╱╲╱╳╲╱╲
Capitulo 15
╱╲╱╳╲╱╲
Todo el tiempo que me quede a solas con Daisy, ella se lo paso estando con el celular ignorándome olímpicamente, aunque realmente no me molestaba. Después de un largo rato Daniel y Noah salieron del despacho.
-Si quieren pueden quedarse. - le propuso Daniel. -Ah Mark no creo que le moleste. - le decía a Noah que negó levemente.
-No es necesario, pero vendré a visitarte. - le prometió un poco tímido. - claro si no te molesta. - me dijo mirándome a mí un poco inseguro. ¿Dónde había quedado el chico frio y distante?
Ignorando eso le sonreí ampliamente mientras me acercaba a Daniel para abrasarlo.
-Claro que no me molesta. - le asegure viendo como Daniel me miraba agradecido.- Siempre que quieras puedes venir. - le dije de forma cálida sacándole una sonrisa autentica.
-Gracias Rose. - me dijo sonrojándose un poco.
- ¿Yo también puedo quedarme? - le pregunto Daisy a Daniel que la miro sorprendido. - es que mis padres aun no llegan y no quiero quedarme sola en esa casa tan grande. - le dijo haciendo un puchero que fue interrumpido por Noah.
-Daisy deja de molestar a las personas, ya te dije que puedes quedarte en la mención. - la reprendió y sonreí levemente por lo maduro que parecía ser. - Vámonos, vendremos otro día. - le dijo, pero ella lo miro enojada.
-No, yo quiero quedarme. - insistió mirando a Daniel que no sabía qué hacer. - Además no molesto aquí, ¿cierto? - le pregunto y él me miro esperando mi opinión. Yo solo asentí insegura.
-No molestas Daisy, y claro que puedes quedarte. - le dijo sonriendo y ella lo abraso por la cintura haciendo que me soltara a mi.
Trate de relajarme y fingir desinterés. No era la primera ves que sentía mis emociones descontroladas hasta el punto de no reconocerme, pero hacia un esfuerzo para no darle mas problemas, algo que sin duda tenia de sobra.
-Bien, ven que te llevo a una habitación para que dejes tus cosas. - le dijo dándome un beso antes de llevar a la chica al segundo piso.
★。+゚☆゚+。★。+゚☆゚+。★
Pov. Daniel
Empecé a subir las escaleras junto con Daisy que había crecido un montón, todavía recuerdo cuando tenía 9 años y me seguía por todos lados.
-Te extrañe un montón Dani. - me dijo tomando mi brazo y poniéndolo en medio de sus pechos en modo de abrazo. - Y como ya puedes ver soy toda una mujer. - me dijo con una sonrisa coqueta.
-Sin duda has crecido, todavía recuerdo cuando te cambiaba los pañales. - le dije riendo y ella parecido decepcionada, pero después me sonrió dejándome confundido. - bien esta es la habitación. - le dije haciéndola pasar primero a ella que se quedo viendo todo a detalle para después sentarse en la cama un poco decaída. Yo un poco desorientado por su cambio de humor me senté a su lado esperando que me dijera que le pasaba.
-Extraño a mis padres. - me dijo haciendo una mueca. - No se hace cuando no los veo, y ni siquiera me han llamado. - me conto con los ojos llenos de lagrimas y no pude evitar sentirme mal por ella. Sus padre solían pasar años afuera y siempre la dejaban sola con su tía, algo que me recordaba cuando tenia 10 años y mi padre me dejaba solo en la casa mientras se llevaba a mis hermanos a sus viajes.
-Tranquila pequeña, estoy seguro de que están ocupados y que cuando puedan van a llamarte. - le dije abrasándola para que no se sintiera sola, ella soltó algunas lágrimas y se sentó a horcajadas dejándome sorprendido, pero no podía decirle nada cuando ella estaba llorando abrasada a mí, así que solo lo ignore. - mientras estés aquí mi mujer y yo estaremos para ti. - le susurre escuchando como ella bufaba, pero después lo descarte porque la escuche sollozar angustiada, seguro fue un mal entendido. Estuvimos así unos minutos mientras ella dejaba de llorar, pero cuando la sentí moverse con un poco de insistencia sobre mi miembro me aleje incomodo. - Bueno Daisy, creo que lo mejor es que descanses, por lo que me dijo Noah no has podido dormir bien. - le dije sentándola en la cama.
-Si estoy un poco cansada. - dijo sin acomodarse su falda dejándome ver su ropa interior de encaje que no cubría casi nada.
-Descansa. -le dije sin darle importancia mientras salía de la habitación. No quiero pensar mal de ella, no creo que lo haya hecho a propósito teniendo en cuenta de que sabe que tengo a mi pareja. Seguro esta así porque se acerca la etapa de celo, y si no me equivoco este será su primera vez.
Dejando eso de lado, empecé a buscar a mi conejita que estaba en la cocina lavando los platos.
-Hola preciosa. - la salude abrasándola por la cintura y besando su hermoso cuello donde estaba tallada mi marca. - Estaba pensando que se acerca el celo y que será la primera vez que lo pasamos juntos. - le recordé y ella se estremeció sacándome una sonrisa. Me encantaba lo que podía provocar con solo insinuarme. - espero que la conejita este lista, porque mi lobo ya no aguanta estar fuera de ti nena. - le dije con la vos un poco ronca causando que ella dejara caer la cabeza en mi hombro.
-Deja de hablar de eso. - me dijo sonrojada y me reí por lo bajo. - ¿Tengo que recordarte que tenemos visitas y que probablemente se quede durante el celo? - me pregunto en un susurro y yo la di vuelta para presionar su frente con la mía.
-Conejita, por nada del mundo me perderé el celo contigo. -le aclaré asiéndola sonreír y pude ver sus ojos brillar de deseo. - y por Daisy no te preocupes, ella para esa fecha seguro estará en su casa encerrada y con alguien cuidando de ella. Porque yo no voy a poder estar para nadie más que para ti. - le dije a punto de besarla.
- ¿Interrumpo? - pregunto Daisy haciéndome gruñir por lo bajo, no me gusta que me interrumpan cuando estoy con mi mujer, pero no podía decir nada porque era Daisy. - No puedo dormir y pensé en buscar un poco de agua. - nos explico y yo me alejé de mi conejita para mirarla y percatarme de que se había cambiado de ropa.
Ahora estaba usando un top deportivo que le quedaba un poco apretado y un short de tela que le quedaba muy pequeño. Sin duda el celo empezaba a afectarla, uno de los primeros síntomas es el calor.
-No pasa nada, en realidad llegaste justo porque me había olvidado decirte algo Day. - le sonreí viendo como mi mujer se alejaba de mi para ir a buscar un vaso y llenarlo de agua.
-Claro, te escucho Dani. - me dijo trayéndome devuelta, ya que sin darme cuenta me había quedado viendo el trasero de mi conejita.
Joder, ella iba a acabar conmigo.
-Si, lo siento. - me disculpe dejando de ver a Rose. - El celo se acerca, así que solo quería aclararte que antes de que eso suceda te llevare a tu casa donde los guardias puedan cuidarte. - le dije viendo como ella me miraba con el ceño fruncido.
-Pero yo quería quedarme aquí. - me dijo haciendo una mueca.
-Lo siento Day, pero yo no podre velar por tu seguridad, y no puedo dejarte desprotegida en medio de un celo. - le explique calmado, pero ella solo se cruzó de brazos apretando sus pechos.
-Aquí tienes. -le dijo Rose dándole un vaso con agua que no acepto.
- ¿Por qué no me cuidas tu? - me pregunto enojada y yo suspire cansado.
-Daisy, yo estaré con mi mujer, pero no te preocupes porque Esteban va a cuidar muy bien de ti. -al terminar de decir eso ella se levantó y se fue enojada. Yo suspire cansado mientras me pasaba las manos por la cara.
Siempre me había costado soportar su lado caprichoso, pero no podía consentirla en todo lo que ella quisiera y tenia que entenderlo.
-Vamos a descansar cariño, estoy cansado. - le dije acercándome a ella que seguía viendo por donde se había ido Daisy. - Estoy seguro que ya se le pasara. - le dije tomando su mano que acepto indecisa.
-Creo que le gustas. - me dijo mirándome unos segundos, a lo que yo me reí.
-Es una niña, seguro esta así por el celo. - le respondí y ella me miro divertida mientras íbamos a la habitación.
-No, claramente le interesas. - insistió riéndose. - pero no puedo culparla, tienes un gran trasero. - agrego empujándome levemente con su cadera, yo la mire con una ceja arqueada y una sonrisa lujuriosa.
-Eres una pervertida. - le dije tomándola de la cintura para tenerla más cerca. - pero no puedo negar que tienes buen gusto. - le dije en tono juguetón haciéndola reír.
Cuando llegamos a la habitación fuimos directo a la cama donde solo nos quedarnos abrasados para hablar de temas variados.
Jamás cambiaria esto por nada.
ESTÁS LEYENDO
Eres Mi Presa
Fantascienza《Sinopsis》 Rose es una joven cambiaforma que decide huir de su peor pesadilla, y para llevar a cabo eso, decide escaparse al Clan Kelley donde conocerá a un hombre que estará dispuesto a dejar todo por ella, aunque eso signifique renunciar a todo. P...