Eres Mi Presa

Capitulo 3

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Capitulo 3

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Me removí en la cama sintiendo un frio desconsolador, abrí los ojos de apoco para descubrir que estaba sola, me senté en la cama bostezando y estirándome, mire para todos lados y no encontré a nadie. ¿y Daniel? Me levante y me fije en una nota que estaba en la mesa. Pero antes de poder levantarla mi celular sonó repetidas veces llamando mi atención, me acerque y lo tome solo para ver que eran mensajes de mi "dueño".

Peter: Va a ser mejor que vuelvas por voluntad propia, o iremos a buscarte a ese clan y te arrepentirás Rose. -10:54 a.m.

Me quedé un rato procesando el mensaje, ¿Cómo demonios se habían enterado?, la única persona que sabía dónde estaba era... Esmeralda. A los segundos empecé a respirar dificultosamente al recordar los golpes y la humillación que sufrí en manos de esas personas.

Ese era el verdadero motivo por el cual decidí irme de mi pueblo. Peter y su mujer no eran de mí especie, ellos me compraron en uno de esos lugares a los que llaman zona azul, un lugar donde lamentablemente se pueden comprar todo tipo de especies para ser utilizados por diferentes causas. En mi caso, como ya eh dicho anteriormente, fue por la fertilidad.

Las personas que me compraron son dueños de un lugar clandestino donde se pueden alquilar hembras para cualquier fin. Yo era un "producto" valioso, se supone que los de mi especie están quedando extintos a causa de la explosión. Y si bien somos respetados por los cambiaformas, somos rechazados por los humanos, que son quienes nos venden.

Suspire estresada mirando devuelta la nota que no había podido leer.

Sali a solucionar un problema, pero no te preocupes. Te paso a buscar a la 13:00, ponte bonita porque te voy a llevar a nuestra primera cita bonita.

Sonreí levemente y comprobé la hora, solo tenía dos horas, así que trate de despejar mi mente buscando un conjunto cómodo y practico. Al rato ya estaba preparada y lista para salir asiqué salí afuera esperando a que llegara. 

Sin importar cuanto intente no pensar en eso, no pude. Todavía estaba un poco desconcertada por el hecho de que ellos sabían dónde estaba, y no sabía si haber encontrado a mi compañero era bueno o malo, pero lo que si sabía era que me sentía muy bien en su presencia, y eso no pasaba bastante seguido.

Suspire estresada por no saber que hacer, si seguía con mi plan mi compañero no querrá estar conmigo, pero si dejo mi plan no había duda de que moriría, eso era lo mínimo que podría pasarme después de lo que hice.

Me senté en las escaleras de la entrada y me concentré en las personas que iban y venían, viendo sus expresiones relajadas, algo que de seguro yo no tenía. Tendría que hablar con Daniel, pero no quería molestarlo con estas cosas teniendo en cuenta que ya le había causado varios problemas. 

Mire hacía adelante y me encontré con los ojos de Daniel que me miraban encantado.

Sonreí levantándome justo en el momento en que Daniel llegaba a mi lado.

-Lo siento bonita, pero mi padre necesitaba de mi ayuda. - Me sonrió abrasándome por la cintura haciéndome sonrojar. - ¿Estás lista? - me pregunto mirándome con un brillo en los ojos.

-Si, ¿Ha dónde iremos? - le pregunte mirándolo con curiosidad, causando que sonría ampliamente.

-Iremos a comer a un lugar especial. - me dice acariciando mi espalda. - Vamos, te va a encantar. - me tomo de la mano y le sonreí asintiendo.