Eres Mi Presa

Capitulo 2

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Capitulo 2

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Después de media hora eligiendo mi atuendo, me decidí por un vestido color rosa claro y unas sandalias negras que tenían un poco de tacón. Hoy tenía que llevar los documentos faltantes para poder iniciar con el tratamiento, y no sé por qué, pero me sentía extraña, estaba ansiosa, solo que no sabía el motivo, también sentía mi estomago algo raro, motivo por el cual no pude comer casi nada.

Pero no podía dejar que esas emociones me invadieran, no ahora que ya estaba por asegurar mi vida.

Cuando ya estaba lista salí del viejo hotel y comencé el mismo camino que ayer, solo que esta ves las personas no solo me miraban, sino que también susurraban entre ellos haciéndome sentir más rara de lo que ya estaba. Cuando llegue fue todo igual a excepción que no había nadie en la puerta esperándome, asique solo entre tocando la puerta, pero al no escuchar respuesta seguí caminando con la esperanza de encontrar a alguien que pueda ayudarme. Mientras más caminaba, podía sentir un olor fuerte a Tierra, café y jengibre que me hizo sentir un calor descontrolado.

No, no aquí, dios mío, este lugar estaba lleno de hombres lobo y no había dudas de que podían sentir mi olor a excitación. Camine apresurada y cuando estaba por llegar al salón alguien me acorralo contra la pared quedándome a espaldas de mi atacante, el susto fue tanto que termino arrancándome un grito que fue opacado por un gruñido de placer y unos brazos fuertes que rodearon mi cintura haciéndome estremecer por la agradable sensación.

-Te encontré. - me susurro una vos ronca y muy tentadora en mi oído, causando que me empezara a sentir mareada por su hermoso olor a café, jengibre y tierra. En ese momento lo entendí, había encontrado a mi pareja, a mi todo, y me aceptaba. Sonreí y me di la vuelta buscando su rostro, causando que me aprisionara devuelta contra la pared.

Lo miré a los ojos y sentí una sensación tan reconfortante que terminé perdida en esos ojos azules como el océano y esa bella cara tan perfecta. El me miraba con deseo y lo sentí acariciar mis caderas con una fuerza, que cuando subía, levantaba mi vestido con ellas.

-Joder, eres hermosa. - gruño escondiendo su cara en mi cuello haciéndome estremecer por el calor que desprendía, eso además de su placentero olor, haciéndome suspirar. Cuando lo sentí olerme y pasar sus manos por mis costados cerré los ojos. No podía decir nada, solo temblaba en sus grandes manos.

Cuando él se separó de mi me miro con un deseo que me hizo suspirar.

-¿Daniel, que haces? - una vos nos sacó de nuestro mundo explosivo, y al percatarme no solo de donde estaba, sino de que el que nos interrumpió era el Alpha, me aleje del rubio que gruño desconforme con mi repentina lejanía. ¿Por qué se sentía tan frio sin él? - ¿Vas a responderme?, ¿Qué haces con mi empleada?

- ¿Empleada?, no Jack, ella es mía. - le dijo sorprendiéndome por la forma en que le había hablado al futuro Alpha, logrando que me sonrojara. De repente sentí que él me arrastraba devuelta a sus brazos, lo miré sorprendida y él me sonrió levemente viendo mis mejillas y nariz, que de seguro estaban rojas. - Es mi compañera, espero que no allá problema con eso. - le dijo al Alpha que no me había percatado de que lo miraba sorprendido.

-En realidad, creo necesario decirte que ella es la que me va a ofrecer su fertilidad. - le dijo el Alpha serio. Sentí los brazos a mi alrededor tensaré y apretarme ligeramente sin lastimarme.

-Eso no va a pasar, ella es mía y no va a tener cachorros de nadie más que no sean míos. - le espeto haciéndome sonrojar violentamente. No sabía que decir y creo que eso estaba incomodándolos a ambos.