ya varios años. 

"Perseo Jackson"-. Habló la mujer con voz suave.

"¿Ocurre algo?"-. Inquirió Percy sin rodeos. La nereida mostró una pequeña sonrisa.

"Tu padre deseaba conocer tu situación. Temía que algo hubiese salido mal"-. Percy soltó un suspiro ante lo dicho por la nereida.

"Puedes decirle a mi padre que estoy bien, me siento más tranquilo ahora"-. La nereida asintió levemente.

"También quería saber tu opinión acerca de esa mortal de nombre Hermione Granger"-. Ante esto, Percy frunció el ceño.

"Ella no tiene nada que ver en esto"-. Siseó mirando a la nereida quien ni se inmutó ante el tono del hijo de Poseidón.

"Perseo Jackson, eres uno de los más grandes héroes que se hayan visto a lo largo la historia de la humanidad. Has sufrido tanto como has vivido, Lord Poseidón está preocupado de que esto sea un juego más de Lady Afrodita. Sabes mejor que nadie que los juegos de Afrodita siempre terminan en tragedia, ya lo has experimentado"-. Percy apretó los puños, pero no pudo responder y lo único que hizo fue morder su labio inferior.

"Tengo un mensaje de Lord Poseidón; 'Asegurate de que sea la correcta', eso es todo. Vuelve a la superficie, alguien espera por ti"-. Con eso dicho, la nereida desapareció en una corriente dejando a Percy solo con el tiburón.

El tiburón solo volvió a acercarse a Percy para que este nuevamente se sujetara de su aleta. El camino de vuelta se sintió aún más rápido debido a que Percy estaba sumido en sus pensamientos. El tiburón dejó a Percy donde lo había recogido hace un rato.

En realidad Percy deseaba sentarse ahí en una de las rocas que se encontraban ahí mismo, pero recordó lo que la nereida le había dicho. Al parecer alguien le estaba esperando en la orilla, quería saber quién era.

Al salir pudo ver a una figura caminar de un lado a otro, al enfocar mejor su mirada se dio cuenta de que se trataba de Hermione. Su rostro denotaba preocupación y tristeza, soltando un suspiro Percy ya se daba una idea de por qué estaba ahí.

Hermione por otro lado estaba realmente preocupada y triste. Ella al saber que Ron había sido realmente insensible con Percy al recordarle a su novia muerta, había venido para ver a Percy y tratar de hablar con él además quería alejarse un rato de la madriguera para evitar darle una paliza a Ron por hacerle recordar algo doloroso a Percy.

Sin embargo, no lo encontró por ningún lado y se lamentó al pensar que había regresado al barco, pero algo en ella le dijo que esperará un poco y terminó esperando. Mientras más esperaba más impaciente se volvía, no fue hasta después de un rato que vio a Percy salir caminando de las profundidades del mar como si estuviera dando un paseo por el parque.

"Percy"-. Hermione lo llamó, pero esperó a que él se acercará.

"Hermione. Creí que nuestra cita era mañana, ¿O acaso tenías tantas ganas de verme?"-. Percy bromeó un poco para disminuir la tensión del ambiente.

Hermione mordió su labio inferior, su mente estaba llena de preguntas y ella en verdad quería preguntar qué había sucedido con el tiburón de la tarde además de verlo emerger del mar como si nada.

"Percy... Se honesto conmigo, por favor"-. Pidió Hermione mirando a los ojos de Percy.

Percy soltó un suspiro mientras pasaba una mano por su cabello mojado. Hermione solo mantuvo su mirada fija en él, aunque por dentro estar nerviosa y se arrepintió de haberle pedido eso después de todo solo llevaban poco más de una semana conociéndose. Básicamente ella no era nada para pedirle algo como eso.

"No tienes que responder"-. Agregó algo avergonzada.

"Tienes razón, tengo algo que contarte. Escucha, puede que lo que te cuente parezca algo sacado de un libro de fantasía, pero todo es cierto"-. Con eso, Hermione imaginó su vida donde ella era una bruja y había peleado contra cientos de mortifagos.

"Soy un mestizo, Hermione..."-. Comenzó Percy.

"¿Es malo ser un mestizo? Soy nacida de muggles y eso no es malo"-. Hermione bufó algo molesta pensando que Percy se refería a que era un hijo de mago y muggle.

"¿Perdona?"-. Percy preguntó algo confundido.

"¿No te referías a eso?"-. Hermione también parecía confundida, pero dejó que Percy continuará.

"No soy un mago, llegué a conocer unos cuantos, pero yo no lo soy. Soy un mestizo, por así decirlo soy un cruce entre humano y dios"-. La chica de cabello tupido abrió los ojos como platos mientras abría y cerraba la boca como si fuera un pez fuera del agua.

"Eso quiere decir que tú... ¿Eres un semidiós?"-. Preguntó Hermione algo aturdida mientras Percy asentía con la cabeza.

Percy se mantuvo en silencio para que la chica de cabello tupido pudiera asimilar tal información. Hermione por otro lado estaba totalmente sin palabras, había estado conviviendo con un semidiós... Eso explicaba algunas cosas, le creía pues ella misma era un bruja una existencia que debería ser un cuento de hadas. Abrió los ojos al darse cuenta de algo y de un momento a otro tomó el brazo de Percy en el cual tenía aquella extraña marca.

Hermione apreció nuevamente la sigla SPQR, ¿Cómo había sido tan tonta si había visto esa sigla en aquel libro que había estado leyendo? Senatus Populus Que Romanus, cuya traducción es «el Senado y el Pueblo Romano».

Con cuidado soltó el brazo de Percy, tenía que analizar esto mejor. Percy la invitó a tomar algo para que pudiera asimilar mejor esa información, Hermione aceptó. Percy ahora estaba algo dudoso de contarle acerca de las dos guerras contra los titanes que vivió, pero no quería guardarle ningún secreto a Hermione y sabía que podía confiar en ella.


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Amor de una Bruja y un SemidiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora