Capitulo 22

2.6K 249 8
                                    

╱╲╱╳╲╱╲

Capitulo 22

╱╲╱╳╲╱╲

Pov. Rose

Habían pasado cuatro meses desde que yo y Daniel nos mudamos a la nueva casa, que por cierto es hermosa, tiene un toque rustico, pero sin perder el estilo moderno, y la casa constaba de tres habitaciones, dos baños, una cocina, un salón y un jardín, donde había empezado a plantar distintas flores, en otras palabras, había hecho del jardín un rosedal precioso.

Por otro lado, mi vientre ya estaba grande, por lo que mis actividades se redujeron a petición de Daniel, que está constantemente cuidando de que nada nos pase, incluso había instalado alarmas alrededor de la casa para que nadie entrara sin permiso.

Realmente lo amaba y le agradecía todo lo que había hecho mí y él bebe, pero me sentía un poco acorralada, y eso que no hable de la situación de mi hermana, que no era algo realmente bueno. Resulta que la tuvimos que internar hace un mes para que tuviera los cuidados necesarios, porque si, todavía no había dado señal de que fuera a despertar en cualquier momento, y eso me tenía angustiada, pero ya había entendido que no había nada que yo pueda hacer que no haya hecho.

Resumidamente, mi vida con Daniel era muy tranquila y hermosa, habíamos empezado a formar nuestra familia y eso nos tenía ansiosos y preocupados de cualquier cosa, más él, que además de volverse mi protector, también estaba más posesivo. Aunque tenía que reconocer que me gustaban las horas de sexo que teníamos en cualquier momento y en cualquier lugar, porque realmente mis hormonas estaban mucho más alteradas, y él parecía sacarle provecho a eso.

- ¡Cariño, ya tenemos que irnos! - me grito mi hombre desde el piso de abajo, que, por cierto, justo ahora íbamos a conocer el sexo del bebe y estaba un poco ansiosa. - Vamos nena que se nos hace tarde. - me llamo asiéndome enojar mientras bajaba las escaleras.

-Tú no eres el que tiene que cargar al bebe, así que hazme el favor de cerrar la boca Daniel. - le gruñí enojada mientras agarraba mi bolso y me masajeaba la espalda que no dejaba de dolerme.

-Lo siento nena, pero realmente estoy ansioso. - se disculpó rodeándome por la espalda mientras ponía una de sus manos en mi vientre. - Estas hermosa conejita. - me susurro causando que me relajara y lo rodeara del cuello para dejarle un beso en sus hermosos labios. Él estaba vestido con una camisa que tenía remangada hasta sus codos y un pantalón de jeans oscuro que le quedaba increíble. En cambio, yo ya no podía usar pantalones, por lo que ahora solo uso vestidos.

-No mientas, estoy gorda. - le dije haciendo un puchero al ver como mis senos, piernas y trasero habían aumentado de tamaño. - Realmente no puedo creer lo gorda que estoy, solo tengo cuatro meses. - le dije dejando caer mi cabeza en su pecho mientras él sonreía acariciándome.

-Yo solo veo un par de senos increíbles y un trasero que... joder, mejor vamos antes de que me arrepienta. - me dijo acomodando su erección y sacándome una risa pequeña. Otra cosa que no dije son mis cambios de humor, aun no sé cómo Daniel los soporta y lidia con ellos, pero eso solo hacía que lo amara más.

-Vamos. - juntos salimos de la casa y fuimos hasta el auto que habíamos comprado. Realmente nos había costado elegirlo, pero al ver que estaba condicionada para niños no lo dudamos mucho. - Oh casi olvido decirte que Alicia no podrá asistirnos hoy. - le dije mientras él me ayudaba a entrar al auto.

- ¿Entonces quién nos atenderá? - me pregunto confundido mientras daba la vuelta y se subía al piloto.

-Aún no lo sé, pero la secretaria me dijo que no me preocupara. - le explique mientras él me ponía en cinturón. - Cariño, quiero helado. - le dije repentinamente y el soltó una carcajada.

Eres Mi PresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora